La 'maraña' de parques comarcales de bomberos en León aún deja desprotegido de incendios al 20% de la población

Uno de cada cinco habitantes de la provincia de León continúa estando desprotegido frente a los incendios urbanos en los pueblos y otro tipo de emergencias. Esta es la foto fija del mapa actual de desarrollo del Servicio de Prevención, Extinción de incendios y Salvamento (Sepeis) de la Diputación de León en cuanto a la implantación de los parques comarcales de bomberos, a pesar de los avances que el equipo de Gobierno de PSOE y Unión del Pueblo Leonés (UPL) han imprimido a las obligaciones legales de cubrir hasta al último vecino, tras casi un cuarto de siglo de incumplimiento.

El 20% de la población rural leonesa no tiene aún en suficiente proximidad un parque de extinción y atención de salvamento, básicamente porque la 'maraña' diseñada hace casi una década está aún bastante lejos de su total ejecución.

Si el 80% sí está en parámetros legales de seguridad es porque entre los parques en funcionamiento desde hace décadas están los dos más grandes, León y Ponferrada (nivel 1), con sendos acuerdos anuales entre sus ayuntamientos y la Diputación para que realicen salidas a la provincia cuando la ocasión lo requiera. Entre ambos parques superan los 300.000 habitantes atendidos.

El resto del grueso de algunas cabeceras de comarca está atendido por otros parques que, no sin mucho retraso y sobrecostes, así como falta de personal inicial, consiguieron comenzar a operar en el actual mandato. Son los de Astorga, Cistierna, Laciana y Valencia de Don Juan, que deben garantizar la atención en zonas intermedias. En total, ese 80% de población equivale a 361.654 habitantes aproximadamente, según datos del Padrón de 2021 y la Memoria del Sepeis en vigor.

Los que quedan por venir

Estos mismos documentos estiman que son unos 90.245 habitantes leoneses los que permanecen más desamparados. Para alcanzar en tiempos asequibles la atención sobre su seguridad cuando una casa de pueblo se quema, la siguiente fase en la que está inmersa la institución provincial son los parques de bomberos del llamado nivel 3A.

Estos equipamientos llevan hoy desigual desarrollo y no será fácil que puedan estar operativos antes del fin del actual mandato. Se trata de los parques en Sahagún, La Pola de Gordón, Bembibre, La Bañeza y Villafranca del Bierzo.

En el último Pleno se dio una actualización de su situación por parte del presidente, Gerardo Álvarez Coruel, y el diputado del área, Luis Alberto Arias. Los tres primeros están desde julio en fase de licitarse la redacción de sus proyectos técnicos, es decir, diseñar cómo y dónde se construirán, una vez cedidos los terrenos por los consistorios y aceptados sin pegas por la Diputación.

Más problemas acumulan el resto: Villafranca ha visto complicado el primer emplazamiento como Patrimonio de la Junta y se baraja otro en el polígono industrial. Y en La Bañeza, el ofrecimiento municipal que el equipo de Gobierno actual de PP y Vox ha planteado fue una finca que cambió su estatus de zona verde a equipamiento, pero “en una zona inundable”, cree la Confederación Hidrográfica del Duero. Ha de decidirse si aún así podría valer o todavía habrá más retraso al esperar por otra nueva finca más idónea.

Y ya en el último escalón, más periférico, ni siquiera se está hablando todavía del resto del parques de complemento, los llamados 3B. Habrán de ser en Riaño, Boñar, Fabero, Soto y Amío, Truchas y Puente de Domingo Flórez. Si los parques intermedios del nivel 3A deben cubrir a casi 710.000 vecinos (el 15,67%), los más pequeños de 3B completarían hasta el último rincón y pueblo leonés protegiendo a las últimas casi 20.000 personas (el 4,31% restante). Sólo así se alcanzará la cobertura total del territorio provincial que exige la Ley.

La Memoria del Sepeis subraya que, mientras estos parques no se ejecuten, amplias zonas rurales de la provincia seguirán dependiendo de la capacidad de respuesta de los parques principales, con tiempos de llegada muy superiores a los recomendados en intervenciones de emergencia.

'Pisándose la manguera' política

La Diputación de León, mientras intenta avanzar, sigue utilizando el desarrollo de los parques comarcales como arma política. El Partido Popular (PP) en la oposición suele utilizar recurrentemente el asunto para cuestionar la gestión socialista y leonesista. Recientemente la diputada nacional por León y hoy encumbrada a portavoz nacional el PP en el Congreso de los Diputados, Ester Muñoz, recriminó el ritmo de ejecución de la infraestructura para afear al PSOE la escasa preparación ante los terribles incendios forestales que asolaron la provincia leonesa este verano, a pesar de que los bomberos no intervienen en siniestros forestales.

La respuesta socialista no se hizo esperar, por boca del presidente Courel, tirando de memoria y la hemeroteca: “En cuatro años del PSOE hay cuatro parques de bomberos, en los 24 años anteriores del PP no hubo nada de nada”. Recordó además que el Sepeis cuenta hoy con 62 profesionales, que son públicos y por lo tanto funcionarios, cuando los populares proponían privatizar todo el servicio en manos de empresas, de modo que incluso se vieron involucradas en el escándalo de las escuchas de la trama Enredadera.

Plantilla con problemas y en crecimiento

La plantilla de bomberos provinciales en León se nutrirá pronto con la incorporación de 25 nuevos, cuando concluya la última oposición en marcha, frenando así serias dificultades para cubrir todos los turnos, descansos, vacaciones y bajas, porque los parques en marcha de Nivel 2 exigen mínimo 1 sargento, 5 cabos y 10 bomberos para que haya como mínimo tres profesionales por turno durante las 24 horas de todos los días del año; y eso es algo que en demasiados casos no ha ocurrido, llegando incluso a cerrarse algunas instalaciones, con el consiguiente peligro. Los parques de nivel 3A ya sólo necesitarán 6 bomberos en total, para dos intervinientes por cada turno en 24 horas pero no presenciales. Y los más pequeños, los 3B, no tendrán bomberos estables sino por necesidades de intervención.