Diez años después de que la comarca entera lo reclamara a cuenta de la llegada de la Vuelta Ciclista a España en 2014, y siete después de que lo anunciara y prometiera en una histórica visita del presidente de la Junta de Castilla y León Juan Vicente Herrera, todavía no es una realidad el asfaltado de la parte leonesa de Alto de La Farrapona, en la comarca de Babia.
Sin embargo, una supuesta cifra de 1,7 millones de euros que la Junta de Castilla y León da por ya invertidos en este proyecto eterno es la mayor cuantía que hoy se ha destacado “en los últimos años” en el seno del Patronato del Parque Natural de Babia y Luna, reunido en su sede de la Casa del Parque del Paoacio Quiñones de Riolago de Babia, bajo la presidencia del jefe del servicio territorial de Medio Ambiente, Jesús Méndez, que cifró en tres millones nuevamente “en los últimos años” el dinero dedicado a este espacio por la Consejería que preside el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Las cuantías que han destacado, a través de una nota de prensa, y recogidas en la Memoria de Actividades presentada hoy por el director-conservador del Parque, destacan la señalización del parque con 206.000 euros, la concesión de varias subvenciones a los ayuntamientos de la Zona de Influencia Socioeconómica por un importe de 369.694 euros, labores de mantenimiento por 201.000 euros y gastos de la Casa del Parque sin especificar por 235.000 euros.
Para “varias actuaciones de conservación” indeterminadas se sumaron otros 222.708 euros y luego la cifra del acondicionamiento “este último año” de la carretera al Alto de la Farrapona, por un importe concreto de 1.749.331 euros. En realidad, las últimas obras fueron adjudicadas a pocos días del final del pasado año 2023, en su segunda fase, con un plazo de ejecución de cuatro meses, pero por importe muy poco superior a un millón de euros. No consta que pese a haberse sobrepasado el plazo estos trabajos hayan concluido.
Un tenso debate hace un año
En la reunión también informa de la aprobación del Reglamento de Régimen Interior por el que se crearán grupos de trabajo sectoriales con el fin de “dar un impulso” a determinados aspectos del Parque Natural. Por ejemplo, nace el grupo de trabajo de Uso Público, de Conservación e Investigación, de Desarrollo Sostenible y de Participación Social. Ocurre más de un año después del tenso debate ocurrido en las Cortes de Castilla y León, con Unión del Pueblo Leonés (UPL) criticando la dejadez de la Junta con este espacio, hasta el punto del desapego de ambas comarcas por esta figura de protección que les afecta, y el consejero Quiñones sacando pecho de todas las inversiones y mejoras ejecutadas, entonces cuantificadas en 10 millones.
Ahora, con este nuevo grupo de trabajo, el Patronato asegura que se trata de recoger la corriente tanto legal como social de hacer efectiva la participación ciudadana en el conocimiento de la actividad de los espacios naturales protegidos y en su propia planificación, creando este “órgano de interlocución entre la administración gestora, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, y la población, además de las entidades relacionadas de un modo u otro con el territorio para colaborar y avanzar en la corresponsabilización en la gestión” de este espacio.
En total forman parte 36 miembros bajo la presidencia del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en León, ahora Eduardo Diego, personal técnico, los alcaldes de los cuatro municipios enmarcados en la zona (Los Barrios de Luna, Sena de Luna, Cabrillanes y San Emiliano), y representantes de la Diputación de León, de los propietarios, ganaderos, turismo, asociaciones culturales y centros docentes públicos.