¿Cómo ser vegetariano en la provincia de León?

El 1 de octubre se celebra mundialmente el Día Internacional del Vegetarianismo, una festividad establecida desde 1977 por la Sociedad Vegetariana de Estados Unidos y ratificada un año después por la Unión Vegetariana Internacional.

Existen siete tipos principales de vegetarianismo: frugívoro vegetariano (consumen principalmente frutas), ovo-lacto-vegetariano (incluyen huevos y lácteos en su dieta), API (alimentación basada en plantas integrales), ovo-vegetariano (consumen huevos pero no lácteos), lacto vegetariano (incluyen lácteos pero no huevos), vegetariano vegano (excluyen todos los productos animales y derivados) y crudívoro vegetariano (se alimentan de vegetales crudos o cocinados a baja temperatura). Este día no sólo busca promover un cambio en la dieta de las personas, sino también fomentar un estilo de vida más consciente y saludable.

La razón moral es uno de los principales motivos para adoptar el vegetarianismo. Muchas personas eligen este estilo de vida para evitar el maltrato animal, además de conservar los recursos naturales. La salud es otra razón clave para muchas personas. Numerosos estudios han demostrado que una dieta basada en plantas puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Optar por el vegetarianismo puede ser una medida preventiva eficaz para mantener una salud óptima a largo plazo. Con esta premisa se entiende el origen de su término, proviene del latín “vegetus”, que significa completo, sano, fresco o vivaz. Fue adoptada por la Asociación Vegetariana Británica en 1842.

Orgullo de nuestra huerta

Aunque la provincia de León es conocida por su rica tradición en carnes y embutidos, quesos, repostería o vinos, también es una tierra fértil para una gran variedad de hortalizas de alta calidad. A continuación, destacamos algunas de las joyas hortícolas leonesas:

Pimiento Morrón de Fresno de la Vega

La Ribera del Esla, con su fertilidad inigualable, produce el excepcional pimiento morrón de Fresno de la Vega. Este pimiento se ha comercializado fresco durante siglos en ferias locales y regiones vecinas como Asturias, Galicia y Cantabria. Los hortelanos lo asaban y conservaban en tarros de cristal, un método tradicional que ha perdurado hasta hoy. Este producto se puede disfrutar asado, frito, verde o rojo, y es un reflejo de la resiliencia de los agricultores leoneses desde el siglo XVI.

Pimientos Asados del Bierzo

El Bierzo, con su ubicación geográfica privilegiada y clima ideal, produce pimientos asados de sabor exquisito y aroma intenso. Este fruto carnoso y alargado se asocia con la llegada de las primeras heladas, cuando comienza la temporada de asado. Los pimientos asados del Bierzo son un manjar único y versátil, perfecto como guarnición o consumidos solos con un aliño sencillo.

Puerro de Sahagún

Introducido por los monjes cluniacenses en el siglo XII, el puerro de Sahagún se ha convertido en una hortaliza emblemática de la zona. Este vegetal bianual, conocido por su aroma afrutado y textura jugosa, se cultiva tradicionalmente blanqueándolo para mejorar su sabor y textura. Se consume en fresco, en conserva o en crema, y es una pieza clave en diversas recetas gastronómicas.

Tomate de Mansilla de las Mulas

Originario de México, el tomate llegó a la península ibérica en el siglo XV o XVI. En la vega media del Esla, cerca de Mansilla de las Mulas, se cultiva un tomate de piel fina y sabor espléndido, utilizando semillas autóctonas. Este tomate comenzó a comercializarse en las décadas de 1930 y 1940, expandiéndose gracias a su calidad excepcional.

De la tierra a la mesa

Para celebrar el Día del Vegetariano, proponemos unas deliciosas recetas utilizando estos productos leoneses:

Pimientos de Fresno asados con quinoa y verduras: precalienta el horno a 200ºC, lava 2 kg de pimientos de Fresno, úntalos con aceite y sal, y ásalos durante una hora, dándoles vuelta a mitad de cocción. Una vez asados, tápalos con un paño para que suden y pélalos fácilmente, luego córtalos en tiras. Mientras los pimientos se asan, cocina una taza de quinoa según las instrucciones del paquete. Pica un calabacín, una zanahoria y una cebolla en cubos pequeños y saltea las verduras en una sartén con aceite de oliva hasta que estén tiernas. Mezcla la quinoa cocida con las verduras salteadas y sazona con sal y pimienta al gusto. Sirve la mezcla de quinoa y verduras con los pimientos asados por encima y espolvorea con perejil fresco picado antes de servir.

Pimientos del Bierzo rellenos de queso de cabra y nueces: precalienta el horno a 200ºC. Lava 2 kg de pimientos del Bierzo, úntalos con aceite y sal, y ásalos durante una hora, dándoles vuelta a mitad de cocción. Tápalos con un paño para que suden y pélalos fácilmente. Corta los pimientos en mitades y retira las semillas. En un bol, desmenuza 200 g de queso de cabra y mezcla con 100 g de nueces picadas y 2 cucharadas de miel hasta obtener una mezcla homogénea. Sazona con sal y pimienta al gusto. Rellena las mitades de pimientos asados con la mezcla de queso de cabra y nueces, colócalos en una bandeja para hornear y rocía con un poco de aceite de oliva. Hornea durante 10-15 minutos, hasta que el queso esté ligeramente dorado y fundido. Decora con tomillo fresco antes de servir.

Puerros de Sahagún gratinados con bechamel: comienza limpiando dos manojos de puerros, quitándoles la parte verde y haciendo una pequeña cruz en la parte superior para limpiarlos bien bajo el chorro de agua, eliminando la tierra y cortando la raíz. Cuece los puerros en agua con sal y un poco de aceite durante 20 minutos, dependiendo del grosor. Una vez cocidos, colócalos en una fuente para horno. Prepara una salsa bechamel derritiendo 50 g de mantequilla en una sartén, añadiendo 50 g de harina y cocinando por un par de minutos. Incorpora 500 ml de leche caliente, removiendo constantemente hasta que espese. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Vierte la bechamel sobre los puerros cocidos, espolvorea queso rallado por encima y gratina en el horno precalentado a 200ºC durante 10-15 minutos, hasta que esté dorado y burbujeante. Sirve caliente.

Tomates de Mansilla a la plancha con albahaca y queso feta: comienza lavando y cortando en rodajas de 1 cm cuatro tomates de Mansilla de las Mulas. Calienta una plancha o sartén a fuego medio-alto, añade un poco de aceite de oliva y coloca las rodajas de tomate. Cocina durante 2-3 minutos por cada lado hasta que estén bien doradas. Retira los tomates de la plancha y colócalos en un plato. Espolvorea sal y pimienta al gusto, agrega hojas de albahaca fresca y desmenuza 100 g de queso feta sobre los tomates calientes. Rocía un poco más de aceite de oliva virgen extra antes de servir para realzar los sabores.

En el Día del Vegetariano, disfrutar de estos productos de la tierra leonesa es una excelente manera de celebrar la diversidad y riqueza de nuestra huerta.