De un pueblo y para un pueblo

Puente de los Leones por la noche.

Dejarse llevar no pasa de ser una opción conformista. Hacer dejación de los propios derechos identitarios una irresponsabilidad. A quienes así sitúo, en una supuesta deriva declinante, no son otros, entre los que me incluyo, que aquellos ciudadanos nominalmente inmersos en el gentilicio leoneses, vejados en el ente. No ser conscientes de esa flojedad representativa, una muy mala posición, conlleva la penitencia del borrado de la personalidad leonesa día a día, en un inconsecuente proceder bien forzado por el ladino ente autonómico, en cada nueva ocasión menos disimulado.

¿A quiénes podemos culpar como instigadores de tal situación? Sin duda al binomio PP-PSOE, o viceversa nominativa, cuya negativa a ser reconocidos los leoneses como región y pueblo, es su maldad política. De tal modo que en estas letras, como siempre, cuando cite “los autonomistas del ente” a ellos estoy aludiendo. 

La infiltración en lo leonés, para adueñarse de nuestros destinos, ya sin disimulos, a veces cuesta más reconocerla, bajo la negativa a querer interpretarla, que a estar dispuestos a sufrirla pasando por alto la inconsecuente realidad. Políticamente les resulta fácil a los autonomistas, pues cuentan con el decidido apoyo de sus congéneres, los nuestros, los... ¡¡Colaboracionistas!! Que, naturalmente, no van por libre sino presionados por sus partidos; y tampoco brotan por generación espontánea, necesitan el voto popular que los alimenta. ¡¡Y… se lo damos!!      

Apropiación del patrimonio leonés por el ente autonómico

Ya dediqué algún artículo o intercalé  preocupación, sobre el desembarco autonómico en Botines, no en balde en tan emblemático edificio, per se, y lo atesorado en cuanto a patrimonio leonés, cultural e histórico, supone una verdadera tribuna desde la que dirigir temas y autoridad controladora. No conozco, más allá de la propaganda, los entresijos de Fundos, observo una clara injerencia comunitaria con afán dominante de los autonomistas, dispuestos a hablar por los leoneses.  Parece que no nos silencian, pero su empeño es dirigente; dicen –¡¡Tenemos!!–, mas no los leoneses, sino rebozados en su intento castellanoleonés, de malicioso afán. Veo el desplazamiento inducido de MonteLeón, de siempre labor leonesa y para los leoneses, y me preocupa. ¡Mucho! 

El galardón Leonés del Año, un premio en León y para leoneses, que ha estado de siempre en el haber de Radio León, afianzado promotor, y sigue con las lógicas variaciones interpretativas de la elección en cada momento devenidas, ha recaído este año en Miguel Ángel Turrado. ¡¡Con gran acierto!!! El actual director del Centro HP en León, una multinacional de sobra conocida, que él hizo recalar en León, y digo León con precisión y por ello lo traigo aquí y lo destaco, en estancia consolidada y en ampliación. ¡¡Pues nos pone en el  mapa a los leoneses!! Somos lo que pretendemos ser, en natural derecho: ¡Leoneses! Enhorabuena y gracias al galardonado. 

Despertar popular     

En tanto no consigamos liberarnos del tan pesado como humillante yugo (la forzada comunidad cuyos dirigentes se niegan a reconocer a los leoneses) mediante un mínimo despertar popular, no seremos ciudadanos libres. La respectiva ideología de cada elemento del binomio citado nos atrae como señuelo, nos deslumbra y obnubila, en propio detrimento personal leonés.

Salir requiere, al menos, dos tiempos bien definidos: Reconocimiento del propio “ser leonés”, hoy poco más que ceñido al simple ejercicio de vivir triprovincial con desigualdad manifiesta. Poco arraigado y lo que puede ser peor acaso, menos deseado. Hay que escapar cuanto antes del engendro que no engulle a ojos vistas. ¡¡¡Quién empieza por favor!!!

Lo esencial antedicho ha forzado estas reflexiones, que, en tanto persistan los instigadores, no pecarán de reiterativas, serán de dolorosa realidad, lo que las justifica y avala.  Para el segundo tiempo, el LExit, no cejan en el empeño los promotores del IAL, la mejor justificación, por factible, fácil de comprender desde el camino común  del desarrollo económico, que tripovincialmente (somos Región) a todos los leoneses nos conviene. 

Por el momento estamos no solo vegetando, sino que, ahí va lo grave, aportando patrimonio por imposición política, con la consiguiente descapitalización, para que otros se nutran.

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