Manuel Cuenya: “Me gusta viajar y contar lo que he visto, vivido, sentido en cada viaje”

El escritor berciano Manuel Cuenya

Antonio Vega

De las entrañas de la Sierra de Gistredo, en pleno Bierzo Alto, surge la literatura, con vocación universal, de Manuel Cuenya. Escritor, columnista y malabarista de la vida Cuenya es el autor de esta saga de reportajes en ileon.com que acercan cada semana a los lectores las letras leonesas, con sus luces y con sus sombras. Y ya era hora de que el propio escritor berciano fuera el protagonista de 'La Fragua Literaria Leonesa', bajo la adecuada excusa de conocer sus 'Mapas afectivos', el nuevo libro de viajes ya a la venta en las librerías leonesas.

Cuenya es observación delicada de la realidad leonesa como columnista, antes en Diario de León y ahora en La Nueva Crónica. Es acción cultural como editor de la revista cultural La Curuja. Es un viajero incansable y, sobre todo, es emoción pura en la escritura, como refleja 'Mapas afectivos'.

Reconoce sin ambages de Noceda del Bierzo que “me gusta viajar y contar lo que he visto, vivido, sentido en cada viaje”. Viajar, una manera sin duda de entender el mundo que junto a escribir conforman una fórmula terapeútica para “entender mejor el mundo en que vivimos”.

'Mapas afectivos' es un libro de viajes y emociones, explica su autor, que nos lleva por Norteamérica, el Norte de África o Europa, incluida España, y más en concreto el Noroeste español, “con el Bierzo como mapa afectivo en el que vivo, que recorro con sumo agrado, y al que regreso una y otra vez”. Asegura Valentín Carrera en el prólogo “que este libro es una invitación a perdernos en rutas nuevas: aparta, lector, los mapas efectivos y los GPS. Abre el libro al azar y déjate llevar por el destino”.

Me interesa mucho toda la llamada literatura de viajes, incluso la mediocre, porque la literatura de viajes es la esencia y la madre de la literatura

¿Y por qué un nuevo libro de viajes, tras 'Viajes sin mapa'? La respuesta es contundente, “me interesa mucho toda la llamada literatura de viajes, incluso la mediocre, porque la literatura de viajes es la esencia y la madre de la literatura”. Un libro que nace de su pasión por viajar “aunque no sea a sitios lejanos ni supuestamente exóticos, y luego poder contar lo que he visto y sentido en esos lugares en el mundo”. La excusa de vagar por el mundo es que “la vida es un auténtico viaje, porque los genuinos viajeros se desplazan por el mundo (incluso por sus propios mundos interiores, exteriores para quien puede verlos y observarlos) sin rumbo fijo, sin destino prefijado, se mueven por el mundo 'adelante' sin saber si volverán al punto de partida”.

Abunda Julio Llamazares en la contraportada del libro que el propio Cuenya entronca con una tradición de escritores viajeros o bercianos como Enrique Gil y Carrasco, Carnicer, Pereira o Mestre “que han vagado por el mundo en busca de explicación a su desasosiego pessoano, a su incomodidad espiritual y a su afán por conocer países”. Y que llevarlo al lector interesado “sin pretensión pedagógica, pero sí con poesía y pasión”. Como la vida misma, “un viaje, sin retorno”.

Me apasiona viajar, aunque no sea a sitios lejanos ni supuestamente exóticos, y luego poder contar lo que he visto y sentido en esos lugares en el mundo

En 'Mapas afectivos', como su propio título indica, nos encontramos los espacios que han cautivo a Cuenya, “esos lugares por los que siento afecto, en los que me he sentido a gusto, incluso esos mapas en los que he encontrado, de alguna forma, una temperatura afectiva adecuada”.

El recorrido por las emociones de Cuenya, que uno puede leer habitualmente también en sus columnas o en su blog, tiene referentes en el cine en películas como 'París, Texas', de Wenders; o las del maestro Hitchcock, “cuyas películas, una buena parte al menos, son viajes, con el tren como símbolo y metáfora por excelencia”.

Pero cualquier recorrido por el mundo vuelve, y pasa, siempre por El Bierzo, territorio mágico y añorado. “Es mi tierra, mi luz, mis sonidos, mis aromas, mis gustos y mis tactos, donde he encontrado la temperatura afectiva favorable”, explica. Un viaje interminable, “que vivo con intensidad” por el lugar que le vio nacer y donde está la gente con la comparte memoria afectiva.

Y sin duda no hay viaje, interior o exterior, del nocedense en que la literatura no tenga un lugar importante. Gracias a 'La Fragua Literaria Leonesa' es posible que Cuenya sea, por derecho propio, una voz autorizada sobre el estado de un sector sobre el que siempre pesan sombras, de una forma u otra. Defensor de las nuevas tecnologías cree que “el placer de leer siempre sobrevivirá y pervivirá. Leer y viajar son actividades extraordinarias, que nos permiten entender el mundo en que vivimos, y por supuesto a entendernos a nosotros mismos. La lectura es esencial”.

No faltarán, sin duda, autores en esta fragua hoy prestada por Manuel, y que sirve “para familiarizarse con la literatura que se está haciendo en la época actual en la provincia de León, que por cierto son muchos y muchas”.

