Homenaje a título póstumo a Ángel González Álvarez en la Casa de León en Madrid

Homenaje a Ángel González Álvarez en la Casa de León en Madrid.

ileon.com

La Casa de León en Madrid en su programa de actividades, presta una especial atención a las conmemoraciones de efemérides como los centenarios del nacimiento de leoneses que han tenido una especial relevancia para la provincia. Este es el caso de Ángel González Álvarez, nacido en Magaz de Cepeda en 1916, que como recordó el presidente de este acto, Antonio Álvarez expresidente de La Casa de León en Madrid, fue además de catedrático de metafísica y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, impulsor de la enseñanza media y de la creación de institutos y centros delegados en toda la provincia en su etapa de director general de Enseñanzas Medias.

Fueron ponentes en el acto los también profesores de metafísica, Ángel Luís González García y Guillermo Quintana. El primero, desgranó una laudatio en la que además de recorrer su amplio currículum, recordó lo que otros alumnos y filósofos han dicho del homenajeado: “hombre amable, respetuoso y muy humano” que desarrolló su labor de profesor tanto en España como en Argentina de manera “laboriosa, enérgica, tenaz y perseverante”, que enseñaba que “el pensar es imposible que termine”, lo contrario de los dogmáticos que no admiten que la filosofía bebe del pasado pero está en permanente evolución. Con ocasión de su jubilación en 1985 el rector Amador Shuller lo definía como “ejemplar profesor y maestro que enseño a pensar”. Y finalizó con una frase de González Álvarez “la libertad no es sólo estar libre de, sino estar disponible para”.

Por su parte, Guillermo Quintana, compartió con los numerosos asistentes al acto, su experiencia como alumno y amigo de Ángel González Álvarez. Destacó la preparación de sus clases, la convicción con las que impartía cátedra, la claridad de la exposición y su anclaje con la realidad. También se refirió a alguna de las críticas que el profesor González Álvarez recibió de otros colegas, principalmente, que su pensamiento fuese “unidireccional” centrado en Arístoteles y Tomás de Aquino y que ignorase a filósofos y corrientes de pensamiento “modernos”. G. Quintana desgranó argumentos para refutar ambas, recordando su innegable conocimiento de todas las corrientes filosóficas y el respeto y rigor con el que siempre las expuso y las tesis doctorales que dirigió sobre filósofos que van desde Descartes a Camus. Finalizó su intervención con una referencia a una máxima de Ángel González Álvarez “la importancia y el valor del trabajo personal”.

El colofón del acto lo puso Antonio Álvarez, quién emplazó a los asistentes a la segunda parte del homenaje el viernes 15 de abril, que se centrará en el otro aspecto de la vida de Ángel González Álvarez que La Casa de León en Madrid quiere resaltar: su etapa como miembro de la Real Academia de Ciencias Políticas y Morales.

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