Al agua patos en el río Esla, bajo un puente de más de un siglo

Río Esla bajo el Puente de Villafer. / Juanjo Páramo.

Carolina R.

El río Esla a su paso por el puente de hierro de Villafer es uno de los lugares estrella para darse un refrescante baño en verano y, en especial, este fin de semana cuando se prevé que el calor regrese a la provincia después del 'fresquito' de estos últimos días.

El puente se sitúa a las puertas de Villafer y a tres kilómetros de Villaquejida, el municipio vecino al que pertenece la pedanía. Y ambos se ubican a una distancia media de 50 kilómetros de la ciudad de León.

La altura del puente es de unos 4,5 metros, por lo que hay algunos aventureros que se atreven a saltar junto a las pilastras para asegurarse de caer con una buena profundidad. Además, la zona cuenta con algunos atractivos artesanales confeccionados por los propios bañistas como columpios o sogas para lanzarse al agua.

El espacio posee diferentes zonas de sol y sombra, así como un apartado libre de matorrales y acondicionado con mesas ideal para merendar o descansar sobre la toalla. Los animales están permitidos y más de uno saca su perro a pasear a las orillas empedradas del río. Por la presencia de piedras se recomienda a los bañistas utilizar cangrejeras o escarpines para protegerse los pies.

El paraje mantiene parte del paisaje vegetal que tuvo en sus inicios como saucedas, alamedas y chopos oriundos. Además, existen pequeños ecosistemas como humedales y charcales que también se convierten en refugio para aves locales y de paso.

Otra de las formas de disfrutar de este tramo del río Esla es con un divertido descenso con barcas y colchonetas, que se realiza con motivo de las fiestas patronales de Villafer en honor a San Roque, celebradas estos días.

La actividad se desarrollará durante la tarde del domingo 13 de agosto, en torno a las 17.00 horas y tras la gran paellada popular a orillas del río. Además se hará una entrega de premios para las embarcaciones o colchonetas más originales.

Un puente de más de un siglo

El puente consta como un monumento con un carácter simbólico y utilitario para el pueblo, ya que es uno de sus elementos más característicos y por el que seguramente resulta más conocido. La razón de su construcción, hace más de un siglo, no fue otra que la unión por carretera de Valderas con la Nacional VI de Madrid-Coruña, a través de : Villafer, Villaquejida, Grajal de Ribera, Cazanuecos y Roperuelos del Páramo.

La obra tuvo ciertas complicaciones debido a que esta localidad se encuentra en uno de los tramos más costosos del río. Por aquel entonces, previo a la construcción de los embalses reguladores del Porma y Riaño, el caudal del Esla aumentaba notablemente en los inviernos y deshielos. Esto causaba graves desbordamientos que también entorpecieron las obras de construcción del puente, lo que incluso produjo un replanteamiento de su diseño.

Cómo llegar

Para llegar al Puente de Villafer desde León capital se puede tomar la autovía A-66 como la ruta más rápida. Otro de los itinerarios posibles es conducir por la nacional N-630 que va de León a Benavente pasando por pueblos como Benazolve o Villamañán, hasta llegar a Villaquejida. Una vez aquí hay que desviarse a la izquierda dirección Valderas para llegar a Villafer. Se trata de una ruta de 50 kilómetros que se puede realizar en un tiempo de 40 minutos aproximadamente.

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