Remolacheros piden a Europa mantener los precios mínimos
“España necesita mantener el cultivo de remolacha para garantizar la producción de un alimento básico como el azúcar”, es la síntesis del documento que productores remolacheros y azucareros han acercado a las europarlamentarias Esther Herranz e Iratxe García, de cara a las reformas de la PAC en 2014.
Entre las principales reivindicaciones se encuentran “el mantenimiento del sistema de cuotas y de un precio mínimo para la remolacha, claves para la planificación de las explotaciones, la sostenibilidad de la producción local y desarrollo del tejido socio- laboral de importantes zonas de nuestro territorio”.
Respecto del mantenimiento del sistema de cuotas de producción, sostienen que “es esencial que se mantenga al menos hasta el 2020, ya que supone un mecanismo de gestión del mercado eficaz para asegurar el abastecimiento de azúcar a la población europea, teniendo en cuenta el escenario de volatilidad de los precios de las materias primas, la concentración del comercio internacional en pocos países y el constante aumento del consumo mundial, del orden del 2% anual”.
ASAJA, COAG y UPA han advertido a las europarlamentarias de que un mercado sin cuotas alteraría la diversificación territorial de
la producción, causando la pérdida del tejido económico y social de zonas rurales en las que no hay muchas alternativas a este cultivo, como sucede en buena parte del territorio leonés.
Sobre el establecimiento de precios mínimos, los productores señalan que “asegura una parte de la renta de los agricultores, orienta a los productores para una mejor planificación de sus explotaciones agrícolas y mejora el funcionamiento de la cadena alimentaria, evitando el desequilibrio de la capacidad de negociación de los remolacheros a lo largo de la cadena”.
Finalmente, desde las entidades agrarias se recuerda que en España se consumen 1,3 millones de toneladas al año y que en estos
momentos sólo puede producir 500.000 toneladas. En este sentido, ASAJA, COAG y UPA quieren poner de relieve los esfuerzos de reestructuración, inversión e I+D para la mejora de la producción que ha llevado a nuestro país a tener los rendimientos de azúcar más altos de la UE.
