Por qué sería injusto quitar la calle a Mariano Domínguez Berrueta

Una fotografía de Mariano Domínguez Berrueta.

María Dolores González Almendros

Planteo una serie de cuestiones que rebaten el contenido del Informe del Área de Historia Contemporánea de la ULE para suprimir nombres del callejero leones en lo referente a la calle dedicada a don Mariano Domínguez Berrueta, y como bisnieta del mismo, señalo lo siguiente:

El Informe de la Universidad de León afirma que Mariano Domínguez Berrueta “apoyó el golpe de Estado contra el gobierno legítimo de la Segunda República”. Apoyar un golpe de estado es ayudar o favorecer el mismo (RAE) y sólo podría realizarse colectiva o grupalmente, desde una posición de poder, militar o político o de grupo popular militarizado. El golpe de estado es una acción, un acto, que se da en un momento determinado. No se puede apoyar un golpe de Estado de 1936, en un estado de guerra en 1937. Se apoyaría, en todo caso, la guerra, no el golpe de Estado.

En primer lugar, don Mariano no ha manejado nunca un arma, una bayoneta ni siquiera un puñal. A lo más que ha llegado es a manejar los cubiertos para comer. Nunca se ha levantado en armas contra la República, ni mató a nadie. En segundo lugar, nunca fue juez, ni participó en ningún jurado ni durante la guerra ni durante la Dictadura de Franco.

Y lo digo: el Sr. Berrueta no apoyó el golpe de Estado contra el Gobierno de la II República, ni el de 1934; ni en el de 1936, ni mucho menos con un artículo en un periódico en 1937.

La evidencia la ven en un artículo del Diario de León en 1937: no hay exaltación, ni violencia, ni persecución: no cabe aplicar la Ley. Hay libertad de expresión: son 'Ecos de Sociedad', opinión sobre los leoneses. Estábamos en plena Guerra Civil. Todos los periódicos hablaban de ello.

No organizó el desfile de la Victoria

Que organizó el Desfile de la Victoria de 1939: no es cierto. Fue la Falange y la Sección Femenina y no era ni falangista ni mujer. Nunca perteneció ni a la Falange ni al Movimiento. Numerosa prensa del día 23 de mayo de 1939 puede informarles de que el desfile lo organizó la Falange Española y la Sección Femenina y participo en ello el Ayuntamiento de León, la Diputación provincial e incluso el Obispado de León, así como el Gobierno civil y el militar de la ciudad, con la aprobación de todos los leoneses que salieron a la calle a aplaudir. Nadie puede pensar que don Mariano pudo organizar, él solito, un desfile por León de toda una Legión Condor, formada por 5.000 hombres, 4.600 personas vestidas con sus trajes típicos, la presencia de Franco con todo su aparato militar, de Gobernadores civiles y embajador de Italia y Alemania. Esa información se la inventó la Diputación Provincial al organizar su Centenario. Como tampoco es cierta la mención que hace de que fuera presidente del Grupo de Tradiciones Leonesas. Se lo propusieron y lo rechazó ya que estaba creando el grupo Amigos de la Catedral. (Diario de León, 24-26 de mayo de 1935). Que se sepa, dio dos conferencias en el Claustro.

No fue colaborador de 'Proa'

Que fue colaborador asiduo de Proa: no es cierto y si tan asiduo era, tendrán muchos artículos y no aportan ninguno. El Informe de la ULE cita como referencia al señor Carmelo de Lucas, y éste no aporta ni un artículo de él, ni una fecha, sólo una nota al pie y para decir que colabora con Proa, cita un artículo del Diario de León. Además, éste mismo, en la página 165, señala que el Grupo de Tradiciones Leonesas organizó unas charlas en el claustro, en 1937, en las que interviene don Mariano. Pues bien, dichas charlas se dieron en junio de 1934 y agosto de 1935. El Grupo de Tradiciones desapareció en 1936, luego, pocas charlas pudieron dar un año después.

Nombrado diputado provincial por los franquistas

Fue nombrado diputado en la gestora de la Diputación de León del 22 de agosto de 1936. El 22 de agosto de 1936, (BOP de 8 de octubre) el nuevo Gobernador civil cesa a la anterior gestora de la Diputación provincial y nombra una nueva en la que incluye a don Mariano. Por el Boletín Oficial de la Provincia de 24 de Octubre, el Gobernador civil nombra otra Gestora de la Diputación y ya no es gestor. El BOP de 31 de octubre señala un nuevo Gobernador civil y una nueva Comisión Gestora, donde tampoco figura.

