Las posibilidades de más éxitos de la UPL en municipales y generales tras su ascenso de más del 84% en votos

Las expectativas de la Unión del Pueblo Leonés este 13F se cumplieron con creces.

Jesús López de Uribe / A. Vega

La victoria de la UPL en cuarenta municipios de la provincia de León (y en Morales del Rey en Zamora) en las Elecciones Autonómicas del 13F, con un espectacular resultado venciendo en todos y cada uno de los once municipios de León y su Alfoz, le ha permitido igualar el mejor resultado en procuradores de su historia: tres escaños en Valladolid al igual que lo hizo en 1999, pero con una dificultad mucho mayor, ya que en aquellos comicios del siglo pasado se repartían 15 puestos y en estos, 13.

Tampoco es que sea el mejor resultado en votos de su historia, ya que ha conseguido en la provincia 47.752 votos y en dos ocasiones tuvo más (54.118 en 1999 y 56.389 en 2003 donde paradójicamente consiguió dos representantes al pasar de 15 a 14 los electos). Pero lo que está claro es que ha estado a punto de doblar los 26.705 que consiguió en las últimas de 2019, cosechando un nada despreciable aumento de apoyos en la provincia leonesa de un 84,7%.

El único porcentaje similar de otro partido en variación de votos es el de Ciudadanos, en el que la candidata Ana Carlota Amigo prácticamente se quedó... sin amigos: descendió un ochenta por ciento no llegando a cinco mil y no consiguiendo ni doblar a Coalición por el Bierzo.

Precisamente uno de los factores más notables de los resultados electorales es que la UPL superó a Coalición por el Bierzo en la mayoría de todos los municipios bercianos, pasando ya de los mil en la propia Ponferrada. Mientras los bercianistas consiguieron 2.508 votos, la UPL rondó los dos mil en la comarca. La diferencia, que en Ponferrada los bercianistas sacaron esos quinientos votos de diferencia.

También hay que destacar el ascenso de votos en Zamora y Salamanca, que, aunque irrelevantes porque sólo sumaron 3.600 más al resultado total (alcanzando los 51.878 en toda la Región Leonesa) sí suponen una clara tendencia alcista al respecto de hace tres años, multiplicando por tres sus apoyos con dos mil en Zamora y más de mil seiscientos en Salamanca este domingo pasado. El máximo en las elecciones autonómicas lo obtuvo la UPL con 60.331 en 2003 porque se presentó también en Zamora y entonces sacó allí 3.942 papeletas.

Las causas del éxito

Pero la cuestión es preguntarse cuáles son las causas de este éxito, más allá de que todo el mundo tenía la impresión de que iba a ser una jornada histórica para la Unión del Pueblo Leonés (y ya lo hubiera sido doblando escaños). La causa más notable es que la consecución del tercer procurador, que tan difícil se veía, se debe más a la debilidad de los partidos grandes que a la significada fortaleza del leonesismo.

Una de las cosas con las que nadie cuenta es que el reparto de puestos por el sistema D'Hondt no se hace con la base del total de votos emitidos, sino a partir del número que saca la candidatura más votada. De hecho, si el PSOE hubiera conservado el nueve de cada diez de sus votos de 2019 (rondando los ochenta mil) la UPL tendría dos procuradores y Vox seguiría con su segundo, llegando a 5 los socialistas. Una anécdota numérica: el PSOE necesitaría con el resultado leonesista del domingo más de 80.000 votos para conservar ese escaño, con menos (79.999) se quedaría como ahora, en cuatro.

¿Y qué hay entonces de la abstención? Los partidos de ámbito nacional descendieron en la circunscripción de León, en los resultados provisionales, 75.000 votos respecto a las elecciones de 2019. Más de 28.000 el PSOE, 23.815 Ciudadanos, 15.259 el PP y 7.700 Unidas Podemos (siempre que sumemos el resultado de los dos partidos por separado en 2019). Los votos que ganaron Vox y UPL sumaron casi 45.000 y hay que denotar que en realidad el partido que más subió fue el primero con 23.578 por 21.257 de los leonesistas. En todo caso hay 30.000 abstencionistas respecto a las elecciones de hace tres años que hacen muy difícil explicar el trasvase de votos de cualquier partido a la UPL.

¿Cómo se comportará la UPL en otros comicios?

