El consejero Quiñones insiste en la caza del lobo que denomina “equilibrio poblacional”

Ejemplares de lobo en el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León. / José Luis Leal / ICAL José Luis Leal / ICAL

Juanma de Saá / ICAL

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, insistió hoy en su apuesta por el control de lobos a través de la caza de ejemplares de esta especie, aunque denominándola “equilibrio poblacional del lobo”.

Se trata, aseguró, de posibilitar que sea “lo más pacífica posible” su coexistencia con la actividad ganadera. “La Junta debe dar un mensaje de equilibrio entre el lobo, como especie que puede ser una oportunidad de actividad económica y turística, y el lobo como problema, y tenemos la obligación jurídica de conservarlo pero de forma compatible con actividades tradicionales como la ganadería y la agricultura”, afirmó.

“La sobrepoblación de lobo, que ha ido yendo hacia el sur del Duero, es un problema y provoca fricciones con nuestros ganaderos, sin los que no podemos subsistir. Tenemos que trabajar por el equilibrio entre la conservación del lobo y el compromiso con la ganadería y la agricultura y que los daños se minimicen al máximo”, añadió.

Juan Carlos Suárez-Quiñones hizo estas declaraciones en el Centro del Lobo Ibérico 'Félix Rodríguez de la Fuente' de Castilla y León, ubicado en Robledo, en el término municipal de Puebla de Sanabria, y en el que se encuentran catorce ejemplares de lobo, siete adultos y siete lobeznos. “Es un centro del que se habla en España y en Europa y, por tanto, lo tenemos que potenciar y mejorar”, subrayó.

El consejero acudió a Robledo para visitar la nueva pasarela-mirador del Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, en la que se invirtieron casi 77.000 euros, así como para ver la camada de tres lobeznos nacidos el pasado 14 de mayo.

Programa de Infraestructuras Turísticas

La nueva instalación se enmarca en el 'Programa de Infraestructuras Turísticas en las Áreas Naturales de Castilla y León' de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, que prevé la realización de varios proyectos. Un plan cuyo recuento supone un fiasco hasta ahora, al menos en la provincia de León, como evidencia este recuento de lo ejecutado desde su anuncio allá por el ño 2017.

Entre los proyectos, figuran las fases previas necesarias para la construcción y mejora y adecuación de infraestructuras, entre las que destaca una red de miradores y de equipamientos orientados a distintos tipos de usuarios, en un programa dotado con un presupuesto de 5,7 millones de euros.

El objetivo de este programa es promover el conocimiento, la divulgación y el disfrute de las áreas naturales protegidas que configuran la Red de Espacios Naturales, así como la Red Natura 2000 en la Comunidad Autónoma.

En este contexto, el consejero calificó el Centro del Lobo Ibérico 'Félix Rodríguez de la Fuente' de Castilla y León, de “casa del equilibrio”, donde “se muestran las excelencias del lobo y donde trabajamos al lado de los ganaderos para que puedan seguir viviendo en nuestros pueblos con sus explotaciones”.

El próximo mes de octubre se cumplirán cinco años de un centro de “éxito, bien diseñado y bendecido por la hija de Félix Rodríguez de la Fuente y avalado por más de 161.000 visitas” de personas, según destacó Suárez-Quiñones.

La visita se ha completado con un recorrido por el nuevo edificio de la Unidad de Manejo y Atención Veterinaria, que se acaba de poner en funcionamiento y que viene a sustituir a la caseta de madera que se quemó a principios de 2019.

Este edificio alberga una sala donde se almacenan y preparan las raciones de comida para los ejemplares de lobo, una sala polivalente donde se realiza la asistencia veterinaria, y los aseos y vestidores correspondientes para los integrantes de la Unidad. El coste de este edificio ha ascendido a 65.149 euros.

Una familia que crió a un lobo creyendo que era un perro

Desde el nuevo observatorio-pasarela del Centro del Lobo, el visitante podrá disfrutar viendo la actividad de la última manada constituida, formada por los tres últimos cachorros, nacidos este mismo año -Niebla, Félix y Luna-, y sus progenitores, Sauron y Jara, de nueve y siete años de edad, respectivamente. Sauron nació en el Parque de la Naturaleza de Sendaviva, en Arguedas (Navarra) y fue cedido siendo cachorro al Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León. La historia de Jara es más singular.

Esta loba fue dejada anónimamente en el cajón de recepción del Centro de Recepción de Animales Salvajes (CRAS) de Villaralbo, Zamora, en octubre de 2013, junto a una nota que decía que la habían encontrado en el campo y que 'creyendo' que era un perro la habían llevado a casa, donde convivió con la familia hasta que se dieron cuenta de que era un lobo, siendo entonces entregado de forma anónima a la Junta de Castilla y León.

Esta manada se ha sumado a otra formada el año pasado tras el nacimiento de otros cuatro cachorros, Llagu, Mancha, Sanabria y Tera, nacidos en mayo de 2019, hijos de Oscura y Atila.

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