Fomento diseña un nuevo modelo de transporte que atenderá a 1.200 pueblos sin servicio

El transporte público de viajeros por carretera sufrirá en Castilla y León una transformación “radical” que dará lugar a un nuevo modelo más eficiente que permitirá atender a 1.200 pueblos que no cuentan actualmente con servicio y mejorar la oferta del resto, con un incremento de las expediciones de entre un 20 y un 30 por ciento, y una rebaja de los precios. El sistema se sustentará sobre una red de 50 concesiones, frente a las 303 actuales, que integrarán las rutas de uso general y escolar, y que exigirá un desembolso público de 16 millones de euros anuales.

El derecho europeo ha sentenciado al actual modelo de transporte, que tiene como fecha de caducidad el 1 de enero de 2019. Ese día nacerá un nuevo sistema por lo que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha comenzado cinco años antes a planificar el proceso de transición. Este “macroproyecto”, que ya está muy avanzando, se sustentará en la nueva Ley de Ordenación del Transporte, cuyo anteproyecto ya está redactado. Supondrá darle “la vuelta al calcetín”, según fuentes de este departamento.

El vencimiento de las concesiones en 2019 y la imposibilidad de prorrogarlas más ha impuesto una apretada agenda de trabajo a la Consejería que dirige Antonio Silván. La Dirección General de Transportes ha elaborado en primer lugar una nueva normativa, que estudiará en semanas los órganos consultivos de la Comunidad, para que llegue en la recta final del año a las Cortes. En paralelo, está trazando un esquema territorial que sustituirá al actual, que se puso en marcha en la década de los 40 y 50 del siglo pasado, transformando un sistema “lineal” en otro “zonal”.

Esta nueva red del transporte de Castilla y León pretende acabar con las ineficiencias de una organización que según la Junta se ha quedado anticuada para dar respuesta a las demandas de movilidad de Castilla y León, una comunidad muy extensa y con una población envejecida que reside en un gran número de núcleos rurales. No obstante, seguirá siendo deficitaria, pues requerirá de un apoyo público de 16 millones, si bien con esta partida podrá llegar a “todos los rincones de Castilla y León”, en concreto, a 1.200 localidades de unos 40 municipios, a través del Transporte a la Demanda.

Revolución

Por un lado, Fomento garantizará el funcionamiento del transporte regular de viajeros hasta 2017, manteniendo las partidas para sufragar este servicio, que en los últimos años han ascendido a once millones. Con esta cantidad, la Junta cubre el déficit de explotación de las diferentes líneas, tras la reestructuración llevada a cabo a partir de 2011 para optimizar los recursos, adaptando la oferta a la demanda de viajeros. Este plan mantuvo todas las rutas, si bien se ajustaron las expediciones y frecuencias.

Fomento pretende despejar el camino a la Ley de Ordenación del Transporte de Castilla y León, que podría aprobarse en esta legislatura, si bien su tramitación podría demorarse. Además, tendrá que renovar en 2015 otras 85 autorizaciones especiales que no requieren ser licitadas. No obstante, la Consejería centra sus esfuerzos en cerrar el nuevo modelo. Para ello, tiene casi listo el mapa de las nuevas concesiones públicas, que se caracterizará por ampliar su tamaño, lo que permitirá a las empresas operar de una forma más eficiente, un objetivo en el que jugará un papel importante las nuevas tecnologías.

Mapa de 50 concesiones

La Consejería propone reducir las 303 concesiones de servicio público actuales a unas 50, con una media de cinco por provincia. Están diseñadas de acuerdo a criterios de equilibrio económico, incluyendo rutas con beneficios y otras deficitarias. A ellas se sumarán las referidas al transporte metropolitano y los ayuntamientos podrán completar los servicios públicos, asumiendo la financiación de los mismos.

También integrarán las rutas de transporte escolar (1.700) y general, si bien en el 80 por ciento de los casos niños y adultos no compartirán autocar. Fomento insistió en que el modelo es seguro, puesto que los usuarios están identificados y los menores viajarán con un acompañante. De hecho, recordó que esta experiencia ya se ha puesto en marcha en 24 rutas en Ávila, León, Palencia, Soria y Zamora con unos resultados positivos.

De esta forma, se pretende evitar la quiebra del sector, si bien Fomento advirtió de que tendrá que afrontar un proceso se reconversión. Además, la administración autonómica ha consensuado el nuevo modelo con las empresas, si bien advirtió de que se trata de un requerimiento de la Unión Europea, que además resolverá las nuevas necesidades que genere el proceso de ordenación de los territorios de Castilla y León.

Calendario

Estos títulos concesionales se licitarán en 2017, siguiendo un régimen que garantizará, según Fomento, la igualdad de oportunidades al sector. Se tramitarán durante ese ejercicio y 2018, para que el 1 de enero de 2019 puedan circular los autobuses. Se otorgarán por un periodo de diez años, prorrogable durante cinco más, y se permitirá la subcontratación de servicios, para que las 195 empresas que operan actualmente puedan seguir funcionando, aunque no consigan ningún contrato.

El cambio, según la Consejería, se asemeja al establecimiento de un nuevo sistema sanitario o educativo, que implicará que algunas empresas dejarán sus líneas tradicionales para encargarse de otras, así como nuevos itinerarios, horarios, frecuencias y precios. Aunque las prestaciones y la calidad del servicio aumentará, el coste para las arcas autonómicas será de 16 millones, la misma cantidad que Fomento dedicaba a este servicio público antes de 2011.

Transporte

El transporte por carretera cubre más del 90 por ciento de los desplazamientos que se producen en la Comunidad, destacando el vehículo privado sobre el resto de medios. Sin embargo, dentro de los sistemas colectivos, el autobús destaca por su “versatilidad, eficiencia y seguridad”, según la Junta. “Es el más económico para los usuarios, respetuoso con el medio ambiente y el más seguro”, defiende el Ejecutivo.

Las 303 concesiones, que cubren un total de 2.224 rutas, generan 1,7 millones de expediciones para atender las necesidades de 69 millones de viajeros al año de 5.414 localidades. Además, Fomento ha puesto en marcha programas de transporte metropolitano en Salamanca (2006), Burgos (2008), Segovia (2009) y León (2011), de los que se benefician 262 localidades. Por otra parte, el Transporte a la Demanda cuenta con 811 rutas que dan servicio a un millón de habitantes de 3.557 poblaciones, que acumula ya 2,7 millones de reservas.

Finalmente, Fomento remarcó el “esfuerzo” realizado en Castilla y León para garantizar la movilidad de la población ya que sus líneas superan en tráficos a las estatales, a pesar de atravesar un periodo de escasez de recursos públicos.