Caja España, cada vez más cerca de crear un banco con ayudas públicas
En Caja España-Duero, el mes de septiembre treará una definición sobre el futuro de la entidad, que trabaja a “marchas forzadas” para definir cuál será finalmente su futuro dentro del escenario financiero español.
De momento, las negociaciones para la anunciada fusión con la malagueña Unicaja no están cortadas, pero sí en un punto tenso, como admiten desde la propia entidad castellano leonesa. Las dificultades se hacen casi insuperables en el debate sobre las cuotas de interés que cada entidad tendrá en la futura entidad resultante. En un principio, cuando Caja España- y Unicaja anunciaron el comienzo de las negociaciones, se firmó una propuesta inicial que definía cuotas alrededor de 37% y 63%, respectivamente.
Sin embargo, en las últimas semanas Braulio Medel, presidente de Unicaja, habría aumentado sus pretensiones. De acuerdo a lo que publica hoy el diario El Mundo, la cuota de participación que le quedaría a Caja España-Duero apenas superaría el 20%. Y Evaristo del Canto, presidente de la caja local, no estaría dispuesto a aceptar nada por debajo del 30%.
El plan B
Ante esta situación, las autoridades de Caja España-Duero vuelven a analizar con más detenimiento el “plan B”, es decir, operar el banco ya aprobado por su Consejo de Administración (y que deberá ser ratificado por la asamblea general del viernes 5 de septiembre) en solitario, con la indispensable intervención del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).
La participación del FROB significa que el Banco de España tiene derecho a designar a un determinado número de miembros, en proporción entre el valor total de la Caja y el monto final del aporte de fondos públicos.
Al momento de aprobar la constitución del banco que se hará cargo del negocio financiero, Caja España-Duero designó los cinco integrantes del Consejo de Administración: presidente, Evaristo del Canto, y como consejeros: Alejandro Menéndez y Miguel Ángel Álvarez, que ya forman parte del Consejo de la Caja; y Pablo Pérez Robla, ingeniero superior de Informática y responsable de Innovación de ADE Inversión y Servicios; y José Ignacio Sánchez Macías, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca.
A esos se le sumarían otros cinco designados por el Banco de España, y entre los diez deberán nombrar a los cinco restantes, que serían “independientes”.
