Conseguir que una mastina de León sea proclamada mejor ejemplar canino del mundo sale caro
Recientemente, hace apenas dos semanas, una perra de la raza mastín español del criadero 'Mastines de Filandón' de Villablino fue reconocida en Ginebra (Suiza) como mejor ejemplar del mundo en el certamen canino World Dog Show.
Todo un hito y un orgullo para la provincia leonesa que, a falta de otros logros sociales o deportivos de ranking mundial, puede lucir orgullosa una raza de origen casi autóctono hoy englobada ya en la denominada raza de Mastín Español.
Los ejemplares de esta raza ya en el siglo XVIII merecieron la atención del viajero inglés Joseph Townsend a su paso por la comarca de Babia. Quien dejó constancia de su presencia en su libro, 'Un viaje a través de España' (1786-1787), en el que dejó escrito parte del recuerdo de su paso camino de Asturias.
“Piedrafita, pueblecito de unas cuarenta y seis casas, se sustenta de un pequeño valle y está rodeado de montañas por doquier. Los perros pastores son grandes y fuertes, a propósito, para hacer frente a los lobos que aquí abundan. Llevan carlancas (carrancas) para proteger el cuello y evitar que el lobo muerda en esa parte mortal”.
Además de ese trabajo de pastoreo de los animales y de protección de fincas o dominios en los que se han utilizado tradicionalmente los ejemplares de esta raza en la montaña leonesa, hoy con los cambios sociales y de costumbres, también forman parte del mundo de las mascotas y de los animales de compañía.
La mayoría de los criadores provinciales comenzaron en esto por afición más que pensando en la cría como un negocio. Éste es el caso del propietario de la mastina campeona mundial 'Barquera de Filandón', José Manuel Moncó, quien en un acto de balance de su trabajo el pasado año 2022, celebrado en diciembre en Villablino, así lo reconoció.
Por eso, tras este nuevo logro de uno de sus ejemplares. ILEON le ha preguntado algunas cuestiones referidas a la cría del Mastín Español. La primera sobre si los criadores están entre los ganaderos beneficiarios del sistema PAC (Política Agraria Común). La respuesta fue negativa, lo que no resulta muy lógico en un sistema que basa su argumentario en la defensa y mejora del mundo rural y en la sostenibilidad social y medioambiental, cuando la cría y difusión de esta raza entre los ganaderos es un eslabón más de una adecuada cadena de sostenibilidad medioambiental.
Sabiendo los costes que suponen estos desplazamientos para participar en un concurso como este de Ginebra, a 1.422 kilómetros de distancia, con su correspondiente regreso, le preguntamos por el coste que le ha supuesto acudir al certamen. “1.700 euros, incluidos inscripciones, gasoil, peajes, alojamientos y alguna comida, pues lleve bastante de casa”, lo que comúnmente llamamos “llevar la fardela”, en las reminiscencias mineras, o la fiambrera de las meriendas.
Preguntar por las ayudas recibidas de instituciones públicas o líneas de ayudas para estos desplazamientos motivados, era una necesidad evidente. “Ninguna, no hay líneas de ayudas para cubrir parte o todos los gastos para ir a certámenes”. Ninguna institución pública, local, provincial, autonómica o nacional, contempla este tipo de actuaciones; pese a que, si se congratulan a posteriori de los éxitos y el renombre que estos galardones otorgan a nuestra raza, e incluso hasta se hacen fotos algunos de los representantes públicos.
“Se me olvidaba, la Diputación de León tiene una línea de ayudas, de difusión de la raza, que paga 0,24 euros por kilómetro de desplazamiento, pero solo dentro de la provincia de León”. Escasa difusión se va a lograr con ese criterio tan localista. Quizá sea el momento para que en esta legislatura se replanteen modificar el sistema o implementar uno nuevo que de verdad sirva para que los criadores leoneses dejen de sufragar con su bolsillo el orgullo provincial.