Una hostelera de León, condenada a readmitir a un camarero al que echó sólo por ser gitano y a pagarle 7.501 euros

Un camarero durante su jornada laboral, en una fotografía de archivo.

EFE

El juzgado de lo Social número 3 de León ha emitido una sentencia en la que declara nulo el despido de un camarero, que deberá ser readmitido, al considerar que la decisión sólo se basó en que el citado trabajador es gitano.

La jueza del caso, Helena Antona Suena, observa una clara vulneración de derechos fundamentales y en su decisión obliga a la empresa a abonarle una indemnización de 7.501 euros. Y su que en su sentencia considera probado el “clima hostil que percibía el trabajador por su condición racial”. La sentencia concluye así en vía de primera instancia pero todavía puede ser recurrida, detalla eldiario.es.

Según la sentencia, a la que tuvo acceso EFE, el trabajador reconoció durante el juicio celebrado el pasado 17 de mayo que tenía una buena relación laboral con la empresaria que lo había contratado. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando ésta se entero que era gitano, y llegó al punto de recriminarle por no haberlo hecho constar antes de firmar el contrato para trabajar en su establecimiento hostelero de León.

El empleado, Pedro H.R., explicó ante el juez que el trato de la jefa cambió de manera total a partir de ese momento, incluso haciéndole comentarios con un claro componente racista tales como: “Tienes que leer más y aplicarte en los estudios en vez de sentarte con primos a tomar litronas y tocar guitarras”.

En otra ocasión, según relató, había un grupo de hombres gitanos en el restaurante tomando algo y la jefa le dijo a Pedro, literalmente: “¿Ves por qué no quiero gitanos trabajando aquí? Antes, venían de vez en cuando y, ahora, a menudo, y eso no es bueno para el negocio”.  Una de las personas que estaban allí escuchó este comentario y fue citado a testificar en el juicio ratificando la versión del trabajador. 

Tras hechos hechos, transcurridos algunos días, la jefa citó al trabajador a la puerta de un centro comercial, y allí, de manera verbal, le indicó que ya no lo necesitaba más y que no contaría con él, sin darle más explicaciones sobre los motivos de su despido. 

La jueza, en su motivación de la sentencia, destaca “la falta de acreditación por parte de la empresa de la existencia de los hechos motivadores de la decisión extintiva, unido a las versiones contradictorias ofrecidas en cuanto a la forma y el motivo del despido del trabajador”, así como a que considera acreditado “el clima hostil que percibía el trabajador por su condición racial”. Todo ello, ofrece “indicios suficientes de la discriminación padecida por este en la acción extintiva”, concluye.

Mediación y demanda

El trabajador decidió entonces acudir a la Fundación Secretariado Gitano (FSG) donde le atendió una técnica de igualdad especializada en lucha contra la discriminación, quien le animó a presentar una papeleta de conciliación al Servicio de Mediación y Arbitraje de León y posteriormente solicitar abogado de oficio para presentar la correspondiente demanda.

La abogada de etnia gitana Selene de la Fuente fue citada a declarar como testigo y además jurista experta en casos de discriminación y ‘antigitanismo’. Ella reconoce que “esta sentencia es un buen precedente para los casos tan habituales de discriminación en el empleo por motivos ‘antigitanos’, que sufren muchas personas gitanas y que son vulneraciones graves de derechos, al limitar o impedir a las personas mejorar sus condiciones de vida”. Selene de la Fuente considera, en definitiva, que “sentencias como estas son fundamentales para que haya justicia y una reparación adecuada a las víctimas”.

Desde la Fundación Secretariado Gitano se espera que este caso sirva para animar a más víctimas a denunciar cuando sufran discriminación racial o étnica en el empleo o en cualquier ámbito, y recuerda que pueden hacerlo llamando al número 021 activado desde hace unos días para acceder al Servicio de Asistencia a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE). Se trata de un órgano adscrito al Ministerio de Igualdad, y el servicio es prestado por la FSG junto con otras siete entidades referentes en la lucha contra todas las formas de racismo.

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