CHD afianza el plan de los pantanos del Órbigo que la Junta exige para perpetuar que el agua de León riegue Valladolid

La protesta contra los dos nuevos pantanos del Órbigo lleva años manifestándose.

C.J. Domínguez

El nuevo Plan Hidrológico de la cuenca del Duero, la hoja de ruta que marcará el destino hasta el año 2027 de los ríos y todas las masas de agua de esta cuenca, y por tanto gran parte de la provincia de León, está en base final de consultas y alegaciones, de modo que hasta este 22 de diciembre se pueden plantear sugerencias y peticiones de cambios al borrador, disponible aquí.

Pero su consulta arroja datos que preocupan a no pocos colectivos y a algunas comarcas leonesas, que aseguran que los nuevos planes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), le siguen el juego a una estrategia de la Junta de Castilla y León y del Partido Popular para que León siga siendo sobreexplotada con pantanos, como desde tiempos del dictador Franco, e incluso este sacrificio acabe beneficiando a provincias como Valladolid o Palencia, en detrimento de comarcas leonesas enteras.

Por un lado, el plan contemplará con toda seguridad lo que denomina 'balsas' del Órbigo. Un eufemismo que apenas esconde la realidad: dos grandes y nuevos pantanos a orillas de Carrizo de la Ribera y Villanueva de Carrizo, en la comarca leonesa del alto Órbigo. Son la solución, defienden, al déficit de agua esperado en años de sequía y en tiempos de cambio climático al pantano de Los Barrios de Luna que convierten el Páramo aguas abajo en un vergel, también económico.

Se trata de los pantanos de La Rial y Los Morales, que sumarán una capacidad de almacenaje de 34 hectómetros cúbicos, siendo el de La Rial de 23 hectómetros, superior en tamaño al no lejano pantano de Villameca, de apenas 20. Dos nuevas masas de agua que apuntalarían a León como territorio de pantanos desde las políticas impusadas por el dictador Francisco Franco, que repasamos aquí.

Todo el impulso del Gobierno con el PP

Son años de enorme rechazo frontal de toda la comarca del Órbigo a esta pretensión, que se impulsó sobre todo bajo el Gobierno del PP. Un Gobierno que primero los incluyó ya en el Plan Hidrológico en vigor, después dejó aprobado su impacto ambiental favorable, incluso a pesar del posible efecto dañino a la riqueza del cultivo del lúpulo en la zona, un oro verde que suministra a la práctica totalidad de la industria cervecera de España; y finalmente dejó aprobados los proyectos, con 44 millones de euros de inversión previstos.

A favor de estos dos nuevos pantanos se han posicionado las Comunidades de Regantes del Páramo, siempre arropados por el PP desde la Junta de Castilla y León, que lucha por su ejecución desde la época del consejero de Agricultura José Valín y que continúa incluso con mayor fuerza e insistencia el actual, Jesús Julio Carnero, quien cada poco tiempo insiste en la urgencia de su ejecución para garantizar riegos en el Páramo.

El chantaje de Omaña sumergida

En Confederación bajo mandato del PP llegaron en su día incluso a chantajear a León con la amenaza de que de no realizarse estos dos embalses se debería resucitar el proyecto del pantano de Omaña, que se proyectó en esta otra comarca leonesa con hasta 200 hectómetros cúbicos, y que sólo decayó en los años 90 por la fuerte oposición social tras la traumática ejecución del pantano de Riaño.

Pero en el Órbigo insisten en su rechazo: empresarios, lupuleros, todos los municipios de la zona, plataformas y partidos políticos, aunque todos ellos lleva ya casi dos años de silencio, después de masivas protestas, tras asegurar los nuevos responsables de CHD bajo Gobierno socialista desde 2018 que se estudiaría su viabilidad y podrían no ejecutarse.

Pero su inclusión ahora en el Plan Hidrológico 2022-2027, y con el escollo del informe ambiental salvado, ratifica que se podrían impulsar los dos nuevos pantanos en muy poco tiempo y sin remedio.

La cuestión es que La Rial y Los Morales podrían ser piezas de una maquiavélica estrategia. Y es que el propio plan aclara que el agua de los pantanos de Órbigo serviría para pasar a regar no menos de 6.000 hectáreas en el Páramo Bajo. Ahí podría estar la clave. Ahí y que “desde Valladolid siempre se trabaja para beneficio de Valladolid”.

