El manifiesto de la algarada agrícola en León avala peticiones de ultraderecha contra la política ambiental y animalista

“Debido a la pasividad de los sindicatos agrarios al trasladar nuestros problemas a los Ministerios pertinentes y a la Comisión Europea nos vemos obligados a agruparnos todos los agricultores y ganaderos Españoles independientemente de cualquier organización, sindicato o partido político”.

De esta manera comienza el 'Manifiesto Agrupación Nacional de Agricultores y Ganaderos del Sector Primario 602/2024', el documento en el que se basan los centenares de agricultores para sacar los tractores a las carreteras en León y Zamora. Una convocatoria de la que –obviamente tras conocer este comunicado que está repartiéndose por las aplicaciones de mensajería rápida como el WhatsApp–, se descuelgan los sindicatos agrarios tradicionales como Asaja y UGAL-UPA, que estaban preparando “una gran movilización” para el 23 de febrero.

Un manifiesto anónimo que lo que reclama son una serie de actuaciones que van muy en línea de las reclamaciones de la extrema derecha en contra, sobre todo, de la Agenda 2030; de la que reclama “su derogación”. Una obsesión contra las políticas de emergencia climática propia de estos movimientos ideológicos, a lo que se suma también la “derogación de la ley de bienestar animal” y también la “de leyes ambientales y de protección de especies, que atentan contra la agricultura, la ganadería y zonas rurales”. Medidas claramente alineadas con los movimientos que defienden la tauromaquia y la caza del lobo.

La convocatoria también se apoya en otras reclamaciones del Campo: rebajar las exigencias burocráticas a los agricultores y ganaderos, de simplificar la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea el cumplimiento de la ley de precios, no reducir la rebaja de impuestos al gasóleo agrícola, y “compromiso de una política de gestión del agua consecuente con las necesidades de cada territorio”.

Pero aprovechando estas reclamaciones comunes incluyen también otras contra los productos extranjeros, más propias del proteccionismo que del liberalismo como la “exigencia del cumplimiento del control fitosanitario para todos los países extracomunitarios” y “claridad en el etiquetado con los países de procedencia de los productos”. Llegando a extremos como la “imposición de aranceles a la entrada de productos extracomunitarios”.

Hasta contra la 'geoingeniería climática'

El último punto es el mayor indicio de que estas movilizaciones han sido agitadas incluso por gente externa a los partidos políticos, ya que reclama un “compromiso de investigación y desarrollo contra las prácticas de Geoingeniería Climática”. Una demanda totalmente acientífica y propia de movimientos conspiranoicos fuera del debate político habitual, incluso en estos tiempos tan convulsos.

Algunos representantes sindicalistas leoneses identifican a los organizadores de la tractorada no comunicada oficialmente con “un partido de extrema derecha”, aunque sin nombrar directamente a ninguno. Afirman que las reclamaciones que hace la organización detrás de esta protesta son las mismas que las de ese partido.

La secretaria general de UGAL-UPA, Sonia Castro, desconoce la identificación política de quienes están detrás de la manifestación del martes, defendiendo que no se trata de ningún sindicato agrario. Además, se ha posicionado en contra de la tractorada afirmando que, si bien es necesaria la protesta, “no están de acuerdo con las formas” con las que se ha llevado a cabo.