El clavo ardiendo, en forma de 'jornadas' del PSOE, para Cendón
Se había anunciado, tiempo atrás, no mucho, pero sí lo suficiente para que tuviera cierta solera, o si se quiere en plan ñoño glamour, el encuentro PSOE, en Legio. Pero hete aquí que los montes de León ardiendo con ímpetu por falta de prevención, asesoraron aplazar la que empezaron denominando 'Convención Nacional PSOE', y al parecer ha ido perdiendo fuelle.
La cita de los pavorosos incendios me obliga al recuerdo del procurador autonómico PP, y su compromiso de Medio Ambiente, el señor, Suárez-Quiñones que supo cosechar por inacción, numerosas quejas entre el paisanaje,y bien fundamentadas.
'Convención' socialista, y así retorno, que no sólo ha ido perdiendo fuelle como dije, sino, en cierto modo cambiando el rumbo. O si se prefiere, virando en cuanto a contenido, transformado en un andar por casa, esto es por una Comunidad en fase preelectoral, dado cómo se anuncia: 'Jornadas para un debate socialista sobre el futuro de Castilla y León' y en lontananza están las urnas.
¡Amarre leonés!
Otro cerrojo más, por cuanto añaden algo que los leoneses no podemos considerar bueno ni favorable: “Seguir construyendo comunidad”. Cuando resulta que no queremos esa oportunidad, deseamos que se considere, estudie, desmenuce y facilite la idea leonesa de salir del ente autonómico, siempre por los cauces democráticos y constitucionales. ¡Pues, los hay y nos validan!
Ya nos han esquilmado bastante, nuestra permanencia es bochorno, vasallaje, colonialismo por imposición. ¡Y debe cesar! ¿O... también nos van a parasitar en el caquéctico estado al que nos arrumban?
Dígannos qué razón alegan para el furibundo amarre de León. Máxime cuando no es idea propiamente de ellos, los que se llaman progresistas, sino que la comparten con los conservadores apoyándose mutuamente en la muletilla de ‘mapa cerrado’, tan ignominiosa como falsa. Esto es, buscan el mismo fin, fuera de la particular ideología de cada cual, por el método de negar la mayor. ¡Propiciando el amarre por que sí! ¿O es que hay otros intereses ocultos?
Ahora veamos los que, por especial relevancia, tanto provincial como local, socialista, juegan o debieron jugar en casa.
Aludo naturalmente a Cendón y al alcalde legionense José Antonio Díez. Pronto he de añadir que no me ofrecen igual consideración dentro del ratio de lo leonés.
Cendón, en horas bajas
La presencia del señor Cendón (el hasta hace poco indiscutible mandamás provincial de León) en mesas a las que no fue invitado por los reclamantes leoneses, en Madrid, es muestra de intromisión y desfase. Un personaje que de leonés, en el sentido más puro del término, por falta de afinidad identitaria, no comparece como tal, ya veremos qué papel interpreta en las jornadas. Un absoluto amén autonómico, seguro, aunque Carlos, el soriano, le pise un callo intitulándose el alcalde de la Comunidad.
Le veo en horas bajas, muy bajas, despedido de su reciente relevancia en la 'ejecutiva' nacional, por caída de los padrinos, supongo, y dándose cuenta que para no rebajar la estela, hay que hacer algo, lo intenta, se cuela de rondón.
En los fuegos pasados no supo hablar con el paisanaje, y eso es mácula. Llevar al parlamento lo captado in situ, asistiendo y sufriendo con el pueblo, hubiera sido lo suyo, lo legal, pero, silente y destemplado, ni rebulló.
Y así, en las 'jornadas' 25-26 de octubre, que otros modificaron, ve un modo de remontar. Naturalmente la cuestión está en el no enmendalla, que sabe se vende bien en el ente, apoyando en el amarre (vocablo hoy repetido a voluntad) de lo leonés, apoyando ad infinitum, cuando debiera ser ad referéndum, para que el pueblo leonés hablara. Consideración hacia el pueblo. ¡Ninguna! Más bien ayudar a borrarnos como tales en el amasijo autonómico... ¡De por vida!
¿Qué razones oculta bajo el ropaje progresista, que existen en él, y en los establecidos en peldaños superiores? Pues lo del sojuzgamiento leonés no va de unos días, o unos meses. ¡NO! Va de años, una cuarentena de perseverante perjuicio de lo identitario, que no es cura por aislamiento, es abandono ignominioso por negación de lo leonés.
Lo que le pueda pasar a la militancia leonesa por la cabeza, y al pueblo leonés, el sojuzgado en plan autonómico... ¡Les trae sin cuidado a los autonomistas! Ciegos de no sé qué perversión sentimental, y también economicista, se vienen negando a querer escuchar y comprender al pueblo.
Y qué curioso, precisamente José Antonio Díez, alcalde legionense, leonés con voz halagadora leonesa, cuando menos, está ejerciendo de papón de Angustias y Soledad, en encuentros cofrades en Ayamonte. Tal vez allí, como en los versos de un fado que cantaba Carlos Cano, esté “”bebiendo viño amargo“. Y puede que yo, me esté empeñando en acoplarlo a una situación leonesa,la del ”encuentro“, y puede que más leonesa aún, sea la del desencuentro con las 'jornadas'.