Un cuarto de siglo del trasvase ¿temporal? al Carrión hacia el sur

Para entender la estrategia, hay que recordar que esa zona, el Páramo Bajo, se riega ahora con agua procedente del pantano de Riaño. Así, de pasar a depender del Órbigo, toda esa agua excedentaria quedaría 'liberada' para garantizar y perpetuar otro agravio histórico de León que nació como temporal hace 25 años: el polémico trasvase del Carrión.

Un trasvase que, no sin un enorme coste energético además, lleva ese cuarto de siglo suministrando agua de Riaño a Palencia y el mismo Valladolid capital, a través del Canal de Castilla. La Junta no ha reparado en gastos, los únicos con millonarios fondos propios, para garantizar la infraestructura necesaria para ese polémico viaje constante del agua de León.

El borrador del Plan Hidrológico, además, cuenta con las obras para la infraestructura que aproveche fuera de León ese agua, ejecutándose las balsas de los sectores IV y V del trasvase Cea-Carrión el primero en el horizonte 2027 y el segundo en 2033.

Vacíos pronunciamientos políticos, acción desde Payuelos

Ha habido muchos pronunciamientos, pero este mismo año se ha repetido uno, unánime y desde la Diputación de León, para que en este caso la Mesa por el Futuro de León rechace ese trasvase de recursos hídricos y Junta y Ministerio ejecuten todas las infraestructuras necesarias para conseguir el fin de un agravio, como defendieron los promotores de la moción, el equipo de Gobierno de PSOE y UPL. Sin embargo, no consta que nadie haya presentado alegación alguna al Plan Hidrológico en estos términos. Sin contar con que la Mesa por León ni se ha reunido dentro del período de alegaciones que concluye ya.

Esta misma semana otros regantes leoneses, en este caso los de Payuelos, los mismos que llevan 25 años esperando todo el agua del sacrificio de la montaña de Riaño, alegaban al Plan Hidrológico criticando que se está ralentizando otro proyecto, el de la balsa de Las Cuezas, en el norte de Palencia y que afecta a un pueblo leonés, precisamente para perpetuar el agua leonesa a Valladolid y Palencia.

La Comunidad de Regantes de los Payuelos exige a CHD que se dé “absoluta prioridad” a la modernización de regadíos del Bajo Carrión, por un lado, y se retome de manera inmediata la construcción de Las Cuezas, que el aún vigente Plan Hidrológico daba por terminado este año 2021 y que ni ha terminado siquiera su tramitación.

Carrizo augura una “contundente reacción”

En Carrizo de la Ribera y la comarca del alto Órbigo, los planes en la documentación de CHD no gustan un pelo. Como desde hace casi una década siguen viendo los dos pantanos como “un atropello” y “un ultraje” para convertirles “en el vivero del agua de no sé qué energúmenos de ahí abajo”, remarca con firmeza José Luis Fernández, portavoz de la Plataforma creada en su momento, que augura “una contundente reacción social” si algo se mueve un ápice para ejecutar las nuevas presas.

A los de “ahí abajo”, a los regantes del Páramo, les sugiere la Plataforma que “en su territorio hagan las balsas que quieran”, denunciando que “desde enero hasta abril” el agua “que no les cabe la tiran como excedente al río sin aprovechamiento en Alcoba de la Ribera”, de modo que si ejecutan sus propias balsas pondrán fin a sus problemas “sin que nos vuelvan a hacer un escarnio a nosotros, como ya pasó en 14 pueblos al hacer el Canal del Órbigo”.

Más de 2.600 alegaciones y escritos de oposición recuerda Fernández que se plantearon en el momento del estudio de impacto ambiental de La Rial y Los Morales, “y no se nos contestaron a ninguna”, motivo por el que ahora están desengañados, aunque saben que sí habrá alegaciones de oposición a los dos pantanos por parte de Ecologistas en Acción y algunos particulares.

Entre otras muchas cosas, esas alegaciones remarcarán que el llenado de estas dos nuevas infraestructuras, denuncia el portavoz, “se haría por elevación, con unas bombas poderosísimas que consumen en energía lo que 20.000 viviendas”, por lo que “sería insostenible llenarlo”. Pero si las razones no son suficientes, “guerra” es lo que habrá en la zona.

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