Investigan en Valladolid a un padre que dejó tres meses en su cocina a un perro en estado de descomposición

Protesta tras el truculento suceso del perro Cooper muerto en el seno de una familia de acogida, protagonizado por la protectora DEFANIVA.

Agentes de la Guardia Civil de Valladolid investigan al hombre de 41 años de edad, vecino de la localidad de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), como supuesto autor de un delito de maltrato de animales domésticos, después de que la semana pasada se hallara en su domicilio, que comparte con su mujer y su hija de corta edad, el cadáver de un perro en estado de descomposición y que mantuvo en la cocina durante unos menos tres meses.

La imputación en calidad de investigado se produce después de encontrar al animal muerto con un trapo en la boca, que convivió con la familia en la vivienda, entre ellos una niña de corta edad, sin avisar a nadie y sin realizar ninguna acción, según informa la Guardia Civil.

La investigación se inició el pasado 20 de agosto cuando se recibió una llamada telefónica en la Central Operativa de Servicios de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid de la presidenta de la Asociación Protectora de los Animales DEFANIVA, en la cual comunicó que se habían personado dos miembros de la Asociación en un domicilio de la localidad de Santovenia de Pisuerga.

El motivo era comprobar el estado en que se encontraba un perro (que habían llamado Cooper) que hacía unos meses dieron en adopción a los miembros de la familia que reside en ese domicilio, y que, según les informó una persona de la localidad, hacía tiempo que no le veían, a la vez que les relató la propietaria de la vivienda que el can llevaba muertos varios meses.

Una vez en el domicilio, una Patrulla del Puesto de la Guardia Civil de Cabezón de Pisuerga, así como el Equipo del Seprona de Valladolid, localizaron en la cocina un espécimen de canido de raza mestiza sexo macho, en avanzado estado de descomposición, que se encontraba tapado con un edredón, una manta y un plástico.

En el lugar existían gran numero de larvas e insectos en su superficie así como en la casi totalidad del suelo de la cocina. En la boca del animal se observa la existencia de un trapo, siempre según las mismas fuentes. Además, la puerta de la cocina se encontraba sellada por sus extremos con cinta de carrocero. El titular del perro, según contrato de adopción y cesión, no acreditó las circunstancias que rodearon el fallecimiento del animal.

Esta persona convivía en el domicilio con su esposa y una hija de seis años. Debido a las condiciones higiénico sanitarias existentes en la vivienda con motivo de la presencia del canido en avanzado estado de descomposición, el cual desprendía un gran olor, existiendo numerosos insectos en dicha dependencia, se trasladó temporalmente a la menor al domicilio de una vecina hasta la retirada de los restos del animal, asi como tras la limpieza y desinfección de la zona, y regresando a su domicilio de nuevo a las 21 horas de ese día. Además, se informó de los hechos al CEAS de Valladolid, así como a Fiscalía de Menores.

Los restos cadavéricos fueron retirados por una veterinaria del Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid, con ejercicio profesional en Santovenia de Pisuerga, no pudiendo realizar Necropsia.

Debido a todo lo expuesto, presencia de un trapo en la boca, el tiempo que llevaba el animal muerto y conviviendo la familia con los restos del mismo en la vivienda sin avisar a nadie y sin realizar ninguna acción, se procedió a la imputación en calidad de Investigado del varón, como presunto autor de un Delito de Maltrato de Animal Domestico. El Puesto de la Guardia Civil de Cabezón de Pisuerga instriye las diligencias para ser puestas a disposición judicial.

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