Leonardo Cervera: “Bernardo de Gálvez es uno de esos grandes personajes que todo español y estadounidense debería conocer”

Leonardo Cervera, secretario general del Supervisor Europeo de Protección de Datos.

Jesús María López de Uribe

“El personaje de Bernardo de Gálvez ha sido uno de los grandes olvidados de la historia al respecto de la independencia de los Estados Unidos de América, más importante que Lafayette, y es importante que tanto españoles como estadounidenses conozcan su impresionante historia”. Este es el objetivo de Leonardo Cervera (Málaga, 1970), alto funcionario de la Unión Europea como secretario general general del Supervisor Europeo de Protección de Datos, que este viernes presenta a las ocho de la tarde en la librería Tula Varona su novela Gálvez, el héroe español en la independencia de los Estados Unidos, publicada por Alfaguara.

Cervera presentará su libro este viernes 22 de noviembre en León en la librería Tula Varona (calle Ruiz de Salazar, 18) a las ocho de la tarde y estará acompañado por Gregorio Urquía (Goyix, del podcast Histocast) y el ex eurodiputado leonés Iban García del Blanco.

El interés de Cervera en Gálvez, y en las relaciones hispanoamericanas del siglo XVIII viene de la vinculación malagueña con el militar y político español que fue protagonista esencial en la victoria de Washington sobre los ingleses –que le concedió la ciudadanía honorífica estadounidense a título póstumo–, la recuperación de la Florida con la jornada de Pensacola; y que llegó a ser virrey de la Nueva España procediendo de una familia relativamente humilde, hidalga y no de la alta nobleza. El alto funcionario europeo es uno de los miembros de Histocast –que este sábado grabará a las 19 horas un programa en directo en San Isidoro sobre el Reino de León– y tiene varios programas sobre la relación hispanoestadounidense y la vital ayuda española en la independencia de aquel país entre 1775 y 1781; y al ser de El Rincón de la Victoria, que está a siete kilómetros del pueblo natal de Bernardo de Gálvez y Madrid (Macharaviaya), la figura de este militar y político español le cautivó desde joven. Más aún desde que hace unos años se volvió famosa su figura al ser colgado un cuadro del “héroe español de la independencia americana” nada menos que en el Capitolio de los Estados Unidos de América.

¿Por qué escribir sobre Bernardo de Gálvez? ¿No es lo suficientemente conocido después de lo de que los propios estadounidenses lo hayan honrado estos años como uno de sus héroes de su guerra de Independencia?

Yo, hace muchos años ya, me enteré de que había un malagueño en la independencia de Estados Unidos, de ese pueblecito al lado del mío, y, claro, me surgió un montón de curiosidad. Y yo me dije: “Bueno, aquí hay un filón”. pPrque esto realmente era algo sorprendente. ¿Cómo es posible que una persona de un origen más o menos humilde, porque eran hidalgos, pero no eran aristócratas y bastante empobrecido llegue a esa talla? Porque él muere como virrey de Nueva España, nada menos. Por desgracia muy joven, con 40 años. Una pena, si hubiera vivido más a lo mejor el imperio español hubiera durado 20 o 30 años más. Pero me surgía la pregunta una y otra vez de cómo había sido posible. Entonces me puse a investigar y al final he estado diez años a vueltas con el personaje, con los archivos, tratando de rescatar las partes que no se sabían mucho de su vida. Entonces me he atrevido a escribir una novelita que cubre, digamos, sus orígenes malagueños; que ahí, digamos, es un poco, una novela un poco costumbrista ontando cómo era la vida intelectual ilustrada en la Málaga de mediados del siglo XVIII. También se centra en la parte que no se conocía hasta la fecha de Bernardo de Gálvez, que es su periodo en la Apachería, que estuvo allí luchando cuerpo a cuerpo contra los apaches, como una especie de John Wayne español haciendo un western; que es la parte central de la novela. Y luego el final es cuando fue nombrado gobernador de Nueva Orleans, la capital de la Luisiana española. Que allí el gobierno español lo manda para que Washington no pierda la guerra; porque Washington está a punto de ser derrotado por los ingleses como es lógico, porque el Imperio Británico contra cuatro rebeldes desarmados y sin entrenamiento militar, te puedes imaginar... él va allí por el gobierno español para ayudar a Washington a que no pierda la guerra a finales de 1776 y está dos años y medio mandándole de todo Mississippi arriba: mantas, mosquetes, pólvora, quinina para que le llegue para seguir la lucha. Luego en el 79, cuando España ya entró en la guerra, él se tira como un jabato a atacar a los ingleses que están allí en la cuenca baja del Mississippi y les abre un nuevo frente, y ahí es donde termina mi novela. Es decir, no llega a la batalla de Pensacola ni todas estas cosas que son mucho más famosas y conocidas, sino que termina con la formación del genio militar y la leyenda.

