Mide poco más de 60 milímetros. Son característicos su originales colores azul y verde vivos. Nadie sabe a ciencia cierta ni siquiera cuándo y en qué medida se reproducen, ni tampoco cuántos ejemplares quedan en el mundo, pero sí que los que aún sobreviven lo hacen exclusivamente en los Montes de León. Es la escurridiza Lagartija Leonesa. Ese es el nombre común de la Iberolacerta galani. Y es oficialmente desde hoy una especie considerada 'vulnerable', el estadio previo al peligro de extinción.
A falta de docentes herpetólogos en la actualidad en la Facultad de Biología de la Universidad de León, no son pocos los que se mostraban sorprendidos por la aparición hoy de la Lagartija Leonesa en la última actualización del catálogo de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, que modifica el Real Decreto del año 2011.
Se publicó, entre otros, su nombre este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a instancias del Ministerio de Transición Ecológica y así, escurridizamente, este reptil cien por cien leonés se incorpora desde ya a la lista de los animales que podrían perderse para siempre.
La pequeña Iberolacerta galani -antes incluida en la categoría de Iberolacerta monticola hasta que en 1955 el experto Pedro Galán diera cuenta de sus diferencias exclusivas y endémicas y la 'bautizara' con su apellido- sólo se encuentra en territorio de los Montes de León. Es decir, sólo hay noticia de ejemplares en las sierras leonesas de La Cabrera y Teleno, así como en Sierra Segundera y Peña Trevinca, en un pequeño espacio que comparten las provincias de León, Zamora y Orense.
Amenazada por el turismo, el ciclismo o las canteras de pizarra
El propio Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) admite que, entre otras causas posibles, el impacto humano está detrás de la posible desaparición total de la Lagartija Leonesa, amenazadas “por el turismo y sus infraestructuras, como la reactivación o posible ampliación de la estación de esquí del Morredero o la reactivación de la de Fonte da Cova”.
Óscar Arribas, del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, considera incluso que “la finalización de etapas de la vuelta ciclista a León y a España en la estación de esquí del Morredero supone el pisoteo intenso de todas las cunetas habitadas por la especie durante al menos dos días dentro de su periodo de actividad”, teniendo en cuenta que entre lo poco que se sabe de ella es que pone sus huevos en agosto.
También los expertos mencionan otro peligro inminente: las canteras y minas de pizarras y otras actividades de minería a cielo abierto que amenazarían a “las poblaciones más bajas del Teleno (zona de Corporales) o de Trevinca (zona de Casaio)”.
Dónde se encuentra
Y es que este reptil tan huidizo habita de manera habitual en zonas de entre 1.100 y hasta 2.500 metros de altitud, por encima de las masas boscosas, en un clima de alta montaña. En Sanabria y la Sierra de La Cabrera, aparece asociada a rocas ígneas poco fisuradas, en el Teleno y Trevinca vive más bien sobre lajas de pizarras negras, mientras en las cumbres leonesas del Teleno y La Cabrera deambulan sobre cuarcitas.
Su área establecida de distribución limita al norte con la comarca de El Bierzo (sobre todo el valle del Sil), al Noreste Este con la comarca de Maragatería, al sur con el valle del Tera (que desagua hacia el Duero) y al oeste con el valle del río Bibei (que desagua hacia el río Sil).
Todas las rocas donde vive son de considerable dureza, y no sólo parece convenirle. Además, se ha observado que dependiendo de ellas cambian sus coloraciones, siendo los ejemplares que habitan sobre pizarras más oscuros y menos reticulados que los ejemplares de zonas graníticas. Pero todos ellos con ocelos de un color, el azul intenso, como el que más distingue a machos y hembras de otras lagartijas del mundo.
El biólogo José Rafael González López ha dado a conocer algunas de las mejores y más recientes fotografías de la Lagartija Leonesa en el portal Asturnatura.com, imágenes que se pueden ver con detalle aquí, alguna de ellas capturada en ejemplares a orillas del lago de La Baña, en La Cabrera leonesa, y otras bajo Los Morrederos, junto al arroyo de La Yegua, dentro del término municipal de Ponferrada.
Su conservación compete a la Junta
Por su parte, Ricardo Ferreiro, investigador de la Universidad de A Coruña que estudia la presencia de este tipo de animales en todo el noroeste peninsular, recordaba en una información para la Agencia Dicyt que especies como la Lagartija Leonesa hacen que “toda la responsabilidad de su conservación corresponde a Castilla y León, porque es el único lugar del mundo donde existe”. No es el único caso: también es endémica la Lagartija Batueca (Iberolacerta martinezricai), que sólo se encuentra en la Sierra de Francia, en Salamanca. El BOE ya sitúa a esta última 'joya' zoológica en peligro de extinción.
Este experto considera demostrado que los trabajos de taxonomía y determinación de este tipo de especies endémicas son necesarios, porque “hasta hace una década no se sabía que ésta era una especie diferente que únicamente ocupa unas pocas decenas de metros cuadrados en zonas concretas, de manera que es una especie en peligro crítico de extinción sólo por su restringida distribución”.
Algo que a su juicio ha ayudado a caracterizar en gran medida Óscar Arribas, el biólogo 'descubridor' de nuevas especies de lagartijas también en los Pirineos, y que dedicó este detallado trabajo sobre la especie junto a Salvador Carranza en 2015. Y efectivamente, el descubrimiento de la fascinante especie de Lagartija Leonesa es tan reciente que ni siquiera había sido incluida por el Ministerio en el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles en España, que data de 2002.