El aval maldito de Flor
La plataforma ciudadana Stop Desahucios León se ha movilizado en la tarde de este jueves frente a una sucursal de la nacionalizada Bankia para pedir que den una solución a la situación de Flor Padierna y sus padres, Pilar y Alfonso, a los que la entidad financiera amenaza con desahuciar de sus respectivas viviendas. A sus padres porque avalaron la casa de Flor que ahora, sin trabajo, no puede pagar.
Bankia lleva un año discutiendo con Flor la situación por la que atraviesa su familia y que les tiene en vilo ante la posibilidad que la entidad financiera se quede las dos viviendas. Para Flor, que ya da por perdida su vivienda, lo más preocupante es que Bankia quiera quedarse la casa de sus padres, un apartamento de 50 metros cuadrados, debido que en su momento avalaron con esa vivienda la compra que ella y su exmarido hicieron en 2007. Y más ante la complicada situación familiar que atraviesan, ella sin trabajo y viviendo los tres con una pensión de unos 700 euros y padeciendo su padre un cáncer.
Flor compró una vivienda en 2007 con su exmarido, y las cuotas de la hipoteca las dejó de pagar al encontrarse sin trabajo y dado que con la pensión que mantiene a la familia son incapaces de hacerles frente. Flor se encuentra desempleada y pide que Bankia se quede con su vivienda mediante una dación en pago y que se olviden de la vivienda paterna, usada de aval en su casa. De la hipoteca quedan pendientes de pago alrededore de 190.000 euros.
Hasta el momento la única solución propuesta por Bankia ha sido quedarse con las dos viviendas y que los padres de Flor puedan acceder a un alquiler social en la suya, pero consideran que con su escasa pensión tampoco es una solución viable. Flor considera que la información recibida de Bankia en su momento fue deficiente y que de saber que podía ocurrir esta situación hubiera impedido el aval. Además se queja que Bankia no aceptó un comprador para su vivienda mediante “largas” y por eso se ha llegado a esta situación. Cree Flor que Bankia quiere las dos casas y por eso rechazó otro tipo de acuerdos. “Se creen que a mi me gusta estar viviendo con mis padres y que me paguen todo a mis 47 años” explica Flor.
Al conocerse la convocatoria de la protesta Bankia convocó a la afectada a una reunión para entregar más documentación y seguir evaluando su caso. Flor sólo pide que sea la solución que sea suponga que sus padres no se queden sin vivienda y puedan seguir viviendo tranquilos.