Conclusión: fue diputado 16 días por BOP o 2 meses si contamos desde que le nombró la Gestora de la Diputación y por voluntad del Gobernador Civil de turno, porque éstos duraban en el puesto menos y nada. ¡Todo un record! Y, al día siguiente, descansó. Por fin, han encontrado una cosa que es cierta. Pero me pregunto: ¿Es este hecho tan importante o tan relevante como para mencionarlo? ¿Es esto todo lo que tienen contra él? ¿De verdad, esto es serio? ¿Hay violencia, persecución o exaltación del franquismo?

Sierra Pambley

¡Importante tacha, dicen! Fue nombrado miembro del patronato de la Fundación Sierra Pambley, tras la sublevación. No es cierto. Se nombran patronos en 1938, no en el 36.

Circular de 2 de septiembre de 1936, se cita al patronato para que en 72 horas se presenten en el Gobierno civil, para practicar diligencias sobre la Fundación. No acude nadie.

Circular de 8 de septiembre: se afirma que no se han presentado y se desconoce su paradero, el Gobernador civil manda orden de busca y captura para los miembros del patronato. No acude nadie.

Citación el día 7 de agosto de 1937, sin que se presente nadie y requerimiento para comparecer el día 9 de noviembre del 37, sin que tampoco se presentara nadie (vean los BOP).

En el BOP de 29 de agosto de 1936, el Gobernador civil, por Circular, confía las funciones propias de dicho Patronato a la Comisión Gestora provincial. No nombra nuevos patronos, sino que la dirección y gestión de la Fundación estará en manos de la Diputación provincial. En 1937, los miembros del patronato estaban desaparecidos. En 1938, por Resolución de 5 de noviembre, se designaron patronos para lo sucesivo al señor Obispo de León, un Jefe de la Delegación de Hacienda, el Director del Instituto Nacional de Enseñanza Media, el Ingeniero Jefe de la Sección Agronómica y don H. Camargo.

Don Mariano cesó como Director del Instituto de León en septiembre de 1936 y, por el proceso de depuración en la enseñanza a que fue sometido, en 1937, se le declaró inhabilitado para cargo directivo. No era Director en 1938. No podía ser miembro del patronato de la Fundación.

La censura de la biblioteca

Se le atribuye el Informe sobre las Bibliotecas Sierra Pambley: el extracto de la Sesión de 10 de Septiembre de la Comisión Gestora de la Diputación provincial (BOP 28 de noviembre de 1936) expresa que “procede aprobar las gestiones preliminares hechas por la toma de posesión del Patronato de la Fundación y nombrar una Comisión Directriz formada por los señores gestores residentes en la capital, con atribuciones para investigar, inquirir y resolver los problemas que se presenten. Se le encarga a una Comisión Directriz, no a don Mariano. Él lo presenta como miembro de esa comisión a la Diputación que es la encargada de ello ante el Gobierno Civil. Él presenta, no quiere decir que redacte. Él presenta, no quiere decir que haya sido él quien censuró los libros. En todo caso, sería responsable el presidente de la Diputación, que es a quien se le requiere para presentar al Gobernador, no él. Aquí se están ”cargando al mensajero“. Y dice: ”señores gestores residentes en la capital“, no don Mariano Domínguez Berrueta. Él, en su propio nombre y por su propia voluntad, no tendría acceso a la Biblioteca. La autoridad se la otorgó la Diputación de León.

En cuanto al contenido del Informe que le atribuyen, decir que el 28 de agosto del 36, el Gobernador Civil afirma que había encontrado libros pornográficos y de propaganda comunista y anarquista en la Fundación Sierra Pambley y requiere a los miembros de la Comisión gestora de la Diputación que se presenten urgentemente. Pues, el informe se dice que se encontró lo mismo. Véase que dice “Comisión gestora de la Diputación”, no dice Mariano D. Berrueta.

El 14 de septiembre, el Gobernador civil señala que “la recogida de libros pornográficos está casi terminada. Queda ahora hacer la misma labor de higiene social en la que genéricamente ha dado en llamarse literatura rusa... Libros traducidos e importados por elementos comunistoides... los jefes de bibliotecas públicas de todo orden, informaran antes del 18 del corriente, a las 10 horas, de la existencia de libros de esta índole y ese Gobierno procederá en la forma conveniente a la recogida y retirada de esta clase de obras. La falta de cumplimiento en el plazo dicho, podrá ser castigada con encarcelamiento, multa o pérdida de empleo”.

