Ponjos, Oencia o Molinaferrera: la lista negra de tres décadas de muertes en incendios en León

Cientos de personas asisten en Fabero al funeral del brigadista Aitor Lastra, fallecido en el incendio de Molinaferrera en 2011

Redacción ILEÓN

14 de agosto de 2025 08:30 h

El consejero de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, confirmó este martes la muerte de un hombre en las labores de extinción de un incendio forestal, en Nogarejas (Castrocontrigo), el mismo que dejó un herido de gravedad que este jueves se ha convertido en la segunda víctima mortal del siniestro. Hace justo 30 años, el propio Suárez-Quiñones, entonces titular del Juzgado de Instrucción número 2 de León, dio orden de encarcelar a un ganadero como responsable de un fuego que acabó con la vida de tres miembros de una cuadrilla forestal el día de Viernes Santo de 1995 en Ponjos (Valdesamario).

Las llamas han golpeado de forma trágica a la provincia de León varias veces en las tres décadas transcurridas entre ambos episodios. El incendio de Ponjos, desatado entre la Cepeda y Omaña, se cobró en plena Semana Santa de 1995 tres vidas: la de Isabel González-Quiñones, Ana Esther Dávila Díez y Benigno Isidoro García Fernández, mientras que una cuarta persona, Benigno González, sufrió graves quemaduras, según publicó entonces El País.

El fuego quemó alrededor de 350 de hectáreas de pino y monte bajo. Fue un brusco cambio de dirección del viento el que envolvió a cuatro de los siete brigadistas que trabajaban sobre el terreno. Valdeteja, Valdorria y Adrados se pusieron de luto por los tres fallecidos. Apenas unos días después se entregó a las autoridades confesando ser el autor del incendio un ganadero de 53 años de edad, que entró inmediatamente en prisión, contó entonces el rotativo madrileño.

Pasaron cinco años hasta que la tragedia golpeó a Oencia, al oeste de la provincia, en los confines de El Bierzo ya a un palmo de Galicia. Fidel Brañas Barredo y Manuel García García, miembros de la brigada forestal de Villafranca del Bierzo, murieron el 28 de agosto también como consecuencia de un cambio en la dirección del viento “que les ha pillado y envuelto”, detalló el entonces consejero de Medio Ambiente del Gobierno autonómico, José Manuel Fernández Santiago. El siniestro dejó también a un operario accidentado con lesiones en una rodilla. Como si fuera un paralelismo con la actualidad, unos días antes se había producido un incendio que, informó El País, provocó “serios daños” en Las Médulas.

La estadística oficial del Ministerio de Agricultura recogida en un documento titulado ‘Fallecidos en incendios forestales en España 1991-2015’ incluye un muerto por “sucesos médicos” el 4 de septiembre de 2005 en el municipio de Palacios del Sil. Las siguientes referencias son ya del mes de octubre de 2011, en el que en la provincia se sucedieron con apenas unos días de diferencia la muerte de un hombre de origen italiano de 57 años de edad el 5 en un incendio en Villalís de la Valduerna (municipio de Villamontán de la Valduerna) y de un brigadista de Toreno, Aitor Lastra, el 18 durante la extinción de un incendio en Molinaferrera (municipio de Lucillo, en la Maragatería).

El cadáver del primero, vecino de la zona con iniciales G.S., fue hallado en estado carbonizado. Las circunstancias del siniestro resultaron particularmente trágicas. Y es que, según la investigación, fue el propio fallecido el que provocó el fuego al acelerar en exceso su vehículo para tratar de salir de una cuneta a la que se había precipitado. El cuerpo fue encontrado finalmente durante las labores de extinción de este pequeño incendio con graves consecuencias.

De nivel 1 de gravedad era el fuego en el que se vio acorralado Aitor Lastra, un brigadista del municipio berciano de Toreno y residente en Fabero, donde se produjo el entierro de este joven de 27 años de edad (cuya esposa estaba embarazada de tres meses) que se vio sorprendido por las llamas en plenas labores de extinción por un cambio de viento, la causa más recurrente de este tipo de siniestros.

Atrapado “por dos lenguas de fuego” quedó Abel Ramos, el hombre de 35 años de edad que falleció este martes en Nogarejas (el jueves murió por graves quemaduras Jaime, que también intervenía como voluntario), en un incendio que penetró en la provincia de León desde la vecina Zamora. Se trataba de un voluntario que colaboraba con su propia desbrozadora en las labores de extinción hasta que encontró la muerte en una oleada de fuegos sin precedentes en los últimos años en la provincia de León.

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