El joven 'ladrón de la alcantarilla' de León supera los 60 delitos de robo en este año y se vuelve a sentar en el Juzgado

A sus 22 años, uno de los delincuentes más políficos y problemáticos de León capital, el ya bautizado como el 'ladrón de la alcantarilla', ya supera sólo en lo que va de este año los 60 presuntos delitos de robo con fuerza o contra el patrimonio que se le atribuyen con diferentes pruebas, entre otras su 'marca de la casa': el uso de objetos pesados como las tapas o rejillas de los sumideros de la vía pública para destrozar los escaparates de establecimientos en cuyo interior roba después.
Este viernes el joven se volverá a sentar ante un magistrado de uno de los Juzgados de León, para afrontar una vez más la posible responsabilidad penal de unos actos que, de manera tan reiterada como los ejecuta, suele quedar impone. Y es que en los círculos judiciales, como en los policiales de la ciudad, ya es ampliamente comentada la manera habitual por la cual siempre consigue su puesta en libertad sin que de momento haya habido posibilidad de culminar sus andanzas con una decisión judicial de encarcelamiento.
Ya en el pasado mes de agosto, por vía oficial de la Subdelegación del Gobierno en la provincia, se daba cuenta de una nueva detención por parte de la Policía Nacional leonesa de este joven de apenas 22 años, que entonces hacía la número 24 sólo contabilizando las de este año, atribuyéndosele entonces 52 presuntos delitos del mismo tipo o contra el patrimonio. Ocurre que muchas veces es más cuantioso el daño causado con las roturas para acceder que el valor mismo de lo que roba.
Casi siempre igual
En aquel momento se relataban con algún detalle sus dos últimas actuaciones, empleando las rudimentarias tácticas de manual que se han convertido en marca de la casa: de manera aleatoria escoge un local en el cual desea robar, busca en las inmediaciones algún objeto pesado, preferentemente una alcantarilla por ser lo que más a mano encuentra, rompe el escaparate o puerta de acceso con un fuerte golpe, causando siempre importantes destrozos, aprovechando así para colarse en el interior y llevarse dinero en metálico o material.
Las mismas fuentes confirman que, a pesar de constar de algunas pruebas -se ha llegado a cortar, por ejemplo-, sus vagos argumentos en las declaraciones ante los policías y los jueces, aduciendo que no recuerda los hechos, junto al hecho de su adicción a las drogas, suele ser suficiente para que pocas horas después de pasar a disposición judicial vuelva a ser liberado. Y no suelen pasar muchos días hasta que vuelve a actuar de idéntica manera. Se trata de una situación que llega a irritar ya a los propietarios de los establecimientos que han sido objeto de los robos, así como de los propios agentes policiales, mientras además se dificultad cada día más la convivencia con esta persona en el edificio y el barrio donde reside de manera irregular desde hace mucho tiempo.
ILEÓN ha podido saber que este viernes 29 de septiembre está nuevamente citado ante el juez en una nueva vista oral por varios hechos presuntamente delictivos muy similares entre sí.