Frenan el cierre de la única sucursal de Almanza con la fórmula 'banca sin empleados'
Es una estrategia en auge en el medio rural que viene a salvar del cierre la sucursal que la entidad Unicaja Banco (Caja España) mantiene en la población de Almanza. La única que hay en el pueblo.
El banco 'sin empleados' llega así a la comarca y será en la villa del alto Cea donde se experimente con esta nueva fórmula que ya utilizan otras entidades financieras en España (el Banco Santander, Liberbank, Cajamar o BBVA especialmente) para asegurar su presencia en zonas rurales donde no les resulta lo suficientemente rentable mantener el servicio. Hablamos, como siempre, de los pueblos más pequeños.
Así, Unicaja Banco ha 'traspasado' su negocio en Almanza y será un agente colaborador, un trabajador autónomo empleado por cuenta propia, el que lleve la oficina “a partir de marzo”, según informa el alcalde de Almanza, Javier Santiago. El será quien se encargue de pagar el alquiler de una oficina, suministros... en esta 'franquicia' que mantendrá el mismo horario de atención al público que hasta ahora. “También seguirá funcionando el cajero automático”, explica Santiago.
“La entidad emplea actualmente a dos personas. A finales de febrero, marzo tal vez, la oficina pasará a manos de un trabajador por cuenta propia que, además, residirá en Almanza. La celebración, por tanto, es doble: frenamos el cierre de la sucursal y ganamos un vecino”, indica el alcalde, reunido en las últimas semanas con los responsables de Unicaja para analizar, precisamente, este extremo. “La idea inicial era cerrar la oficina -indica- y que pasase un bus por Almanza un par de día a la semana”.
80 agentes Unicaja
“La figura del agente suele ser habitual entre las entidades que buscan alternativas a la desaparición de las sucursales. Es el caso de Unicaja Banco, que cuenta con una red de más de 80 agentes financieros y algunas oficinas móviles que se desplazan varios días a la semana a distintas localidades con recorridos medios de 30.000 kilómetros al mes”, informa Clara Alba para Invertia. Este modelo, prácticamente inédito en el mercado español, comenzó en septiembre de 2016, con una experiencia piloto en Cancienes, parroquia de Corvera (Asturias).
“Son agentes colaboradores, con título financiero y cuentan con una oficina pequeñita que, por supuesto, cuenta con el logo y las promociones del banco como cualquier otra sucursal. Mantienen la imagen corporativa y ofrecen los mismos productos y servicios de este banco, pero es el profesional el que corre con sus gastos”.
