Cayón y Chamorro entablan un rifirrafe sobre quién es más competente

El concejal responsable del área de basuras Julio Cayón y el portavoz del grupo leonesista Javier Chamorro han mantenido, en el pleno ordinario del Ayuntamiento leonés celebrado este martes, un rifirrafe sobre la capacidad propia de cada uno como político y gestor, e incluso el propio Cayón ha reiterado con cierto tono que él no era un espejo o que en todo caso Chamorro miraba y se veía a sui mismo.

Todo comenzó con el primer turno de intervenciones en el que cada grupo ahonda en su postura ante esta absorción del servicio de basuras, que no ha cambiado desde que se inició el proceso y en el que la UPL siempre se ha mostrado a favor de una contrata a una empresa privada.

Tras la exposición del alegato a favor de mantener la privatización Javier Chamorro ya puso en evidencia que le resultada chocante cómo en otros muchos municipios gobernados por el PP se apostaba por la gestión privada mientras en León se hacía lo contrario.

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Pero la trifurca cobró tensión a partir del segundo turno de intervenciones. Javier Chamorro reiteró que él votaba en conciencia y aseguró que quien le había escrito la intervención de Cayón se había olvidado de recordar que habían sido dos alcaldes populares, Juan Morano y Mario Amilivia, los artífices de la privatización del servicio “y que incluso en ocasiones daban más de lo que pedían los propios trabajadores”.

Javier Chamorro puso en duda la capacidad de Julio Cayón para gestionar este servicio, un añadido más que se acumulará a los problemas que surgirán en breve debido al estado del material.

Cayón por su parte no dudo en abortar las acusaciones de Chamorro con más cargas de profundidad dialécticas como “es usted un demagogo que le gustan las gracietas y más incompetente que yo, que no soy un espejo aunque a lo mejor mira y se ve a usted mismo: ¿mi capacidad?, usted sí que es incapaz”.

Cayón también cargó las tintas por la gestión de Chamorro durante su época de viceportavoz; “usted que se inventó el cargo de vicealcalde es un fraude y debería caerles la cara de vergüenza de cómo dejaron las cuentas”.

Pero más allá de los dimes y diretes la trifurca concluyó en breve y una vez que se levantó el plenario ambos ediles pusieron punto final con un simple apretón de manos, al menos de cara a galería.