Gritaron “Podemos”... y pudieron

El Círculo de Podemos León celebra sus excelentes resultados en las europeas en León

C.J.D.

Media hora antes del primer resultado oficial de las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, hace hoy una semana, iLeon.com publicaba que la embrionaria formación política llamada Podemos, aún con unos pocos meses de vida, estaba dando mesa electoral a mesa electoral una sorpresa de proporciones desconocidas.

Y media hora después se confirmaba el 'terremoto' electoral: Podemos, el partido fundado por Pablo Iglesias, conseguía situarse como la cuarta fuerza política del país, obteniendo cinco europarlamentarios. En la provincia de León consiguió ascender en apenas un domingo de urnas a la tercera posición de los partidos más apoyados, detrás de unos PP y PSOE que se dejaban de golpe decenas de miles de votos, superando incluso a Izquierda Unida.

“Fue alucinante”, recuerda Pablo Fernández, el autónomo leonés del círculo Podemos de León que además acompañaba a Iglesias en la lista europea. Seguir los resultados en una cafetería leonesa (Ágora, con todo su simbolismo) porque carecen de sede ni presupuesto fue una imagen más de una formación asamblearia que rompe muchos moldes políticos y que esa noche también rompió moldes electorales.

¿Cuáles fueron las claves? Ellos tienen claro que por encima de todo “el desencanto, la depresión de las actuales formas de hacer política”. Pero aquí, en la provincia, hay que buscar explicación al apoyo abrumador en muchos núcleos rurales, envejecidos, despoblados, desencantados... Y Fernández lo explica con un ejemplo: “Hicimos reuniones en muchos sitios, La Robla, La Bañeza, Astorga, y fuimos a pueblos pequeños; mira, el Robles de la Valcueva vinieron como 10 o 12 a la asamblea y les escuchamos; nos decían ”por fin viene alguien que nos escucha“ y yo creo que sintieron que somos como ellos, que Podemos somos ellos... Al día siguiente los señores nos llamaron: habían ido por su cuenta a otros pueblos cercanos a hablar de nosotros a la gente, expandieron por su cuenta la ilusión”.

Pero la ilusión infinita de la campaña dio paso a la euforia electoral; y la euforia al shock. Primero, porque “no es fácil gestionar el éxito, no sólo por nuestra estructura asamblearia sino porque aunque parezca surrealista, entre las muchas personas ilusionadas que se han acercado a nosotros también han llegado ya los arribistas buscando el rédito personal”, incluso algunas conocidas caras de la política leonesa que “no quieren que se les acabe el chollo y hacen un ridículo espantoso”.

En segundo lugar, shock por las airadas críticas, la campaña masiva en su contra, un bombardeo en la última semana que ha sucedido a un amplio silencio mediático durante la campaña (sólo iLeon.com publicó, como con todos los partidos con representación leonesa, una entrevista electoral a Podemos León). Pero Fernández no esconde que esa campaña es lo mejor que les podía pasar. “No es fruto del miedo, es fruto del pánico, y en su histerismo no se dan cuenta de que si tiran contra Podemos están tirando contra la gente en vez de hacer la más mínima autocrítica, y eso explica palabras que se califican solas como las de Felipe González, que en su día nadie niega que tuvo una vertiente social pero que ahora es ejemplo de esa casta que sólo quiere perpetuarse” en el poder. “Que ladren, que ladren...”, anima.

El shock ha dado paso al trabajo. No será fácil, reconocen, ordenar en asambleas y comisiones y grupos de trabajo la 'avalancha' de “gente ilusionada que se quiere implicar” en “ayudarnos a hacer entre todos auténtica democracia, con todo el común”. Pero no hay un día que perder.

Las elecciones municipales y autonómicas, el reto que ha de demostrar la verdadera implantación de Podemos, están sólo a la vuelta de un año. ¿Tiempo suficiente para hacer programas? ¿Y qué programas veremos de Podemos? “Será dificilísimo”, reconoce Pablo Fernández, “pero queremos programas con propuestas súper concretas; y para eso ya vamos a empezar a hablar con barrios, con asociaciones, con pueblos y con lo que la gente nos diga, llevaremos sus proyectos a las elecciones, esa es la esencia”.

Que la 'nueva' democracia de Podemos se ahogue en el éxito o en la utopía, o que implante las bases de un giro profundo a las estructuras políticas actuales, tiene sólo el reducido plazo de un año. Ellas y ellos, que gritaron “¡Podemos!”, ya pudieron una vez. En España y también en León. ¿Podrán dos?

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