Once seres sin piedad y un escribidor
Dar a la caza alcance
La muerte que toma
cuerpo al azar.
La muerte que se lanza
en vuelo precioso
a dar a la caza instante,
a ese alcance único
deslumbramiento.
–Eloy Rubio Carro—
Reunidos en cónclave el Grupo Municipal del Partido Popular del Ayuntamiento de Astorga y levantando acta notarial bajo mazas, un escribidor sin escrúpulos. El redactado que hacen los afectos a la hoguera como acta lleva el título de 'Pseudoperiodismo con mochila'.
El escrito es un claro y manifiesto ejemplo de ad hominem, que según la RAE significa literalmente “al hombre, a la persona”. Se aplica al razonamiento o argumento que trata de confundir al adversario oponiéndole sus propias opiniones o actos, o, más frecuentemente hoy, al argumento que va dirigido contra la persona y no contra sus tesis: “Algunos libelistas […] han embestido contra Eloy Rubio Carro… mediante argumentos ad hominem, groseras injurias y procaces insultos”.
El escribidor o libelista se ensaña como ya hizo con Faustino Santos, sacerdote de la HOAC, al que insultó y vapuleó como lo hace con Eloy Rubio Carro. A los dos los he querido y los dos son pilares importantes en mi vida. Toda una Corporación municipal de 11 seres populares y en Pleno dicen firmar semejante panfleto, pero... ¿Y quién lo escribe?, ¿Todos como Agatha Christie o está detrás una pluma imbécil?
Ninguno se desmarcó de la línea marcada y me refiero a los ediles populares. Mostrar su discrepancia, decir que es de grosero y zafio lo vertido en el texto, pero nada, y nadie movió músculo o mostró ternura.
Insultar, despellejar, causar daño, aludir al estado mental, a la profesionalidad, a la objetividad, a crear falsas noticias, difundir bulos… es no tener ni idea de quién es Eloy Rubio Carro, un lujo y un honor para esta ciudad de Astorga.
Eloy nos ha dejado el jueves 3 de mayo. El 25 de abril recibe esta retahíla de insultos estando hospitalizado y diagnosticado su inevitable final, desde entonces no dejo de pensar en el daño causado. Era fuerte y muy reservado para el dolor, pero es tan fuerte la herida en los que lo queríamos que la sola presencia de parte de estos 11 populares sin piedad en el tanatorio parecía que la broma se prolongaba, que la desfachatez y falta de dignidad afloraba en cada pétalo de rosas sobre el cuerpo de Eloy. Alguno llegó a decir que estaba “como amigo”. Hay que tenerlos bien puestos. A un amigo se le defiende, el amigo se desmarca y dice, conmigo no contéis.
Seres del jurado, los 12 sin Piedad, esto ha sido una canallada, habéis ido contra alguien que era, “en el buen sentido de la palabra, bueno”, y ninguno llegáis ni moral ni intelectualmente a su altura.
Y si era poco infundio y putrefacción, el 4 de mayo saca un artículo el señor director de Astorga Digital, Alejandro García Nistal, cuyo título es 'Día Internacional de la Libertad de Prensa / Así nos quieren'. Afirma con serenidad de canónigo catedralicio que el problema del periodismo (problema lo pone en mayúsculas y negrita) radica en el intrusismo profesional. A partir de esto otra sarta de aseveraciones sobre lo importante que es el verdadero periodista, las falacias y bulos vertidos… El Bierzo tiene un William Randolph Hearst, o a un Pedro J. creador del mayor bulo de la historia de este país y que a día de hoy siguen cuestionando, además parece que solamente los periodistas salen de la Universidad de Navarra, fundada en 1958 por San José María Escrivá de Balaguer (¿en qué circo trabaja usted señor periodista?). Eloy, acusado de crear bulos, intrusismo, falta de rigor como si de El Debate o The Objective se tratase, como si Eloy fuese de ACdP. De tiempo se sabe de su querencia con el Ayuntamiento de Astorga y actúa como gabinete de prensa (es más Nosferatu que Caligari), ¿Cuánto recibe del Ayuntamiento? ¿Y de los señores del Tamayazo, la leyenda del Nebrija y el periodista-pregonero?
¡J´accuse…! ('Yo acuso') es el título de un artículo escrito por Émile Zola durante el caso Dreyfus y publicado en la prensa. ¡Yo acuso! en forma de carta abierta a los 12 seres sin piedad de un caso de persecución y agravio hacia la persona de Eloy Rubio Carro, pidiendo una rectificación pública en prensa. El legado que nos queda de Eloy es inmenso, su dominio de la narrativa y la poética dignas de estudio, sus entrevistas impagables, señor Alejandro García Nistal, y tantos trabajos, que nos queda todo el futuro para ir desgranando.
Eloy Rubio Carro es, por su compromiso y por los resultados obtenidos, el símbolo del poder de la prensa al servicio de la defensa del hombre y de la verdad.