Los hórreos, elemento cumbre en la conservación del patrimonio de la montaña leonesa

Hórreo en la Fundación Sierra Pambley de Villablino

Luis Álvarez

Este sábado 1 de junio, el Centro del Urogallo de Caboalles de Arriba acoge el acto de presentación del proyecto de la Asociación de Amigos de Sierra Pambley (AASP) centrado en los hórreos y denominado 'Dinamización rural y conservación del patrimonio'.

El programa de actividades, que se desarrollará de 10:30 a 13:30 horas contará con la presencia del Diputado provincial de Cultura y alcalde de Cabrillanes, Emilio Martínez, la concejala de la misma área de Villablino, Mercedes Fisteus y la presidenta de la Asociación de Amigos de Sierra Pambley, Lidia de la Villa.

La jornada consta de cuatro charlas de conocedores de la situación real y las dificultades que aquejan a estas construcciones tradicionales y su importancia como patrimonio. El primero será Jesús de Celis, técnico en patrimonio del Instituto Leonés de Cultura (ILC) de la Diputación de León, que hablará de la 'Importancia de la conservación del patrimonio arquitectónico: los hórreos' y sobre las líneas de ayudas del ILC para la restauración de la arquitectura tradicional leonesa.

Luego tomará la palabra Eloy Algorri García, arquitecto especializado en restauración monumental, arquitectura popular y autor de numerosos proyectos y director de varios trabajos de restauración monumental. Ha publicado decenas de artículos y libros, como el titulado 'Hórreos leoneses' (2011), de referencia sobre estas construcciones, y también el extenso trabajo para su tesis doctoral, 'Evolución y distribución territorial de las técnicas constructivas en la arquitectura popular. El caso del hórreo cantábrico' (2015). Algorri hablara sobre las 'Características del hórreo leonés', del que es un experto conocedor.

Anselmo Reguera Pinilla, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Pulchra Leonina y miembro de la asociación de amigos de los hórreos expondrá 'El contexto actual y proyectos del futuro' de los hórreos leoneses.

Por parte de la Junta Vecinal de Caboalles de Arriba, Guillermo Murias, expondrá los pormenores de la experiencia de este pueblo en la 'Conservación y restauración de los hórreos de paja (cubierta)', donde algunos propietarios han mantenido y renovado este tipo de cubiertas en los últimos 20 años.

Finalizará las intervenciones Juan González Abella, uno de los últimos teitadores (tejadores con paja) de la provincia de León. Juan es de Burbia en El Bierzo, comarca que aún conserva algunos de estos profesionales de un oficio que parece condenado a extinguirse, si no se promociona la renovación humana necesaria con una formación adecuada para nuevos profesionales.

La jornada finalizará con un paseo por la localidad de Caboalles de Arriba que alberga 15 hórreos censados, el pueblo con mayor número en toda la comarca de Laciana. Y al regreso del recorrido un aperitivo con empanadas y pinchos del país para todos los asistentes pondrá el broche final.

El proyecto

La Asociación de Amigos de Sierra Pambley se plantea este proyecto de concienciación y conservación del patrimonio de los hórreos, como un programa global de patrimonio cultural dentro de sus múltiples actividades. Sobre arquitectura tradicional, elementos etnográficos, patrimonio monumental, de la cultura inmaterial como el lenguaje (patsuezu), las tradiciones, la gastronomía y el patrimonio natural y geológico del área geográfica de influencia.

El programa quiere ser una forma de impulsar el cambio de actividad económica hacia un modelo, con una fuerte incidencia del turismo de calidad y sostenible, que mejore al tiempo la autoestima y el orgullo de pertenencia al territorio. También que pueda colaborar para fijar población, con la contribución económica que las actividades relacionadas van a aportar, no solo en Laciana, también en las comarcas limítrofes de su lógica área de influencia.

Para ello se van a servir de varias acciones concretas de divulgación y concienciación de la población en general, exposiciones, charlas por las distintas pedanías y centros educativos, promoción con cartelería y paneles informativos, elaboración y diseño de rutas guiadas para ceder a quienes deseen gestionarlas como actividad económica y promoción y divulgación en medios. Todas ellas actividades de bajos costes en las que la participación de voluntarios es una constante.

Los hórreos

Los dos arquitectos autores del libro 'Hórreos leoneses', Eloy Algorri y Luelmo Varela, los definen en sus páginas como “una caja desmontable de madera, separada del suelo e inaccesible a los roedores, propia de climas húmedos y que principalmente sirve para almacenar alimentos”, en lo que creen sería una acepción ajustada a su significado en la provincia de León.

Que no difiere mucho de la que ofrece la Real Academia de la Lengua en su diccionario: “construcción de madera o piedra, aislada, de forma rectangular o cuadrada, sostenida por columnas, característica del noroeste de la península ibérica, donde se utiliza para guardar granos y otros productos agrícolas”.

Algo diferenciadas ambas de la impresión que dejó en su cuaderno de notas el etnógrafo y musicólogo norteamericano Alan Lomax, cuando en octubre de 1959 visitó Lumajo, donde vio los hórreos por primera vez y así lo señaló en su libro de campo: “había pequeños graneros sobre zancos de piedra sacados de algún oscuro pasado celta”.

Estas construcciones tradicionales asociadas a unas formas de economía de autosuficiencia agroganadera en el área de montaña de la provincia de León, hoy superadas. Se extienden en la provincia de León por el arco norte y oeste desde los Picos de Europa hasta Laciana, en todo el frente norte, y el Alto Sil y el Bierzo en el área oeste.

El número total de construcciones en León lo cifran Algorri y Luengo en su libro en 325 ejemplares en un censo del año 2005, de los que 135 se sitúan en lo que denominan zona occidental, que engloba los municipios de San Emiliano (17), Cabrillanes (5), Villablino (96) y Palacios del Sil (17). Exponen los autores como factor determinante para la firmeza del hórreo en Laciana y Palacios del Sil, que “sea simplemente el mayor nivel de renta” aportado por la industria minera, que ha permitido a los propietarios “asumir los costes de conservación de un objeto funcionalmente anacrónico”.

La Junta de Castilla y León aprobó en 1984 un decreto (69/1984 de 2 de agosto) de protección de hórreos y pallozas, que básicamente establece que, que todas las construcciones conocidas con el nombre de “hórreos” y “pallozas” ubicadas en el territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, que tengan una antigüedad no menor a un siglo, quedan bajo la protección de la Junta de Castilla y León que impedirá una intervención que altere su carácter o ponga en peligro su integridad.

Los particulares y las instituciones no podrán cambiar de lugar, ni realizar obras en estas construcciones sin previa autorización de la Consejería competente, e implica a los ayuntamientos como gestores en su territorio del urbanismo de la obligación de dar cuenta de cualquier infracción a la Consejería de Cultura y que independientemente puedan adoptar medidas urgentes para su mantenimiento.

Como aseguraba el escritor pontevedrés Prudencio Canitrot en un texto de su libro póstumo 'La luz apagada' (1914), hablando sobre los hórreos existentes por aquel entonces en su tierra gallega: “los hórreos no se inclinan bajo el peso de las cosechas; los vence el agobio de los años”

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