Premios Atila 2021 a quienes tramitan los macroparques solares y eólicos por la provincia de León

La Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa recoge firmas en una mesa informativa. / ICAL

Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este sábado 5 de junio, Ecologistas en Acción de León hace pública la concesión de sus ya tradicionales Premios Atila para “distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente”.

El Atila este año se ha concedido ex aequo y se ha otorgado, también por partida doble, un accésit honorífico en “esta competida edición 2021”, explican en una nota de prensa, en la que también informan de la distinción a la mejor conducta ambiental con el premio 'Ecologista'.

Elprimero de los premios Atila ha recaído a un mismo tiempo en Fernando Bandera González, Jefe del Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de la Junta en León, y José Luis Ruiz García, jefe del Área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en León. El motivo es que ambos han “admitido a trámite solicitudes de autorización y evaluación ambiental de proyectos fotovoltaicos, y también eólicos, artificialmente fraccionados en claro fraude de ley”.

La organización entienden que “con su proceder están impulsando una avalancha que ya suma miles de hectáreas de placas solares y cientos de kilómetros de nuevos tendidos eléctricos de alta tensión en la provincia, siendo especialmente afectadas algunas comarcas como La Cepeda o Maragatería”, entre otras.

A su entender, los galardonados admiten solicitudes que “amenazan los valores ambientales, agrícolas y paisajísticos del territorio y que tendrán un impacto inaceptable sobre espacios protegidos, tal es el caso de los proyectos fotovoltaicos de la Valduerna que promueve la Junta, o los de Valderrey que tramita la Subdelegación del Gobierno y que, además, cuentan con un importante rechazo social”.

Ecologistas de León recuerdan que ellos defienden las energías renovables siempre que se desplieguen con máximo respeto a la biodiversidad, lo que se conseguiría con una adecuada planificación, porque en el Estado español hay espacio suficiente en azoteas y tejados, en suelos degradados, polígonos industriales vacíos, suelo destinado a infraestructuras, áreas urbanizables sobredimensionadas..., sin necesidad de transformar, por motivos exclusivamente económicos, el paisaje rústico en industrial.

Dos accésits honoríficos

Además, este año Ecologistas otorgan dos accésits honoríficos “a los curas párrocos y a los alcaldes que, año tras año (unos por activa y otros por pasiva) desahucian a las cigüeñas de los pueblos de León, promoviendo unos, y consintiendo otros, la retirada de sus nidos de espadañas y campanarios, atentando contra la tradicional amistad que el pueblo ha profesado siempre a esta especie, tan beneficiosa para el campo”.

Denuncian que últimamente son frecuentes los apeos de sus nidos de las iglesias, los cuales son irregulares en determinadas épocas, y que deben ser notificados y autorizados por la Junta de Castilla y León. Aunque el jurado desconoce el motivo de tan antiecológico proceder, piensa que “tal vez se deba a la consideración de estas aves, tan de actualidad, de ocupas, costumbre típica de la especie, sin disponer de título válido de habitabilidad, y/o bula eclesiástica para usufructuar las torres de los templos”. “O tal vez por moda arquitectónica: estilo minimalista, prefiriendo, los curas y ediles, espadañas peladas, sin ornato o vida alguna”.

Premio Ecologista 2021

El premio en positivo de este año, que ensalza una labor, va para la Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa, asociación altruista que surge en el año 2020, ante la amenaza invasora y destructiva de varios proyectos eólicos de macro aerogeneradores en la montaña leonesa.

Con objetivos claros, de “defensa de la vida sostenible y de respeto del medio rural”, fomentan la solidaridad, la recuperación de ecosistemas naturales tan dañados en el pasado, presente y defienden su futuro. Reclaman una transición energética justa frente a proyectos que repiten un modelo injusto y expoliador.

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