¿Y qué va a haber, segunda parte entonces?

Hombre, yo creo que sí, debería de haber segunda parte. Porque con la galería de personajes que tengo creado merecerá la pena y ya con todo esto explicado de su forma de ser y sus motivaciones no sería difícil novelar todo aquello. Pero en este primer acercamiento a la novela histórica me pareció que era menos interesante, en el sentido de que ya hay otros libros escritos. Hay otras novelitas sobre el tema, pero la parte que yo he escrito no. Esto es la primera vez que se cuenta. Y lo que habría que hacer también, que ya me lo ha dicho mucha gente, es una versión inglesa del libro, porque el personaje tiene un gran interés en Estados Unidos. Ahora idolatran a Gálvez, es como Lafayette, pero a la española. Aunque hay diferencias notables porque este hombre fue mucho más, mucho más fundamental que Lafayette, que era un jovencito que estaba allí a las órdenes de Washington con un grupito de franceses. Pero Bernardo de Gálvez tenía el apoyo directo del gobierno español y además fue el que le buscó el dinero para poder financiar la campaña que llevó a la victoria en Yorktown. Fue Gálvez el que trajo seis millones de reales desde Nueva España para pagar los gastos de la campaña. Lafayette no hizo eso. Entonces, geoestratégicamente, Lafayette es un señor que está por allí, pero el que realmente hace ganar la guerra a Washington es Bernardo de Gálvez. La Corona Española. Lo que pasa es que, claro, como el imperio español 15 años después desaparece y además los americanos pasan de ser el gran amigo aliado al gran enemigo (a la Guerra de Cuba de 1898, me remito), pues toda esta ayuda española cae en el olvido; cae de la historia y hasta hace poco no se ha recuperado y se empieza a poner en valor.

¿Entonces la contribución española fue vital, verdad? Porque fue una de las derrotas más importantes de los ingleses cuando proclamaban que eran la potencia naval más importante de la época y fueron incapaces de conservar ese territorio americano gracias a españoles muy destacados como Luis de Córdova en el mar y Gálvez en tierra...

Sí, pero también es verdad que los ingleses, por esa misma fecha, capturan un convoy español. Eso sí, no tan grande como el que luego capturó Luis de Córdova en la Acción del 8 de agosto de 1780. Es un toma y daca, en el mar hay un toma y daca considerable entre las flotas francesa y española con la inglesa. Pero lo que es definitivo es la contribución, primero, de los años 76 a 79 de Bernardo de Gálvez para que no se rinda Washington, porque si no hubiera sido por aquello el general rebelde no hubiera tenido más remedio que rendirse. Es decir, que el Ejército Continental de Washington se hubiera muerto de frío sin las mantas de Soria que le manda Gálvez Mississippi arriba. Literalmente. Y luego lo que es fundamental es cómo Gálvez sacrifica su propia carrera militar. Porque para ayudar en la Guerra de Independencia de las Trece Colonias pospone la invasión de Jamaica, que estaba prevista para el año 1781. Le da las tropas que estaban reservadas para la invasión de Jamaica, se las da a los franceses, les da el dinero y se van a Yorktown, y ahí sitian a los ingleses y no le queda más remedio a Cornwallis que rendirse en octubre de 1781; y ahí termina de hecho la guerra. Eso lo hace Bernardo de Gálvez, él, por decisión suya. Por eso es mucho más importante que Lafayette, y no se sabe, se ha olvidado en la Historia.

Es definitiva la contribución de los años 1776 a 1779 de Bernardo de Gálvez para que no se rindan los independentistas estadounidenses: el Ejército Continental de Washington se hubiera muerto de frío sin las mantas de Soria que le manda Gálvez Mississippi arriba. Literalmente"

¿Entonces, qué va a encontrar el lector en la novela que no se sepa de este hombre?

Pues mi novela responde a la pregunta de cómo es posible que una persona de origen relativamente humilde y de un pueblecito de doscientos habitantes, de la atrasada Málaga, llegue a ser un genio militar, un gran estadista y un héroe de la independencia estadounidense. Lo explica siguiendo sus años de formación y sus primeros años en la Luisiana. Así se comprende cómo este hombre se convierte en un gran líder. No te cuenta tanto sus batallitas, que todo el mundo ya conoce, sus victorias contra los ingleses, pero se centra más en cómo es posible que llegara a eso. Una gran explicación es su tío, que es el ministro de Indias, que es como su mentor. Le va guiando, le va dando consejos, lo va poniendo en sitio correcto y este hombre aprende mucho de su tío, que es posiblemente el mejor ministro que ha tenido nunca el Imperio Español. Este es José de Gálvez, que está enterrado allí en Macharaviaya. Esa es una explicación. Otra es que el jóven Gálvez era un hombre simpatiquísimo. Escribía sainetes, se apuntaba a todos los bailes, creía en la igualdad de razas, se casa por amor (que era una cosa rarísima en aquella época), recibía a todo el mundo en sus oficinas... tenía lo que llamamos hoy en día unos soft skills súper desarrollados. Eso se va contando en la novela, por eso es divertida en ese sentido, porque se va viendo cómo se va formando el líder y el estadista y todo. Hay que tener en cuenta que él, cuando lo mandan a Nueva Orleans como gobernador... ¡Todavía no ha cumplido 30 años! O sea que es muy joven, pero muy capaz.

