La Diputación de León ha hecho público a través de su página web el Plan Estratégico 2030 encargado en el año 2022 a la empresa pública Tragsa, como resultado práctico de una de las pocas decisiones surgidas de la fallida Mesa por León constituida por las instituciones tras las masivas movilizaciones del año 2020 justo antes de la pandemia.
A aquellas manifestaciones históricas las instituciones -Diputación, Junta de Castilla y León, Gobierno central y Consejo Comarcal- respondieron montando la llamada 'Mesa por León', junto a patronal y sindicatos. La idea defendida por los sindicatos era montar una agencia especial para el desarrollo de la provincia pero los políticos impusieron un formato de análisis sin personalidad jurídica propia.
Al frente se puso a la profesora universitaria y expolítica Humildad Rodríguez Otero, que acabó dimitiendo por la falta de avances, y se encargó elaborar un plan estratégico para la provincia tras un análisis inicial, que ha permanecido oculto hasta ahora. Se publica cuando faltan apenas una docena de días para una nueva manifestación que exige medidas ante la situación de la provincia.
El 1 de febrero de 2022 el expresidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, firmaba con la empresa pública Tragsa un convenio para encargar “un servicio de consultoría y asistencia técnica para la elaboración de un Plan Estratégico para la provincia de León, que recoja la planificación estratégica a seguir con el horizonte puesto en 2030”. El importe a pagar por la Diputación, con aportación también de fondos de la Junta, era de 161.722,94 euros y el plazo de entrega del documento era antes del 31 de diciembre de 2022. El Plan Estratégico ha estado por tanto un año y ocho meses oculto, publicado por el gobierno que dirige Gerardo Álvarez Courel.
El Partido Popular de la Diputación reclamó este mismo miércoles el documento en el Pleno, sin que recibiera contestación por el equipo de gobierno de PSOE y UPL. El documento ya estaba colgado en ese momento en la web. Este periódico lleva intentando desde hace meses conseguir una copia mediante ley de transparencia, con el silencio por toda respuesta de la institución provincial.
La justificación para el encargo que realizó la Diputación era que “La situación socioeconómica de la provincia de León en la actualidad está marcada por una economía descendiente y un declive demográfico constante y acumulado a lo largo de los últimos años. Se está ante el punto de inflexión donde se debe buscar el sector económico estratégico de la provincia que sustituya al sector minero y producción eléctrica en base a recursos fósiles”. Por ello encargaban el plan con el objetivo principal de “identificar fuerzas y oportunidades de la provincia de León para el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo del territorio. El plan estratégico debe contribuir a sentar las bases de un nuevo modelo productivo más innovador y sostenible para el tejido empresarial de León”.
La Mesa por León falleció de manera virtual en plena pandemia, ya que su última reunión fue en enero de 2021, un año antes de contratar el plan estratégico. Nació el el 3 de marzo de 2020, dos semanas después de la históricas movilizaciones, con el nombre 'Mesa por el Desarrollo Económico y Social de la Provincia de León', pero apenas 10 días antes de la llegada de la pandemia que cambió la economía y la sociedad. En total hubo otras dos reuniones por el medio, una en Ponferrada sólo cinco días después de decretarse la 'nueva normalidad' pospandémica, en junio de 2020; y otra en septiembre de 2020, esta vez en Villablino, que fue la última presencial; y la que resultó la cita final, el 20 de enero de 2021, a través de videoconferencia. Uno de los escasos 'logros' de la Mesa por León fue la puesta en marcha de un logotipo y eslogan 'Somos León' del que nunca más se supo.
Plan Estratégico para la provincia de León
El documento publicado se compone de 379 páginas que incluyen un diagnóstico de la situación de la provincia de León, un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.) y un análisis CAME (Corregir, Adaptar, Mantener y Explotar), además de un recopilatorio de datos económicos y sociales de León.
Según el diagnóstico que hace el documento “son tres los graves hechos que, demográficamente, caracterizan a la provincia de León: la regresión demográfica con fuerte envejecimiento humano, la incapacidad para retener el talento joven y la intensa despoblación del mundo rural”, destacando que “su orografía hacen que la riqueza natural de la provincia de León sea envidiable a nivel mundial y una de sus principales señas de identidad”.
En él recuerdan que “La provincia de León ha perdido una quinta parte de su censo en medio siglo (más de 100.000 habitantes), siendo la provincia con más pérdida de población de la Comunidad de Castilla y León y está situada entre las provincias españolas que han perdido más población, tienen menos densidad de habitantes por kilómetro cuadrado, una población más envejecida y una destrucción de empleo más fuerte”.
El documento recoge que “La pérdida poblacional y económica de la provincia leonesa ha discurrido paralelamente al creciente desarrollo de otros lugares comunitarios, lo que denota los acusados desequilibrios territoriales internos, a cuya corrección obliga el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, a través de Plan Plurianual de Convergencia Interior. Estos desequilibrios demográficos y económicos deben revisarse y corregirse con diligencia y apremio para poder orientar las acciones en reducir y eliminar las brechas territoriales existentes. León necesita inversiones y proyectos que mitiguen su actual situación y comiencen a enmendar las desigualdades existentes. Revertir la situación y reposicionar a León exige reclamar las inversiones públicas permanentemente aplazadas o no ejecutadas, siendo preciso actuar sobre diversos sectores”.
El informe señala propuestas, muchas de ellas habituales en el debate político como Corredor Atlántico o recuperación de la Ruta de la Plata ferroviaria, que deben servir para “Posicionar en 2030 a la provincia de León como referente en culminar una transición ecológica inteligente en la que se ha conseguido transformar el modelo productivo tradicional hacia nuevas actividades económicas basadas en la innovación, la investigación, la digitalización y la puesta en valor de su extraordinaria riqueza natural y de sus recursos endógenos, protegiendo y mejorando su patrimonio y su biodiversidad”.