La ONG Cebú y sus diez días de campamento en Valencia de Don Juan
La Sección Juvenil ONG Cebú cuenta con una década de experiencia organizando campamentos en Valencia de Don Juan, León, aunque su sede está en Valladolid.
“No hace falta nada más para disfrutar como enanos”
La ONG Cebú está vinculada a los Agustinos, por lo que cuentan con sus instalaciones en la localidad coyantina, al lado del Castillo. Dicho recinto está muy bien estructurado para los niños y adolescentes. “Dispone de dormitorios a cubierto, piscina, pista de baloncesto y fútbol, además de un prado al aire libre” enumera Miguel uno de los coordinadores, “no falta de nada para que disfrutar como enanos durante diez días”. Todo por 300 euros o por 250 euros para los socios que pagan 30 euros de cuota.
El campamento está diseñado para niños de seis a diecisiete años y los dividen en tres rangos: de seis a diez, de once a trece y de catorce a diecisiete años. Hay un total de cincuenta y dos plazas y cuentan con seis monitores titulados y otros cinco en prácticas. “Cada grupo de cinco o seis niños tiene organizadas una serie de actividades acordes a su edad con monitores de referencia asignados” detalla Miguel.
Uno de los aspectos que más cuidan es la salud, para ello pasan a los padres un formulario en el que piden que se indiquen toda la medicación, alergias o intolerancias del niño para estar sobre aviso y evitar problemas. Así como el permiso de la publicación de las fotos de sus hijos en las redes sociales. Los primeros interesados en tener toda la información personalizada son los monitores para dar una atención única.
“No es sólo jugar por jugar, les damos un sentido”
El campamento, que se desarrolla entre el 21 y 30 de julio, tiene una dinámica concreta y cada día trabajan en una idea de ese concepto. Tienen diseñado un plan de actividades de interior para evitar las horas de más calor, como la piscina o talleres, aprovechan que por la tarde refresca para el deporte y el aire libre, pero además no se pueden pasar por alto las veladas nocturnas, cuando los monitores se disfrazan.
“De modo general las actividades son deportivas, gincanas, manualidades, cocina y magia” comenta el coordinador, “y a mitad del campamento hacemos dos excursiones. Una ruta de senderismo adaptada a todas las edades y una actividad al aire libre, como el piragüismo que hicimos el año pasado”. Todo pensado para el mayor disfrute de la naturaleza, contando con los mejores servicios y profesionales para llevarlo a cabo. Este año, por ejemplo, visitarán la playa de Rodiles (Asturias).
La organización cada año se marca como objetivo enseñar unos valores esenciales a los chicos. “Respeto al medio amiente, cooperación al desarrollo, igualdad y trabajo en equipo son premisas que se deberían trabajar en una simbiosis entre el tiempo libre y la formación reglada” categorizan desde la ONG, “nosotros ofrecemos diez días que les sacan de su estilo de vida diaria y esperamos les deje huella”. Más que ir al plano teórico de lo que está bien o está mal lo interesante es introducirlo en dinámicas para que vean los prejuicios o beneficios de sus actos. “Algo tan sencillo como dejar que ellos hagan los equipos para un juego y que terminen siendo chicos contra chicas les sirve para hacerles reflexionar sobre sus conductas y prejuicios” ejemplifica.
En estos diez años de andadura han pasado de empezar con diez niños a contar con los amigos que éstos llevaban a las actividades que organizaban durante el curso. Sin embargo, esos niños del comienzo han crecido, algunos están de monitores, por lo que quieren dar la oportunidad de vivir una experiencia para el recuerdo a nuevos chicos y chicas con ganas de respirar aire puro, de aprender a divertirse en grupo y de tener un verano diferente.
Correo: juvenil@ongcebu.org
Web: https://ongcebu.org/
