Silván abre la puerta de Babia y Luna 14 años después

ICAL

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, inauguró este viernes la nueva Casa del Parque de Babia y Luna, ubicada en Riolago de Babia (León). La inversión realizada por la Junta asciende a un total de 1,6 millones de euros, y se ha destinado a la recuperación y la apertura del edificio como casa del parque.

“Un sueño hecho realidad”, señaló Silván, por “abrir esta gran puerta que enlaza el pasado con el futuro” gracias a la colaboración de instituciones y administraciones que “con su trabajo, ilusión y esfuerzo han hecho posible este tránsito”. “Ponemos en marhca esta casa del parque, todo un símbolo que une pasado y futuro”, insistió el responsable autonómico.

Así, señaló la importancia de realizar esfuerzos para garantizar la sostenibilidad y biodiversidad de estos espacios con la actividad económica y productiva. Silván recordó que hace diez años Babia y Luna fueron declaradas Reserva de la Biosfera por la Unesco y que ahora la Junta “recoge el testigo” con su declaración como Parque Natural antes que finalice el año.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente rehabilitó el antiguo Palacio de los Quiñones a través del Programa Arquimilenios con una inversión de 898.202 euros. A lo que se suma otra inversión de 780.096 euros para el equipamiento, las áreas externas y el aparcamiento de la nueva casa del parque se ha llevado a cabo con la colaboración de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, el Consorcio de la Reserva de la Biosfera de Babia, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y Endesa.

El antiguo Palacio de Quiñones data del siglo XIV, cuando se levantó su muralla, pero no fue hasta finales del siglo XVI y principios del siglo XVII cuando se construyeron la portada y las edificaciones. A principios del siglo XX sufrió un incendio que destruyó por completo su estructura interior y fue restaurado en los años setenta del siglo pasado por un vecino de la localidad, Fernando Geijo. Desde su compra por parte de la Junta, hace 14 años, quedó cerrado a cal y canto.

Así, la plaza y su entorno fueron declarados Conjunto Histórico en 1995 y fue adquirido por la Junta de Castilla y León posteriormente, siendo restaurado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. El palacio consta de un edificio principal rematado en su lado norte por un torreón de tres plantas e incluye un patio ajardinado cerrado por una muralla a la que se incorporan una pequeña edificación, la capilla, y unos almacenes rehabilitados.

Actuaciones de recuperación

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha realizado cinco grandes actuaciones para recuperar el edificio y su entorno. En primer lugar, destacan la adecuación, la señalización y el vallado de la zona del aparcamiento que tiene 38 plazas para turismos y dos para autobuses, al tiempo que se han mejorado los accesos a la casa del parque realizando una senda peatonal de 200 metros que une el aparcamiento con el núcleo urbano.

A esta senda se añade otro camino accesible para personas con capacidad reducida que discurre paralelo a la carretera y que une los aparcamientos para personas con discapacidad hasta la iglesia. Además, se ha construido una zona recreativa en el entorno del aparcamiento que incluye cuatro mesas para pícnic y bancos adosados a ellas, a la que vez que se han plantado árboles.

El edificio cuenta con una dotación de carácter expositivo que invita al visitante a explorar el edificio de una manera libre o con guía, en este caso, especialmente pensado para grupos. Además, el palacio alberga el funcionamiento administrativo del parque y también de la Reserva de la Biosfera de Babia.

En el edificio principal también se encuentra un área de atención al público en la planta baja -con tienda verde, maqueta táctil y sala de exposiciones temporales-, una zona expositiva esobre las actividades tradicionales de la zona de Babia y Luna -la trashumancia, la ganadería, la historia geológica, flora, vegetación, fauna y los aprovechamientos tradicionales del entorno- y un área destinada a laboratorio e investigación del futuro parque y a oficinas.

Además, la antigua capilla del palacio estará destinada a exposiciones y el proyecto ha contemplado un edificio polivalente, que consta de bar-cafetería y sala de usos múltiples.La zona exterior cuenta con señalización identificativa y de localización y con la figura de un mastín de bronce en detalle, emblema de la zona.

Babia y Luna

El Espacio Natural de 'Babia y Luna' constituye una representación de los ecosistemas de la Cordillera Cantábrica y algunas de sus cumbres destacan desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico. Otro aspecto a señalar del espacio es la diversidad de su vegetación debida a las variaciones orográficas y litológicas con zonas de turberas, humedales, y sabinares albares. Esta gran variedad de vegetación contribuye a generar también una gran diversidad de biotopos faunísticos.

Además, la zona tiene un gran valor histórico, cultural y etnográfico al pervivir en ella usos y costumbres de la montaña leonesa. Así, la Junta también ha aprobado recientemente el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Espacio Natural de 'Babia y Luna' y está en tramitación el anteproyecto de ley para su declaración como espacio natural.

El futuro parque natural de Babia y Luna posee una superficie de 57.628 hectáreas que incluyen los términos municipales de San Emiliano y Sena de Luna en su totalidad y una parte de los municipios de Barrios de Luna y Cabrillanes. La zona está incluida también en la Red Natura 2000 de Castilla y León, pues está designada ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) con el nombre de Valle de San Emiliano.

Además, la comarca ha recibido el reconocimiento de la Unesco como Reserva de la Biosfera en el marco del Programa MaB, Hombre y Biosfera, que incluye la Reserva de Babia (Cabrillanes y San Emiliano) y la Reserva de los Valles de Omaña y Luna (Sena de Luna y Los Barrios de Luna).

Una red extensa

Castilla y León cuenta con la red más extensa de espacios naturales protegidos, con un total de 27 -a punto de declararse el de Babia y Luna- y un total de 31 casas del parque que permiten conocer y disfrutar a los vecinos, en particular, y a los turistas, en general, de la riqueza del patrimonio natural, cultural, etnográfico e histórico de la Comunidad.

La red de espacios naturales ofrece un amplio abanico de la riqueza, la diversidad y la calidad ambiental de la Comunidad, desde la montaña, la llanura y las riberas. En estos entornos se asientan ecosistemas de una gran diversidad faunística, desde el bosque atlántico al mediterráneo, y donde el ciudadano ha mantenido los usos, costumbres y los trabajos y oficios tradicionales respetando el entorno.

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