Esta circunstancia complica sobremanera saber cómo se comportarían los nuevos votantes a la opción leonesista en los siguientes comicios, tanto generales como municipales; ya que en las Europeas, al ser una circunscripción nacional, la UPL no podría llegar a conseguir escaño (votaron 226.000 personas el 13F en León y para obtener representación en Bruselas desde España se necesita rondar las cuatrocientas mil papeletas).

El voto leonesista se considera transversal, es bastante probable que muchos de los votantes que no apoyaron esta vez al PP y al de PSOE, y algunos de los de Ciudadanos y de Podemos pasaran a la opción de la UPL; pero la mayoría pudo optar por la mera abstención. Aunque sí es probable que parte del PP pasara a Vox y también muchos de Ciudadanos.

Además, hay que tener en cuenta que la UPL de siempre solía aumentar notablemente su resultado total en unas autonómicas respecto a sus resultados en las municipales (que hasta ahora siempre habían ido unidas). El ejemplo está en las de 2019, en la que la diferencia a favor fue de más de un 35%. Es decir, el factor de cabreo con la actual comunidad autónoma siempre ha estado ahí; pero al desvincularse el voto al alcalde se ha consolidado y el espectacular aumento se debería a la sensación de colapso que sufre la provincia y al éxito de la manifestación del 16F de 2020 que hizo ver que el sentimiento autonomista era mayoritario con 80.000 personas en la calle pidiendo la autonomía leonesa y no se había diluido como clamaban los periodistas gurús pro Valladolid en 2019. Y también que durante la pandemia se consigera el hito de que más del 50% de la población de la provincia estuviera representada en los más de cincuenta ayuntamientos que aprobaron la moción autonomista. También una encuesta de última hora indicaba que algo iba a pasar, cuando denotaba que el 56% de los leoneses quieren su propia autonomía sin Castilla ya.

El diputado nacional, a tiro

Los 47.952 votos de la UPL, de conservarlos, darían la posiblidad de conseguir un diputado nacional a los leonesistas en las próximas Elecciones Generales, pero no el senador, ya que en 2019 se eligieron los cuatro entre una horquilla de 85.000 y 88.000 votos.

Sería el sueño de los leonesistas, pero los datos indican que es muy difícil que pudieran repetir ese apoyo popular. En primer lugar, de producirse el voto al Congreso de los Diputados en noviembre de 2023 tendrían que pasar primero la prueba de fuego de las municipales de mayo de ese año. Es de suponer que el votar a una candidatura cercana beneficie a los actuales gobernantes municipales, que en esencia son del PSOE y el PP, y que la UPL perdiera muchos de los votantes de estas autonómicas. Posiblemente más de la mitad teniendo en cuenta que en 2019 consiguió unos veinte mil apoyos de los ciudadanos. Que los leonesistas hayan ganado claramente en todos los municipios el alfoz de León (en todos los diez y en la capital) en estas autonómicas es improbable que se repita en las municipales. Y eso desgastaría su prestigio.

Estas circunstancias posibles la debilitarían como opción para el Congreso de los Diputados. Y también hay que tener en cuenta el factor de lo que consiga el partido más votado: si algún partido volviera a conseguir los 89.000 que consiguió el PSOE en 2019, necesitaría al menos 44.500 votos para conseguir uno de los cuatro diputados nacionales en juego (el 90%de los que ha conseguido en estas autonómicas). Otra cosa es que el más votado consiga 70.000, ahí el límite estaría en más de 35.000 siempre que quede entre los cuatro primeros.

¿Pero qué ocurriría si todas las opciones provincialistas se unieran para las nacionales? No mucho. En una improbable coalición entre UPL, Coalición por el Bierzo y Prepal no ganarían muchos votos. Los bercianistas sacaron 2.508 y el Prepal 367 en la circunscripción leonesa. Sería aumentar hasta superar por poco los cincuenta mil (50.093), pero un exiguo 4,45%. Ni siquiera cambiaría nada en el reparto de procuradores en las autonómicas, con lo que la UPL parece haber absorbido prácticamete todo el voto provincialista.

Otra cosa distinta es que apareciera León Ruge como opción política y volviera a dividir el voto netamente dirigido a los asuntos de León; esto impediría definitivamente conseguir diputado en Madrid. ¿Y el leonesismo de izquierdas? Después del fiasco de Conceyu País Leonés, es difícil que pueda organizarse en lista a las nacionales sin ser acusado de dividir el voto. Sólo cabría la opción de que la UPL mantuviera el 75% del voto en estas autonómicas en las próximas Generales y ni PSOE ni PP superaran la barrera de los setenta milvotos. Y ahí sí podría dar la sorpresa.

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