La esperada última jornada del juicio del Caso Púnica en la Audiencia Nacional ha comenzado con una sorpresiva queja formal de la Fiscalía alegando indefensión y haciéndolo, además, como argumento preparatorio de un posible recurso si finalmente el Ministerio Fiscal no está de acuerdo con la sentencia final que resulte del caso.
En el arranque de la vista, la representante del Ministerio Fiscal recordó en la sesión anterior sel Tribunal limitó a poco más de dos horas el desglose de su informe de conclusiones definitivas, en la que pedía un aumento general de las penas de prisión e inhabilitación para los seis acusados, entre ellos los tres vinculados con la Diputación de León, como son el expresidente Marcos Martínez Barazón, el exdiputado y cargo de confianza Pedro Vicente Sánchez y al anterior interventor Jesus 'Suso' López.
Esa limitación de dos horas obligó a la Fiscalía, adujo, a la hora de explicar debidamente la calificación legal final, hurtando tiempo para explicar y demostrar los presuntos delitos que les imputan ni tampoco a rebatir pruebas presentadas, a su entender, de manera “sorpresiva” por las defensas, provenientes de “autos de otras piezas”, entre otros problemas causados. Argumentos todos ellos que también adujo la acusación de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade), cuya abogada añadió una posible “vulneración de derechos”.
En su descargo, el juez de la causa, Francisco Vieira, admitió la protesta pero rebatiendo varios argumentos. Pero por encima de todos, asegurando que un mayor tiempo de exposición habría provocado más dilación de un juicio que comenzó a finales del mes de noviembre de 2022 y que, ante una posible “extensión indebida” podría haber llegado a “provocar la nulidad de todo” el proceso. Y no sólo defendió que les asistía la competencia de acotar los tiempos de exposición de informes finales sino que incluso hay precedentes “en juicios importantes como el del Procés” catalán, con el que se ha seguido “el mismo criterio”.