En riesgo 30 empleos en la limpieza de la Universidad de León
La licitación del nuevo contrato de limpieza de edificios de la Universidad de León arranca con polémica. La práctica totalidad de los trabajadores que actualmente se dedican a labores de limpieza en los campus de Vegazana y Ponferrada han seguido este miércoles una sonora protesta contra el concurso de adjudicación, que consideran incurre en una cantidad excesivamente a la baja y que obligará a un recorte de al menos el 30% de la plantilla.
Mientras en el Rectorado de la Universidad de León se celebrara un Consejo de Gobierno los trabajadores mostraban con pitos y gritos su descontento por las condiciones del nuevo contrato que pasa de un coste anual de 2,4 millones de euros a un coste máximo de adjudicación de 1,9 millones de euros. Esta gran rebaja es considerada por los sindicatos como una obligación al adjudicatario a efectuar un recorte de plantilla de al menos el 30%, ya que el coste actual de la plantilla asciende a unos 2,2 millones de euros.
“La Universidad se entiende que es garante de determinados principios y acaba de sacar una licitación que en esos términos va a haber un importante recorte en empleo; entendíamos que hubiera un ajuste pero no de estas proporciones” ha explicado Antonio Nicolás, del sindicato USO. Según sus cálculos se prescindiría de 30 personas de una plantilla total de 103 trabajadores, número similar al de catedráticos que existen en la ULE.
Los sindicatos denuncian que además este recorte se suma al ya efectuado el último año, que ha supuesto un recorte de plantilla y salarios del orden del 20%, al pasar a toda la plantilla de fijas a discontínuas. “En este caso la Universidad se comporta como una empresa 'ratera' que va a por el último empleado de la institución para rebajar derechos y ahorrarse derechos” ha dicho rotundo Nicolás que critica a la Gerencia de la ULE por el contrato que se ha sacado, “pedimos al Rector que rectifique”.
Reconocen desde los sindicatos que con el último recorte del 20% la calidad de la limpieza en los edificios de la Universidad ha bajado considerablemente y apuntan a que el nuevo recorte del contrato provocará más problemas todavía, “se puede ahorrar en muchísimas cosas pero se ha ido a por el más debil, ya que estamos hablado de salarios de entre 700 y 800 euros”.
El concurso está en fase de adjudicación y se han presentado tres empresas, entre ellas la actual contrata, Seralia. La ausencia de las grandes empresas del sector es para los sindicatos un indicativo de lo temerario del contrato. Se estima que la mesa de contratación adjudique en el contrato en los primeros meses del nuevo año.
En la actualidad el contrato está en manos de la empresa Seralia, perteneciente al Grupo Begar del empresario imputado en el caso Gürtel José Luis Ulibarri.
