’Dulce o Salado’, una vuelta a las recetas tradicionales

Dulce o salado Coladilla

Marta Cuervo

Cuando Inés se quedó embarazada le dio por los dulces. No como antojos para comer, sino por su elaboración. A pesar de que nunca se había dedicado a la repostería, no se le daba nada mal. Tal fue su afición que, después de dar a luz y perder su trabajo, se decidió junto a su marido, a montar su propio negocio en Coladilla, el pueblo donde vive con su familia.

“Con dos niños pequeños no podía trasladarme a León para trabajar”, explica Inés, así que el joven matrimonio se compró un antiguo caserón en el pueblo leonés y convirtieron la cocina vieja en el horno de 'Dulce o Salado'.

“La casa tenía una parte de vivienda, que todavía no hemos arreglado, y un horno. La instancia principal de Dulce o Salado es el antiguo horno, la cocina vieja. El actual obrador, era un almacén; y el mostrador era la fragua”, añade Inés.

En un futuro, a Carlos y a Inés les gustaría seguir con la restauración de todo el caserón. “Nos gustaría arreglar la fachada principal, y hemos solicitado una subvención de la Diputación. La casa tiene un corredor de madera precioso, pero está muy deteriorado”, apunta.

Carlos es de Coladilla, pero Inés es de León. “Viví en León toda la vida pero veraneaba en Vegacervera. El cambio ha sido grande pero muy positivo, siempre me ha tirado mucho el pueblo, a pesar de los duros inviernos”, confiesa.

Un pueblo que resurge

'Dulce o Salado' lleva poco más de medio año abierto, pero ya cuenta con sus clientes asiduos.

“En verano tuvimos muchísima gente”, apunta la dueña del local, y es que se trata de un pueblo que está resurgiendo. “La quesería, el mesón, los buenos embutidos y la casa rural, hacen que la gente se anime y venga a Coladilla. El boca a boca es nuestro mejor reclamo publicitario”.

En el invierno la actividad baja y el horno, que también es cafetería, abre solo los viernes, sábados y domingos.

Especialidades: los sabores de la tierra

En 'Dulce o Salado' todo se hace a mano, con recetas tradicionales y con frutos de la tierra. “Elaboramos productos de toda la vida, para conseguir sabores muy artesanos”, comenta Inés, entre los que destaca los 'bollos del pueblo', que se han comido siempre en Coladilla.

Otros dulces del horno son las rosquillas de sartén, las tartas de manzana, los brazos gitanos, las pastas de nata, y las de mantequilla.

En cuanto a los productos salados estrella las empanadas se llevan el galardón. “Las hay de atún, jamón y tomate; de atún y gambas; de jamón, beicon y orégano; de picadillo, beicon y pimientos”. Su secreto, la masa: “No es ni de hojaldre ni de pan, están elaboradas con leche”, desvela Inés.

Además, 'Dulce o Salado' cuenta con un rincón degustación de infusiones naturales y café. Se encuentra en Carretera La vid, S/N, Coladilla.

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