''Monast es francés''

Lucía Abella

Espera a que abran el kebab para comer y luego seguir andando. Ella es Jahan Monast, de 29 años, está haciendo el Camino de Santiago, como la mayoría de la gente extranjera que pasa por León, y ha elegido hacerlo desde Burgos, no tiene muy bien la rodilla. A pesar del acento mitad inglés, mitad francés, habla perfectamente español, ha estado trabajando como profesora de francés y de historia durante cinco meses en Valencia y un poco más en Barcelona.

Su paso por León es breve: llegó ayer para irse dentro de diez minutos, ''siempre a carreras'' dice entre risas. Jahan, que viene de la ciudad más grande de Alberta, Calgary con un gran desarrollo económico actual, dice que le encantaría vivir más tiempo en España, no le importaría dónde, sin embargo la crisis y otros la echa para atrás.

Se ha alojado en el albergue de las Benedictinas y lo único que ha conocido de nuestra ciudad es el casco antiguo. Ha preferido no entrar en la Catedral para no pagar, aclara ''este viaje para mi es una aventura, para ver si puedo hacerlo, no vengo aquí por la religión''.

Dice que si vuelve a León es porque volverá a hacer el Camino de Santiago, no como meta sino como una ciudad de paso. No puede hablar más, tiene prisa, se despide en todos los idiomas que conoce ''bye! au revoir! ¡adiós!'' y sale prácticamente corriendo. No me ha dado tiempo a preguntarle ¿por qué aquí? ¿por qué España?