El sol puede producir calor y frio

Dicyt

Los captadores solares ordinarios están habitualmente concebidos para producir sólamente agua caliente. Un nuevo sistema, patentado por investigadores del Departamento de Física de la Universidad de Burgos (UBU), es capaz de calentar agua mediante un colector, pero también de enfriarla mediante un lecho “adsorbente” y condensador y un evaporador, tecnología típica en la mayoría de los aparatos frigoríficos.

Firmado por Manuel Iván González y Luis Román Rodríguez, el dispositivo está formado por un sistema de captación solar y un condensador-evaporador. Respecto al primer modo, el dispositivo se comporta de una forma muy semejante a los colectores solares ordinarios, es decir, recibe agua relativamente fría y es calentada por acción de la radiación solar, explica Gonzalez a DiCYT.

El segundo elemento, el colector-evaporador, se encuentra activo sólo en verano, permitiendo durante el día la condensación en su interior de los vapores del fluido refrigerante y durante la noche la evaporación del refrigerante enfriando el agua que circula por su interior.

En una instalación típica en un hogar el colector serviría para generar agua caliente para uso sanitario (cocinar, fregar), pero también para calefacción. Este mismo dispositivo mantendría esta producción de agua caliente en el verano, pero también de fría, concreta el experto.

“En realidad, no es posible producir frío de forma directa con la radiación solar, pero con un condensador y un evaporador, que son unos aparatos que llevan prácticamente todos los sistemas frigoríficos, además de con el sistema de adsorción, es posible conseguirla, afirma González, que ha estudiado la radiación solar durante los últimos diez años.

El investigador aclara que el procedimiento con el que funciona la tecnología patentada no es nuevo, ya estaba inventado. “La parte nueva de nuestro dispositivo es cómo se combinan en un solo aparato la parte que produce calor y la que produce frío, con las que se pueden cubrir las necesidades de agua caliente y fría del lugar donde se instale. Pero las tecnologías básicas para ambas cosas ya estaban inventadas de sobra desde hace mucho tiempo”, destaca el investigador, parte del grupo Energías Renovables y Medio Ambiente Atmosférico de la UBU.

Esfuerzos en investigación

El principal problema que “lastra” la aplicación en un mayor número de ésta y otras fuentes renovables y limpias es que todavía es más barato producir energía del modo convencional que mediante éstas, manifiesta González. Los diferentes grupos que investigan en este terreno tratan de disminuir el coste de su producción en sus diferentes proyectos.

“Mucha gente en todo el mundo y en muchos campos investiga para intentar acercar poco a poco la rentabilidad de las energías renovables a las convencionales. ¿Grandes hitos? No. Son pequeños pasos destinados a acercar los costes, la rentabailidad de explotación de una fuente”, expone. En este punto, el dispositivo recién patentado podría ser de utilidad, permitiendo emplear los excedentes estivales en cubrir necesidades de climatización, concluye el inventor.

Unos sistemas que no son independientes

Las instalaciones de energía solar que normalmente funcionan en los hogares no son autónomas y, aunque es un aporte testimonial, necesitan de energía eléctrica para accionar las bombas de las que disponen. Los días que no hace sol, por su parte, es preciso calentar el agua sanitaria con alguna fuente de energía adicional, como el gas natural o el gasóleo, para aportar la que no se puede producir mediante estas tecnologías de captación.

González ha incidido en que implantar este tipo de sistemas para cubrir un porcentaje significativo de las necesidades de calefacción de una casa “quizá no sea una buena idea”, pues eso implicaría instalar muchas “placas” solares y surgiría el problema de qué hacer con el excedente de la energía que produzcan durante el verano, periodo sin calefacción.

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