Hombres que luchan contra el hielo y la nieve en la provincia

Imagen de una carretera despejada este miércoles. Foto: @MayoJos

M.C.

Son las 5.00 am y suena el despertador para Jose Mayo. Así, un día más, el encargado de conservación de carreteras de la Junta de Castilla y León, tiene que hacer frente a una nueva jornada, protagonizada por el frío, la nieve y el hielo, para que el temporal no arrase con su llegada la normalidad de los pueblos de la demarcación de carreteras situadas al Oeste de la provincia de León.

Se trata de carreteras de montañas de complicado acceso, que comunican lugares tan bonitos como peligrosos cuando el temporal acecha: Foncebadón, Laciana, La Cabrera, Ancares, Babia... y en los que la vida perdería su ritmo habitual si no fuera por el trabajo de Mayo y su equipo.

Las máquinas arrancan motores a las 7.00 horas pero, antes de salir a quitar la nieve existe mucho trabajo de coordinación a las espaldas de José Mayo y de sus compañeros de equipo. “Estoy pendiente de los partes meteorológicos y de la información de exploración de los vigilantes, que me mandan avisos y determinan qué zonas son las más afectadas”, apunta Jose Mayo. Además, cada vehículo cuenta con un sistema GPS que informa del tiempo real.

Nieve en un carretera de Fresnedo. Foto: @MayoJos

En este caso, ante las fuertes nevadas y temporales siempre hay un protocolo que seguir: “La prioridad son los núcleos urbanos, las poblaciones más grandes que no se pueden quedar incomunicadas. También es muy importante dar cobertura a las urgencias médicas”, añade Mayo, que lleva trabajando tres semanas sin descanso.

Para garantizar un mejor resultado, la Junta de Castilla y León divide la carretera N-630 en zona Este, con 1.200 kilómetros, y zona Oeste, con 800 kilómetros.

Un trabajo muy duro, pero poco reconocido

Las máquinas quita nieves de la demarcación Este de este sistema de la provincia de León son diez, más una fresadora. Estos días, con las intensas nevadas el trabajo es continuo, sin descanso, y desde las 7.00 horas que comienzan a trabajar ninguna se apaga antes de las 22.00 horas.

“Se trata de un trabajo muy sacrificado, que nosotros hacemos con gusto, pero a veces nos duelen los comentarios que se lanzan sobre nuestra función”, apunta el encargado de conservación, que ya suma más de 20 años de experiencia. Y, es que, muchas veces sólo se tiene en cuenta dónde no han podido llegar, sin valorar el riesgo y el esfuerzo que supone limpiar las carreteras de los puntos a los que consiguen acceder. “Tratamos de llegar a todos los rincones de la provincia porque queremos que todos los leoneses puedan transitar por carreteras limpias”, apunta Mayo, pero a la vez pide un poco de comprensión: “A veces está en la mano de los conductores el uso de vías alternativas, que en circunstancias especiales como las nevadas de estos días, suponen un esfuerzo pequeño para los conductores y que facilitan la labor de todos”, añade.

No es falta de sentido común, quizás sí de información, puesto que cualquiera que se ponga en la piel de estos hombres que luchan contra el temporal durante casi 15 horas seguidas al día, sabrán valorar su trabajo.

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