Informe de la Gestora: “Una copiosa literatura socialista, comunista y comunistoide, rusófila y roja”. Repárese en el término “comunistoide”, en el mismo término que el Gobernador Civil. Es totalmente imposible que un escritor, como don Mariano, escritor de la generación del 98, cuya tónica general de todos ellos era la admiración a los novelistas rusos (él en varias de sus obras cita a Tolstoi, casi tanto como al Quijote) mencione a estos autores como reprochables. Es más probable que pensara en los destinatarios del Informe, que por citar a rusos ya pensaran que eran comunistas. Y mezcla a Barbusse con Tolstoi.¡ Una burrada! Pero, además, también es imposible y nunca escribiría mal Dostoíevski (pone Dostoiouski) o Merejkovsky (que pone Merejhoski). ¡Un escritor del 98! Imposible: ¡¡¡Antes se hace el harakiri!!!

Afirmo categóricamente: esto no es suyo. Dice el informe: “La comodidad de la instalación y la facilidad que daba la Biblioteca para prestar libros, llevaba a sus salas provistas de buena calefacción, una concurrencia numerosa y aumentaba con ello el daño social de difusión de lecturas demoledoras”.¿Salas con buena calefacción? ¡En agosto, señores! En pleno verano. ¿Concurrencia numerosa? ¡Si estaba cerrado! Clasifica los libros en dos grupos: uno, si el Gobernador civil encontró libros comunistas y anarquistas, no iban a decir ellos que no existían. ¿No?.

Segundo grupo grupo, dicen que estos libros “puedan servirse de ellos con fines laudables como los estudios apologéticos, que necesitan conocer los errores para combatirlos”. ¿Estudios apologéticos? ¿No sería una disculpa para su conservación? Un poco cursi, pero bueno...

Conclusiones

Mi conclusión es que este Informe fue entregado al Gobernador civil en el plazo por él dado: el 18 de septiembre, bajo sanción en contrario y su contenido estaba de acuerdo con lo señalado por él. Que dicho Informe fue redactado por la Comisión que estaba formada por más de una persona, de las cuales, don Mariano era parte.

Señores, esta Comisión Directriz se creó para salvar las Bibliotecas de Sierra Pambley. Y no se quemó ni un libro y no desapareció ninguno. Estoy segura de que si se vio una obra de Tolstoi, hoy debe de existir en la Biblioteca.

Él se jugó la vida, junto a sus colaboradores en esta tarea... ¿Por ser gestor de la Diputación menos de un mes? Pues más le hubiera servido haberse presentado a las sucesivas elecciones por más de 20 años. ¿Por dinero? No creo que haya cobrado pero aún así, no compensa el riesgo de cárcel, multa o fusilamiento. ¿Por poder? No creo que fueran tiempos para buscar poder cuando no se sabía quién iba a vencer la guerra.

Ley de Memoria Histórica

La Fundación Sierra Pambley es una Fundación privada y lo realizado en ella en 1936, cuando estaba huérfana, sin patronos, abandonada tras la detención de Pío Álvarez en agosto, no puede servir como fundamento para la retirada del nombre de una persona del callejero leonés, que es público y más, cuando el señor Carantoña que redacta el informe de la Universidad de León, entre otros, es patrono de la Fundación.

Porque ello nos llevaría a pensar que primarían más sus intereses privados que los públicos y de todos los leoneses. Y no sería muy ético, sobre todo, cuando el único motivo o “importante tacha” para retirarle el nombre a la calle viene referida, según ellos, a la Fundación, sin que haya habido persecución ni violencia hacia nadie ni exaltación del franquismo, como preceptúa la Ley de Memoria Histórica.

La Ley 52/2007, de Memoria Histórica, en el artículo 1 protege a personas físicas que sufrieron persecución o violencia física. Es a nivel individual físico y personal. En ningún caso, entra como víctima una Fundación privada, cuando el supuesto daño ha sido a unos libros y no a sus cuerpos físicos: no es persona física.

El artículo 15 se refiere a la retirada de “escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación”. En el apartado 2 dice que “no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados...” En la calle puesta a nombre de don Mariano Domínguez Berrueta, vemos una placa con un libro y una pluma. Porque él era escritor, no político, ni militar ni juez. Pero, además, forma parte del denominado Callejero Histórico de la Ciudad, por lo que le sitúa en la posición del apartado 2, artículo 15 de la Ley, que excluye estas placas y menciones.

No cumple las condiciones de la Ley: no hay exaltación, no hay persecución, no hay violencia.

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