Aerovías, las autopistas del cielo que atraviesan la provincia de León
Dice la sabiduría popular que la provincia de León tiene uno de los cielos más bonitos de la península ibérica. Un cielo que nos deja ver cosas tan espectaculares como una tormenta en formato de 'supercélula' o formas de nubes como 'cumulonimbos'. Pero también es un cielo que a veces se tiñe de gris por culpa de los gigantescos incendios que ocurren en la provincia o incluso llegando del vecino Portugal. Un cielo que también es perfecto para maniobras de aviones militares y que también sirve para conectar con aviación comercial unas cuantas partes del mundo.
Por la provincia de León pasan cinco aerovías, que es como se denominan los corredores aéreos por los que transita la aviación. Por eso, muchas veces cuando se alza la vista al cielo se ven las estelas dejadas por el incesante tráfico aéreo, aunque el Aeropuerto de La Virgen del Camino no termine nunca de despegar en cuanto a operaciones y pasajeros más allás de la temporada veraniega.
Las aerovías son espacios tridimensionales por donde transitan los aviones en determinadas condiciones. Con carácter general los aviones deben circular sepadados por, como mínimo, 1.000 pies (304,8 m) de altitud, 10 minutos de tiempo de vuelo, y 10 millas (17 kilómetros) a izquierda y derecha. Unas cifras que pueden variar si está monitorizado por radar desde un centro de control. Por las de León se puede volar a una altitud máxima de 24.500 pies (aproximadamente 7,5 km).
Tres de las 'carreteras' aéreas que pasan por León parten de Asturias en dirección Portugal y Salamanca. Otra, que cruza la provincia de este a oeste, forma parte de un corredor que atraviesa el norte de la Península y la última es una ruta de enlace desde el mar Cantábrico hacia Portugal.
Como es lógico las aerovías generan 'cruces' entre ellas, todos ellos con nombres con cinco letras. Los de León son TUSBA, BISMU y ROVAK, localizados aproximadamente todos ellos en la zona norte de la provincia en las comarcas de los Ancares, Alto Sil y Luna. En esos puntos es donde los aviones pueden variar su rumbo y coger otra aerovía hacia su destino final. Además se señala al aeródromo de León, como punto de salida y destino de aviones, con el código aeroportuario LEN.
Las estelas de los aviones, que se generan por condensación al salir el vapor de agua del avión y convertirse en cristales de hielo, son la marca más evidente de las aerovías, perfectamente visibles en días con los cielos despejados. Una señal de los tiempos modernos que es un placer observar tumbado, por ejemplo, en un verde prado de la comarca de Babia.
