Entra en pleno servicio la nueva rotonda de conexión con el Páramo y La Bañeza tras 7 años de retraso de la Junta
Esta semana, y siete años después del primer compromiso público de la Junta de Castilla y León, ha entrado en servicio de manera completa tras el remate de las últimas obras la nueva glorieta en la intersección entre las carreteras CL-622 y la N-630, conexión esencial entre León capital, Santa María del Páramo o La Bañeza. Un proyecto en el que la Consejería de Movilidad ha invertido 638.259 euros, resaltan en una nota de prensa pública.
La Junta admite que la intersección entre la nacional N-630 y la carretera autonómica CL-622 era “uno de los puntos más conflictivos de la zona” por el elevado volumen de tráfico y a la dificultad para realizar algunos giros con seguridad, especialmente desde la N-630 en sentido León, de modo que el cruce existente, en forma de 'T', presentaba retenciones frecuentes y situaciones de importante riesgo. Se estima una media de 17.000 vehículos diarios.
Fueron los argumentos esgrimidos hace siete años, en 2018, por el entonces consejero de Fomento, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, pese a lo cual la Junta acumuló años y años de incumplimientos, incluso a pesar de que varias iniciativas del PSOE y Unión del Pueblo Leonés (UPL) en la oposición se lo recordaron en diferentes ocasiones.
Ese retraso también se ha dilatado aún más desde que en mayo 2024 se formalizó ya el contrato con la empresa Padecasa Obras y Servicios SA, dado que desde entonces se tenía que haber ejecutado la rotonda en seis meses, es decir, estar lista en noviembre del año pasado. Pero han tenido que pasar otros ocho meses a mayores.
La nueva glorieta ya totalmente abierta en Ribaseca, en el municipio de Santovenia de la Valdoncina, muy cerca del polígono de Onzonilla, tiene un radio de 22,5 metros en su eje central y dos carriles de 5 metros de ancho. Las isletas interiores están construidas con firme de hormigón pigmentado y bordillos rebasables, y la acera perimetral, de 6 metros de ancho, se ha pavimentado con adoquines de hormigón sobre una base sólida. Y el interior de la glorieta se ha rellenado con grava blanca lavada, un material que mejora tanto la visibilidad como el acabado estético.
Además, se ha ejecutado un paquete completo de firme con diferentes capas de materiales seleccionados y mezclas bituminosas, lo que garantiza la durabilidad del pavimento, dado que hasta ahora cada pocos años se tenía que proceder al reasfaltado del cruce.
También se ha adaptado el sistema de drenaje, se ha instalado alumbrado LED de bajo consumo, se ha renovado la señalización vertical y horizontal, y se han colocado balizas, captafaros y defensas para aumentar la visibilidad nocturna y la seguridad.
Sin mencionar el gran retraso de ocho años desde los primeros compromisos públicos de la Junta de Castilla y León, el director general de Carreteras e Infraestructuras, Jesús Puerta, visitó la conclusión de las obras resaltando que “intervenciones como esta son fundamentales para garantizar una circulación más segura y fluida, especialmente en puntos con alta densidad de tráfico y riesgo de siniestralidad”. Subrayó además que la Junta trabaja de forma constante para “adaptar nuestras carreteras a las necesidades actuales, priorizando aquellas actuaciones que resuelven problemas reales de los ciudadanos y contribuyen a una movilidad más eficiente en el territorio”.
Durante la visita, Jesús Puerta ha insistido en que la Junta “seguirá invirtiendo en este tipo de obras porque sabemos que son necesarias para nuestros pueblos, mejoran la vida de quienes se desplazan cada día y previenen accidentes”, resalta la nota de prensa