Y como el viaje vital nunca descansa Manuel Cuenya advierte que “sigo y seguiré escribiendo, mientras me quede una gota de sangre en las venas”. Entre las ideas, desde un ensayo a un libro de poemas, pero siempre literatura con emociones “que nos ayude a entender dónde estamos parados, que diría un hispanoamericano, que nos ayude a movernos por este mundo cada día más complejo, que amerita, sin duda, de análisis”.

*Entrevista breve, con sus propias preguntas de 'La Fragua Literaria Leonesa'

Cuenya: “La vida es muy breve, demasiado, por más años que uno viva”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'La lluvia amarilla', de Llamazares, 'Mortal y rosa', de Umbral, toda o casi toda la obra de Henry Miller, Dostoievski, Hesse, Kafka... Muchos.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Nadie es imprescindible en casi nada, eso parece, porque el mundo continúa girando, hasta que deje de hacerlo (que eso no lo sabremos, al menos nosotros), aunque hay personajes, personas y obras muy importantes, esenciales, quizá. En la vida, mis padres han sido y son muy importantes, mucho, toda mi familia, alguna gente, amigos y amigas que me han marcado, de un modo emocional, intelectual, vital.

Mi padre, a quien le dedico 'Mapas afectivos', fue muy importante. Y lo sigue siendo desde donde quiera que esté (en el universo brillante, sin duda) porque él me enseñó a volar.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Algunos autores y autoras dan la impresión de ser insoportables. Pero lo mejor, en estos casos, es alejarse de ellos y de ellas y acercarse a quienes nos producen placer, nos enseñan, nos aportan nos emocionan y nos invitan a la reflexión. También hay libros insoportables o soporíferos. En todo caso, tiene su mérito escribir, publicar, hacer cosas, en el ámbito literario, periodístico, y por supuesto en otros ámbitos.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La bondad, creo, pero eso no queda bien que lo diga yo, sino quienes me conocen. En todo caso, me gustaría que así fuera.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Aunque sea repetitivo, me gusta la gente esencialmente buena, generosa, fuerte, hospitalaria, afectuosa, cercana, que habla y siente con emoción, con reflexión, también.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política es fundamental, bien lo sabemos, pero los políticos actuales, al menos en España (en general en todo el orbe), son mediocres, en ocasiones pésimos, salta a la vista a tenor de lo que vemos y vivimos. Mi experiencia en política no ha sido del todo buena. A menudo los enemigos están dentro, no sólo fuera. Qué pena. En cualquier caso, los políticos y las políticas son un fiel reflejo de la sociedad, que por momentos se vuelve suciedad, de la cual todos y todas formamos parte y partida. Conviene tener esto clarito. La izquierda es un mito, la derecha nos infla a hostias. Todo está revuelto, confuso. No hay claridad, sólo oscurantismo, creencias absurdas, falta de razón. Puro sainete. España no ha superado, por desgracia, la Guerra Incivil ni la posguerra atroz, ese tiempo de barbarie, que nos ha dejado para el arrastre. España siempre está en crisis, no sólo económica, sino espiritual.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Viajar, leer, escribir, el teatro, el cine, la música, una buena conversación...

¿Por qué escribes?

Porque es mi forma de ser y estar en el mundo.

El nuevo libro de Manuel Cuenya, 'Mapas afectivos'

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Claro que sirven, todo sirve, si se sabe utilizar de un modo adecuado. Se ejercita el estilo en el momento en que se escribe, lo que sea, incluso una simple nota, a escribir se aprende escribiendo, vaya obviedad. Y las redes sociales, unas más que otras, nos proporcionan esta posibilidad, además de ponernos en contacto con el mundo, aunque sea de un modo virtual, nomás.

Ya sé que a escribir se aprende leyendo, viajando, pero las redes sociales, como su nombre indica, nos entretejen, crean un tejido, una symploké, acaso platónica, dialéctica, el diálogo constructivo como una forma de conocimiento, a través de las redes podemos tejer y entretejer palabras en la rueca de las ensoñaciones.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La vida, los viajes, las lecturas, la realidad, que siempre supera cualquier ficción, la literatura que, de un modo inevitable, debe ser o contener vida.

La poesía es vida, dice más o menos el Premio Cervantes Gamoneda. Hay que devolver vida a la literatura, decía Henry Miller. Por supuesto, hay muchos autores y autoras que me han marcado, como los ya citados en la respuesta a la primera pregunta de la entrevista breve, y aun otros: Julio Verne, Pereira, Carnicer, Cela, Juan Goytisolo, García Márquez, Rulfo, Carlos Fuentes, Sábato, Cortázar, Poe, Genet, Sartre, Artaud, Anaïs Nin, Zoé Valdés, Pedro Juan Gutiérrez, Dalí, Buñuel, Rimbaud, Baudelaire, Sade, Thomas de Quincey, Kantor, Grotowski, Valle-Inclán, Lorca, Mihura, Platón, Nietzsche, Gustavo Bueno...

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Los blogs me parecen una buena herramienta literaria, sin duda. Mantengo uno en activo, 'Bierzo, aldea universal': cuenya.blogspot.com.es

Y sigo, de vez en cuando, los blogs de alguna gente. Los 'Contradiarios' del escritor, traductor y periodista Moreno-Ruiz me parecían extraordinarios pero la censura, qué cosas en estos tiempos, se los cargó de la Red.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

La vida es muy breve, demasiado, por más años que uno viva. Se necesitarían mil vidas para poder conocer y entender el mundo en que vivimos, y por ende conocer y entender a los seres humanos, conocerse a uno mismo. 'Sólo sé que no sé nada'.

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