Escrache al alcalde de León, Antonio Silván, tras el Pleno sobre la trama 'Enredadera'
La mucha tensión vivida esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento de León en la sesión extraordinaria y monográfica sobre las presuntas implicaciones de miembros del equipo de Gobierno del Partido Popular con miembros imputados y encarcelados de la trama corrupta que destapó en julio la Operación Enredadera ha tenido continuidad, incluso con mayor tensión si cabe, por las calles de León.
Y es que el alcalde de León, el 'popular' Antonio Silván, ha sufrido un escrache (una persecución de protesta por la vía pública) protagonizado por un grupo de personas que le esperaron durante un largo período de tiempo después de que el Pleno terminara, casi por espacio de hora y media. Hay que recordar que Silván es, además, procurador autonómico del PP en el Parlamento autonómico de Castilla y León, como cabeza de lista en las últimas elecciones, así como miembro de la nueva dirección nacional del PP que preside Pablo Casado.
A partir de ese momento, desde que Silván y algunos de sus concejales y colaboradores abandonara el Consistorio de la Plaza de San Marcelo, estas personas le fueron siguiendo a escasa distancia por la vía pública, lanzándole críticas e insultos, mientras aquellos eran protegidos por algunos agentes de la Policía Local de León.
Los 'perseguidores' mantuvieron el seguimiento y los gritos hasta que el regidor y sus acompañantes consiguieron llegar a la sede administrativa del Ayuntamiento leonés, en la avenida Ordoño II. En el transcurso del recorrido se produjo la retención, por parte de los agentes, de una persona que participaba en este acto de protesta, para proceder a su identificación.
Las protestas se han alargado durante buena parte de la mañana en el centro de León desde que a la hora del comienzo del esperado y tenso Pleno, las nueve de la mañana, comenzara la sesión con presencia en la Plaza de San Marcelo de cerca de un centenar de personas, que coreaban críticas y producían intensos ruidos que eran escuchados en el interior del Consistorio.
Parte de ellos eran trabajadores de la empresa multinacional de componentes eólicos Vestas, del polígono industrial de Villadangos del Páramo, inmersos en un conflicto laboral por el posible cierre de la planta y la pérdida automática de sus más de 150 empleados temporales y unos 600 fijos.
También se podían ver en la plaza algunas empleadas del servicio municipal de Ayuda a Domicilio del propio Ayuntamiento, entre otras decenas de personas que habían intentado acceder al esperado Pleno y que se quedaron fuera al completarse el aforo del mismo y cerrarse las puertas, momentos en los que algunos fueron desalojados no sin tiranteces.
Aquí dejamos tres VÍDEOS de los momentos de tensión vividos, el primero desde la salida del Ayuntamiento viejo de San Marcelo hasta la llegada al de Ordoño II: