Nueva vida para el llamado 'edificio Zuloaga', el renombrado pintor y ceramista Daniel Zuloaga que decorada hace ya más de un siglo el edificio situado a los pies de la Catedral de León cuando el inmueble se construyó como residencia del conde de Sagasta, Fernando Merino Villarino.
Tras vivir un largo periplo, el inmueble situado en el número 3 de la calle Sierra Pambley, casi frente a la Fundación de este mismo nombre, será objeto de un proyecto de restauración y de obras. Estas se encaminan a la ejecución de un total de 14 apartamentos.
Así consta en la licencia municipal de obra solicitada por los promotores al Ayuntamiento de León y que el equipo de Gobierno ha concedido en la última sesión celebrada, en la primera semana de este mes de abril. Lo hace con el dictamen aprobado por unanimidad de la reunión extraordinaria de la Comisión Municipal de Desarrollo Urbano que tuvo lugar el pasado 22 de marzo de 2024.
El inmueble, construido a comienzos del siglo XX por iniciativa del conde de Sagasta como su residencia habitual, también en algunos momentos de su historia un pequeño hotel, así como residencia de estudiantes y posteriormente viviendas separadas, un uso que, en modo de apartamentos, volverá a tener tras la realización de las obras previstas.
Una de sus características principales, con las que habrá que tener especial mimo y cuidado, es el antiguo portal de acceso al edificio, Allí permanecen los azulejos diseñados y dibujados por Daniel Zuloaga (Madrid 1852-Segovia 1921), que dejó gran cantidad de obra en la ciudad, parte de ella recién restaurada por el Ayuntamiento leonés con fondos europeos, con una inversión de 234.000 euros de los fondos Edusi para los barrios del norte de la ciudad.
La impronta del artista permanece en León, y especialmente en este edificio, además de en Segovia o Madrid, por ejemplo, en el palacio de Cristal del Retiro o el Palacio Real de la capital de España). Durante años, el colorido del azulejado de Zuloaga era un punto visitable desde el exterior, accionando una iluminación especial, pero hace años que no se puede disfrutar.
Coincide más o menos en el tiempo con el cierre del restaurante situado en los bajos del inmueble de la calle Sierra Pambley, un establecimiento que llevaba su nombre, Zuloaga, y que tuvo un precipitado final en 2019 a causa de la gestión del establecimiento, con sentencia judicial y desahucio incluidas.
Con eso, todo el edificio quedó vacío y en desuso, de hecho escondido ahora tras unas vallas de obra desde hace meses, hasta que se ha planteado el actual proyecto de reformas para volver a darle vida. Con la licencia municipal ya otorgada, se espera que los trabajos no se hagan esperar.