La Junta advierte que se desescalará “lento” porque resultaron “insuficientes” las medidas en Navidad

El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, comparecen en rueda de prensa telemática posterior al Consejo de Gobierno. / Miriam Chacón / ICAL

C.J. Domínguez

La desescalada de la tercera ola de coronavirus en León y en el resto de la Comunidad, es decir, el fin de las actuales restricciones, será un proceso “lento”, que de momento además tampoco toca iniciar, ha advertido hoy la Junta de Castilla y León.

En buena medida, tras admitirse además, por parte del portavoz del Gobierno autonómico, Francisco Igea, que las medidas adoptadas en las fiestas de Navidad resultaron a todas luces “insuficientes”, algo de lo que aseguró que se ha aprendido. “Aprendemos de una ola en otra”, explicó ante preguntas de los periodistas al término del Consejo de Gobierno.

En este mismo sentido, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, consideró que las medidas restrictivas tienen que seguir, lejos de hablar de desescalada, porque relajarse ahora sería volver a la casilla de salida. “Sería muy arriesgado”, abundó. En todo caso, reiteró la voluntad de la Junta de Castilla y León, como ya ha expresado en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de que existan criterios comunes, con indicadores, para el conjunto del país.

Remarcó en todo caso que la situación es “muy complicada” y los datos siguen siendo “salvajes”, con cifras de ingresados en los hospitales que indican que el vaso no ha rebosado, pero sí que “está lleno”.

En concreto, explicó que los datos de incidencia acumulada invitan a pensar en un horizonte de mejora, con una incidencia a 14 días de 720,82 casos por 100.000 habitantes, lejos de los 1.468 de hace una semana. Si bien, la Comunidad aún esté lejos de una “buena situación”, ni epidemiológica, ni sanitaria, ya que la cifra aceptable está en los 25. León en concreto presenta una incidencia de 836,26 casos en la jornada de hoy.

En este debate, Igea quiso añadir que “ahora no tenemos ningún paracaídas posible para cometer ningún error”, con un alto grado de ocupación de las ucis, con 300 pacientes ingresados, y una situación muy diferente a la que vivía la Comunidad en la segunda ola, cuando había 140 pacientes críticos en los hospitales.

En este sentido, añadió que prefiere esperar a la decisión del Tribunal Supremo sobre la aplicación del toque de queda fijado por la Junta a las 20.00 horas a pesar del pacto nacional de que el tope fueran las 22.00 horas, como se aplica en el resto de España, y sobre el cual pesa un recurso gubernamental que, en principio, podría aclararse este mismo martes 16 de febrero.

Igea mantuvo, en todo caso, que la Junta tomará, como ha hecho hasta la fecha, las medidas en función de los datos, pero dijo que no tiene sentido avanzar nada cuando desconoce si se van a poder mantener todas las implementadas en la Comunidad, que, a su juicio, han dado resultado. “Si nos dejan mantendremos las que consideramos que son eficaces o si no, tendremos que cambiarlas”, añadió, para precisar que confía en que los planes del Supremo no trastoque los de la Junta, puesto que están convencidos de la “bondad” de sus argumentos.

Bajando como otras autonomías menos restrictivas

En otro momento, el propio vicepresidente llegó a defender que Castilla y León ha sido una de las “menos restrictivas” de España, en concreto que está situada entre “las diez comunidades menos restrictivas”, a pesar de haber la única que rebaja el toque de queda a las 20.00 horas.

Sin embargo, la consejera Casado admitió que otras autonomías mucho menos restrictivas han visto bajar su curva a “la misma velocidad de descenso”, igual de “rápidamente”, dejando entrever que con decisiones menos drásticas se podría haber producido un comportamiento muy similar de la pandemia-

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