O sea, estamos hablando de estos personajes españoles del siglo XVIII que hemos olvidado completamente, que son absolutamente excepcionales....

Totalmente. Esa generación de militares, científicos ilustrados y administradores del Estado han sido lo mejorcito que ha dado (salvando quizás el periodo impetuoso de Felipe II a finales del siglo XV y comienzo del siglo XVI), el Imperio Español. Lo mejorcito se da en el cénit del Imperio español. También es la época, es contemporáneo, por ejemplo, de Fray Junípero Serra. O sea, cuando está Gálvez ahí luchando contra los ingleses, Serra está fundando sus misiones en California. Y también Bodega de la Cuadra está llegando a Alaska en esa misma época. Es, repito, en el cénit del Imperio Español, cuando se da el mayor talento... y después de ahí, pum, la caída hasta el día de hoy. Es tristísimo.

Los españoles somos bastante olvidadizos. Pero teníamos la conciencia de que los estadounidenses no sabían quién era Bernardo de Gálvez y, sin embargo en época de Reagan, que fue gobernador de California antes que presidente, sí hablaba de él. ¿Pero en realidad, la figura de Fernando de Gálvez en Estados Unidos cómo ha ido a lo largo del tiempo?

Hombre, ahora poquito a poco se está rescatando su figura. Sobre todo después de la historia famosa del cuadro, el que pusieron en el Capitolio de Bernardo de Gálvez en 2014. Poco a poco se conoce el reconocimiento de ciudadano honorario de Estados Unidos que le han dado, o sea, poquito a poco. Pero vamos, estos son, digamos, cuatro gatos. La inmensa mayoría de la población estadounidense desconoce por completo la ayuda de España a la independencia de Estados Unidos, pero total. Y ya si hablamos de personas en concreto, olvídate. O sea, esto no se sabe para nada en Estados Unidos aunque la élite sí lo sepa. Pero es gente que sabe mucho de historia, la población en general sólo conocen Francia y Lafayette. Por supuesto que España no está en la película, pero ahora que viene el 250.º aniversario de la declaración de independencia de Estados Unidos, la guerra y todo eso, es el momento de ponerlo en valor. Por eso me he tirado a la piscina y a ver si lo conseguimos con la ayuda de todo el mundo.

¿Entonces es lo que espera conseguir con este libro, reconocimiento para España en la Historia de Estados Unidos con la figura de Bernardo de Gálvez?

Pues espero conseguirlo sí. Además de realizar una pequeñita contribución a la marca España. Porque yo creo que los españoles necesitamos referentes de gente que ha sido excelente en la gestión, como patriota, como militar. Ese hombre es un referente de un pasado glorioso, y ya está bien de avergonzarnos de nuestro pasado. Esto y sobre todo que la gente conozca este personaje de Bernardo de Gálvez, que merece ser recordado y ha caído en la oscuridad de la historia.

Por último: ¿Es de suponer que es muy probable que este libro pueda ayudar a recordar no solo ya a su protagonista, sino a mucha más españoles de la época tan importantes para la historia?

Eso es, exactamente. Esa clase, esos políticos, esos líderes excepcionales que tuvimos desde el rey, Carlos III. Yo creo que hay opiniones de todos los gustos y todas las opiniones son muy respetables, pero creo que fue mucho mejor que su hijo, Carlos IV, seguro. ¡Eso no es difícil! Pero vamos, desde el rey hasta todos sus ministros. Como por ejemplo un gran personaje muy olvidado que es Francisco de Saavedra, que llegó a ser primer ministro posteriormente y un líder en la Guerra de Independencia española contra los franceses. Esa clase, esa gente era excepcional, verdaderamente excepcional. Era gente, todos, que tenían una formación militar. Ese Francisco de Saavedra, por ejemplo, era cirujano de la Armada y llegó a lo más alto, tenía una formación extraordinaria. No es solamente Gálvez, hay muchísimos ahí que hay que rescatar. Porque verdaderamente España en ese momento llegó a unos niveles de excelencia que más los quisiéramos para hoy en día.

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