La soberanía de la alegría

El Naán

Javier M. Seisdedos

“Las casas de adobe no se caen, se deshacen y el barro desciende en chorreras hasta el suelo sepultando lo que allí queda”. Así definen Héctor Castrillejo y Carlos Herrero al pueblo donde viven, en el Barrio de Abajo deTabanera de Cerrato (Palencia). El antiguo pueblo en ruinas es ahora un proyecto poderoso, han reconstruido algunas casas y un modo de vida.

Defienden la opción de mirar al mundo de frente, y lo hacen al son de un estribillo abierto, donde tienen cabida todos aquellos que aman los pueblos y la cultura de la buena convivencia, esa que sale del corazón y se manifiesta en ayuda mutua, amor a la tierra, creatividad compartida, recuperación de saberes ancestrales y conocimiento en código abierto.

En el Páramo Negro aún queda esperanza, porque se mezcla con la savia de la alegría y la vida sencilla repleta de oportunidades.

Un proyecto de vida está uniendo a un grupo de personas que persisten en la sana idea de compartir sueños realizables, construyendo día a día materializando en coherencia el sonido de un mundo rural vivo que bulle en las entrañas de la Tierra Madre.

Pero para llegar a este punto se tiene que entender que todo parte de un origen.

Todo se remonta mas de veinte años atrás cuando dos jóvenes inician un viaje, que les lleva a recorrer el mundo en busca de aventuras vitales inspiradoras. La caravana Arco Iris por la paz que recorrió parte del sur de América desde México hasta Colombia reivindicando a través de diferentes espectáculos y propuestas las diferentes culturas indígenas de América Latina,enciende la mecha de la comprensión, de un mundo que se ha de construir con la palabra justicia y libertad, después vendrían otros viajes de conocimiento y experimentación creativa entre Iberia y la vieja Europa, África...

La creación musical y el duende van fluyendo, la fusión de culturas hacen mella en Héctor y Carlos,la amistad sincera labrada en mil batallas se trasluce en una idea firme. Construir un mundo propio repleto de poesía y letras de canciones unido al sonido de instrumentos y música ancestrales.

Necesitaban compañeros de viaje que sintieran los mismos acordes perdidos en el tiempo. Y los seres humanos a los que se había invocado aparecen desde diferentes lugares. Cesar Diez, Adal Pumarabín, Javier Mediavilla, María Alba, Cesar tejero acudieron a la llamada.

Bajos y sonajas, saxo, batería, guitarra eléctrica, panderos, panderetas,triángulos, congos, sartenes, quijadas,bouzouki y voces que estremecen lo profundo del alma. Así nace El Naán un conjunto de personas que transmiten sensaciones que parecían perdidas y que han logrado recuperar de forma magistral, tocando corazones, alimentando lo que nuestras células mas antiguas necesitaban escuchar para reencontrarnos con nosotros mismos, a través de las actuaciones en directo que hacen que se transformen en una experiencia sensorial única e irrepetible. Quien escucha a El Naán en algún momento, quedará tocado para siempre y no podrá olvidar esa afinación de 432 hz mágica que nos conecta con nuestro subconsciente mas ancestral.

Considerados ya, grupo de culto, recomendamos sus dos últimos discos “De Babel a Itaca” y “Código de Barros” instrumentación contemporánea repleta de matices afro,música oriental, latinoamericana, caribeña, étnica peninsular.

En el presente Héctor y Carlos, después de este largo viaje ,que en el fondo es una décima de segundo cósmico, han logrado cumplir parte de esa promesa que se hicieron; que nunca estarían solos, que la vida es tribu, es grupo, por eso ahora en el Páramo Negro vuelve a salir el sol con más intensidad, en Tabanera de Cerrato, en el antiguo lugar de encuentros del pueblo, en la Casa de Baile, se ha constituido la sede de La Universidad Rural Paulo Freiré Del Cerrato. Lugar de encuentros y actividades que sirven para dinamizar una zona asediada por la despoblación y el olvido. Al igual que hacen con su música, en este proyecto apuestan por la recuperación de lo bueno de la tradición para reencontrarnos con lo mejor de nosotr@s mism@s. “Se trata de reconquistar la soberanía perdida. Se trata de recuperar los saberes de las sociedades campesina, de escapar de la dependencia y la idiotez, de mirarnos a los ojos y apostar por los proyectos que nacen desde lo rural hacia... Lo global.”Palabras sabias de dos personas que han viajado en el tiempo y han sabido mantener las raíces puras. El festival de la Tierra representa la visualización de la soberanía de la alegría en estado puro. Una excusa perfecta para conocer uno de los rincones mágicos de la vieja Iberia que han renacido dentro de la espiral de la vida.

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