24 toneladas de alimentos para refugiados ucranianos de tres empresas leonesas
Las empresas leonesas Grupo Sibuya, Legumbres Luengo y Patatas Hijolusa se han coordinado para enviar alimentos de primera necesidad como son el arroz, las legumbres y las patatas, con el objetivo de ayudar a mitigar las necesidades básicas de alimentación de los refugiados ucranianos.
Las tres compañías han querido sumarse a las múltiples iniciativas que han surgido para paliar los efectos del conflicto, solidarizándose con las miles de víctimas que han tenido que desplazarse desde su país y que requieren de toda la ayuda que se les pueda prestar desde Europa.
“Desde que comenzó el conflicto en Ucrania tenemos la mente puesta en esas familias que tienen que dejar su casa y su trabajo, para emprender un viaje lleno de miedo e incertidumbre, pasando frío y hambre. Por ello que hemos decidido aliarnos con otras empresas locales para aportar ayuda humanitaria en forma de alimento básico, con 8.000 kilos de arroz, nuestra materia prima principal, que permite preparar miles de raciones para servir en los puestos transfronterizos de refugiados”, explica el director general del Grupo Sibuya, Jesús Fernández.
Por su parte, Pedro Luengo Fernández, consejero delegado de Legumbres Luengo subraya que “este horrible conflicto está generando un éxodo de refugiados sin precedentes. El apoyo de las empresas y otros organismos es fundamental. Aunque todas las iniciativas son pocas, desde Legumbres Luengo participamos en esta iniciativa aportando 8.000 kilos de garbanzo pedrosillano”.
Carlos Gómez, director gerente de Patatas Hijolusa considera que “ofrecer apoyo al pueblo ucraniano proporcionando alimentos para que puedan salir adelante en estos duros momentos nos parece que es una obligación moral”, por lo que envía ocho toneladas de patatas en sacos de diez kilos para que sean más fáciles de repartir.
Entre las tres completarán un camión tráiler con 24 toneladas de alimentos aportado por Transportes Transleyca, también de León, y está previsto que la entrega se realice la próxima semana, ya que son más de 3.000 los kilómetros que separan la ciudad de origen de su punto de destino en la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.