Un cambio de criterio permite tirar la casa del cura de la iglesia del Mercado de León

La fachada de la Casa de Don Enrique deberá ser reconstruida. Foto: Uribe.

Jesús María López de Uribe

La conocida 'Casa de Don Enrique' frente a la iglesia del Mercado será derribada y reformada por completo, pero el promotor deberá reconstruir la fachada. Eso es lo que acordó la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León en enero de este año, contradiciendo su primer informe en la que obligaba a conservar el lienzo frontal original.

La casa parroquial de Santa María del Mercado, en la calle Herreros 10, está incluida en el Plan Especial de la Ciudad Antigua de León con un nivel de protección IV-A, lo que obligaría a mantener las fachadas, cubiertas y elementos visibles desde el exterior y sólo poder reformar el interior.

Y así aprobó los trabajos el órgano de la Junta en la Delegación Territorial de León en el primer informe del 9 de noviembre de 2018, cuando autorizó las “obras de reestructuración” establecidas en el artículo 2.24 del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León destacando que “se deberá mantener la fachada exterior del edificio”.

Sin embargo la cosa cambió tras asegurar el promotor, la propia Parroquia de Nuestra Señora del Mercado, que la propia concepción del proyecto hacía inviable mantener la fachada por “los elevados costes que suponía” y aprovechó para informar de la endeblez de los materiales del edificio, con lo que la propia Comisión terminó aprobando “por unanimidad” el derribo de la fachada en enero de 2019.

Antes de poder construir el nuevo edificio, ya que se derribará completamente, se ha de terminar una prospección arqueológica y cualquiera de los objetos encontrados allí, si resultaran de interés, serían trasladados al Museo de León.

“Coste desproporcionado” para el promotor

Es decir, que los promotores afirman que un edificio que ha servido durante años a la parroquia ahora muestra “una inadecuación de los espacios interiores actuales para el fin que se propone”, con lo que “el estado de la estructura existente llevaría a un coste desproporcionado para el edificio actual”.

La protección IV-A se aplica a los edificios calificados de “arquitectura culta en sequndo qrado”, así como a los calificados como “ambiental o ambiental popular, situados en unidades espaciales de carácter monumental sinqular o ambiental de primer orden”. Técnicamente el objetivo es “el mantenimiento de las tipoloqías de fachada, cubiertas y elementos visibles al exterior”.

Ahora que han comenzado las obras de demolición sólo queda vigilar que la reconstrucción de la fachada sea la adecuada y se ciña a la original.

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