El 'no' del PP en el Senado a la revitalización de Feve en León enciende a los socialistas

ICAL

El senador del PSOE por León, Graciliano Palomo, lamentó hoy que el PP haya impedido, con el rechazo de una moción al respecto la revitalización, de la línea Feve y acusó al Gobierno de Mariano Rajoy de “desprestigiar” y “abandonar” el sostenimiento de este servicio en los últimos cuatro años.

Palomo destacó que durante los últimos cuatro años se ha deteriorado de manera extraordinaria el servicio de larga distancia y el de cercanías y detalló que en 2016 se contabilizaron seis millones de viajeros, 2,4 millones menos que en 2011 (8,4 millones de usuarios), lo que supone un descenso del 30 por ciento del total.

El senador leonés puntualizó que la principal causa de la pérdida de viajeros es la mala calidad del servicio público por la escasez de personal, especialmente maquinistas, cuyas bajas no se han repuesto. De esta forma, dijo, muchos trenes no pueden funcionar debido al mal estado del material rodante que provoca averías continuas, interrupción de los viajes y falta de puntualidad.

“Es especialmente grave en León. En cinco años no se han rematado las obras de remodelación de la línea para llegar a la antigua estación y los viajeros deben bajar del tren a varios kilómetros de la estación”, señañó y añadió que los problemas por la falta de servicio de la línea que afecta a las zonas de la montaña oriental leonesa y palentina agravan los de las poblaciones aisladas.

Asimismo, subrayó que “la situación es desastrosa” en zonas con mayor densidad de viajeros como Vizcaya, Cantabria y, muy especialmente, Asturias y apunta que el tramo Gijón-Ferrol, especialmente a partir de Ribadeo, presenta las mayores deficiencias en la infraestructura con sistemáticos trasbordos de los viajeros a autobuses o taxis.

Finalmente, Graciliano Palomo lamentó que “se está dejando morir una línea ferroviaria centenaria cuando la Unión Europea defiende y promueve el tren como medio de transporte colectivo y de mercancías” y ha afirmado que “después de cinco años de abandono el Gobierno debe demostrar que no pretende el cierre de la línea por desesperación de los usuarios. Debe dejar claro que se quiere mantener el servicio público y considera la línea de interés general. Los habitantes de las ocho comunidades autónomas y provincias por las que discurre la línea no pueden soportar más al actual situación y así lo han dicho”.

La moción proponía, en primer lugar, reponer, por parte de Renfe Viajeros, la totalidad de las plazas de trabajadores, especialmente maquinistas, que se han perdido durante los últimos cinco años y que son la principal causa del deterioro del servicio público. Además, solicitaba al Ejecutivo que adquiriese el material ferroviario necesario para sustituir al obsoleto que sufre frecuentes averías y que se mejorase el mal estado de las vías en los más de 100 tramos de la red que obligan a reducir la velocidad y, muy especialmente, en la línea Gijón-Ferrol, la que más desperfectos acumula.