Sentido 'hasta luego' a Carlos Tejerina, alma y corazón de Gradefes
Gradefes era Carlos Tejerina. Y Carlos Tejerina era Gradefes. Eterno defensor, animador social e impulsor cultural de su tierra, acaba de fallecer antes de que expirara el año, causando un profundo sentimiento en todos cuantos le conocieron y disfrutaron de sus conversaciones.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría, dada su amplia implicación desde hace décadas en la zona, desde que lo hiciera tras la barra del bar del pueblo hasta que lo mantuviera en cualquiera de sus múltiples facetas posteriores, siempre con la misma pasión.
Lourdes Fernández, vecina de Gradefes, prefiere quedarse con la idea de que Carlos es eterno y “se fue, pero no se marchó”. Una idea que ha inspirado este texto de su autoría:
“Carlos se fue, pero no se marchó, solo se fue... Gestiones, estará discutiendo con San Pedro asuntos sobre la misa criolla, formando alguna asociación cultural con Madreñinas y sus secuaces, organizando el riego de estrellas con Eloy, Mari, Federico, ensayando con el grupo Rescoldo en el cielo con Sefora, Cristi, Gelita, Nervi...
Estará haciendo otro diorama más para sus queridas monjas, preparando otra corrida de toros en la Osa Mayor o preparando otra entrevista con sus amigos, como un tal Julio que apellida Llamazares, escuchando a su admirado Rafael Amor, llamando a sus amigos de Gradefes: Fidel, José, Paco, Beni, Mary..
Estará recorriendo las diferentes constelaciones grabando canciones a los ancianos, cultura, cultura, con la cámara en la mano, preparada por si acaso para plasmar ese momento, esa madrugada, ese lugar, esa persona.... Con el pincel, por si cuadra hacer un cuadro.
No sé Carlos, como te da la vida para todo esto. Y más, mucho más que no contamos, pero que sabemos, sí, que sabemos los que pasamos horas contigo, disfrutando de tu compañía y de tu “¿¡pero no tenéis más que hacer, ordeñar una gallina o algo asi!?”
Las cosas normales, de cada día, por eso no te extrañamos, porque sabemos que estás, querido Carlos“.
