Se abre el telón y nace una nueva obra teatral con nombre leonés

No todos los días, a veces ni todos los años, se estrena una obra de dramaturgia firmada por un autor leonés. El teatro es un mundo duro, tremendamente vocacional, ingrato incluso para quien lo escribe. Pero los hay que a pesar de todas las dificultades son capaces incluso de estrenarse en este mundo. Y traer ese estreno a su ciudad, a León.

Es el caso del arquitecto Pablo López Aguado. Este viernes 29 de noviembre, el escenario de Espacio Vías acogerá la puesta de largo de su ópera prima escrita para el teatro, bajo el surrealista título de 'Se recomienda print de leopardo'. Un montaje sobrio para un drama interpretado por actrices -seleccionadas a través de casting- y que dan vida a las dos mujeres que protagonizan una historia sobre el límite del amor y la locura, convertidos casi en la misma cosa por la represión.

Con entradas a 10 euros, anticipadas en El Gran Café de León y disponibles por reserva, la compañía Panda de Farsantes, creada entre otros por el leonés López Aguado, aspira a emular el lleno ya cosechado en el estreno absoluto de la obra en Valladolid, un éxito que contra todo pronóstico “ya nos ha permitido al menos recuperar la inversión”.

Algo no siempre fácil de conseguir con “un teatro formalmente muy reaccionario, con sólo una escena, sin efectos especiales y actoral al cien por cien”, como lo define su autor.

Dos mujeres en una habitación y en una mañana. Con esto construye el recién estrenado dramaturgo “una puñalada sobre el amor y la locura, contada desde la relación entre dos mujeres en el instante de una decisión crucial, a la que se ven obligadas como último intento para encontrar una manera de sobrevivir”.

Ellas son Clara Parada y Lucrecia Guilarte, que lo dan todo en escena para mostrar los límites de la cordura y la destrucción de la persona bajo una sociedad sostenida en la represión sexual, de género y cultural.

Es precisamente lo femenino lo que subyace en la génesis de la historia, del texto, de López Aguado. Porque “aunque escribo desde pequeño, novela, relato corto, el teatro era mi gran ilusión y me lancé cuando algunas amigas, actrices, me contaban que apenas había papeles dramáticos, sólo infantil o clásicos muyyyyy clásicos”.

La aventura no es sólo creativa. Eso no le es nuevo a un arquitecto que, aunque hoy “en paro, por eso me lanzo a esta apuesta importante”, algo ha dado que hablar tiempo atrás. Suyo es, por ejemplo, proyecto en Covarrubias (Burgos) de una capilla vikinga, sí, la Capilla de San Olav, un espacio nacido de satisfacer una promesa que se le hizo hace ocho siglos a la princesa Kristina de Noruega, casada con un hermano del rey Alfonso X El Sabio. Y suyo también una rompedora y crítica solución al Valle de los Caídos a raíz de la polémica extracción del cadáver del dictador Francisco Franco.

Esta nueva aventura teatral nació “para movernos por el mercado libre”, es decir, sin ninguna red administrativa, a taquilla pura y dura. “Nos salieron los números y en un año quedó escrito el texto y en primavera el casting”, recuerda a pocas horas de estrenar en su ciudad, “a 300 metros de donde viven mis padres”. Por eso, el simple hecho de llegar hasta aquí les hace estar “muy contentos”, porque además todo el esfuerzo ha sido personal, en la escenografía, el vestuario...

La idea es que esta 'Panda de Farsantes' crezca. Y la de Pablo López Aguado es seguir escribiendo. Y quién sabe si llegar a debatirse entre el diseño de edificios o el diseño de historias para situar sobre las tablas de un teatro.